-Ruben, voy camino a tu casa, voy con Luzu.
No escucho la respuesta al otro lado del móvil, pero supuso que fue una respuesta grata para el otro ya que sonrió antes de terminar con la llamada. Al estar frente a la casa del menor ambos esperaron a que este abriera, sin embargo parecía que el menor prefería observarlos "escondido" desde sus escaleras. Luzu vio como el chico a su lado suspiraba pesado.
-Es que es tontito –dijo mientras presionaba el timbre e inmediatamente el menor salió corriendo y diciendo cosas como "¿Quién podrá ser?" aun cuando el ya lo sabía, incluso si se obviaba la llamada ya que su casa tenia esos enormes ventanales que dejaban ver quien estaba dentro y quien estaba fuera –Es como un niño –un sonriente Vegetta lo saco de sus pensamientos.
-Luzu Luzu, tengo que hablar contigo en privado –susurro estando cerca de él.
No pudo evitar que una pequeña risa saliese de sus labios ya que aun cuando el menor quería ser cauteloso había llamado muchísimo la atención del pelinegro, quizá incluso más de lo que lo pudo haber hecho si solo lo decía en voz alta.
-No te preocupes Rabis, Vegetta también es parte de esto.
-¡¿En serio Vegetta?!
-¿Ehh? Sí.
-Y ¿Has aceptado? Yo tengo muchos planes para ir contra Lolito.
-Claro chaval, sino ¿quién va a protegerlos?
-Lo único malo es que aún me falta un jinete –les interrumpió el encapuchado.
-¿En serio? No has pensado en nadie más.
-Había pensado en Willy o en Alex; pero Willy me ha dicho que él no está dispuesto a meterse en estas cosas, incluso antes de poder darle la propuesta.
-¿Entonces por qué te lo dijo?
-Cuando se enteró que explote el ayuntamiento fue a mi casa para comprobarlo y básicamente me dijo que solo estaba dispuesto a guardarme el secreto y nada más.
-¿¡Explotaste el ayuntamiento!? –gritaron ambos con sorpresa.
-Si –dijo orgulloso –fue mi pago de impuestos.
Los dos chicos se vieron entre ellos incrédulos ante lo dicho por el de capucha y luego Rubius soltó una carcajada estruendosa contagiando a Vegetta y terminando por hacer sonreír a Luzu, cuando por fin las risas pararon, el menor de los tres se aventuró en preguntar.
-Oye Luzu, ¿Y cómo comenzamos con eso de los jinetes?
-Bueno, para empezar les daré unos caballos esqueletos y quiero que hagamos planes para tirar abajo la alcaldía. Eso no será muy difícil si consideramos que Lolito no se ha presentado ni una sola vez desde que fue electo –dijo con molestia.
-Pues tienes razón –asintió Vegetta.
-¡¿Tienes caballos esqueletos?!
-Claro, ¿Los quieres ir a ver?
-¡¿Podemos ir a verlos?! ¡¿Si?! ¡Di que sí Vegetta!
-Vaya forma tienes de rogar –Luzu sonrió.
Después de que el de cabello azabache dijera que si los tres chicos se encaminaron a casa de Luzu y aunque ya habían visto la imponente muralla que este había hecho no podían evitar sorprenderse Luzu mostro los tres caballos que mantenía en un establo privado, siendo estos Guerra, Plaga y Hambre ya que a Muerte lo tenía guardado en casa con el resto de sus más queridos animales y Manolo por supuesto, su compañero de aventuras.
-¿Entonces, que haremos con el cuarto jinete?
-Pues fácil chiqui; estaremos investigando. Podemos observar al resto y decidir quién es la mejor opción.
-Eso estará bien; por el momento podríamos hacer nuestros planes y cuando seamos cuatro podremos actuar.
-Pues entonces yo veré a Fargan, Vege puede espiar a Alex.
-En realidad preferiría que Vegetta vigilara a Willy, tú vigila a Fargan y Alexby durante su trabajo y yo vigilare a Auron y al alcalde.
-¡Ah! y si mejor yo vigilo a Fargan y Willy, Vegetta puede vigilar a Alex y tú a Lolito y Auron.
Luzu lo vio confundido pero la mirada suplicante del menor le dijo que lo mejor era ceder la razón al chico y continuar con el plan como este lo había propuesto. Y quizás fuese lo mejor, ya que no era un secreto que el cura del pueblo es muy amigo de aquella pareja de amigos tan explosiva, y Vegetta también podía pasar desapercibido por el más bajo del grupo gracias a que siempre ha sido bastante solicitado para construir, para tener aventuras e incluso para charlar.
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Llevado al limite.
FanfictionLa vida en Karmaland no siempre es tranquila, es decir, vivir en el mismo pueblo que sus amigos y compañeros conlleva muchas peleas, dramas, traiciones, y risas por supuesto. Y siendo él, el siempre feliz Luzu ha tenido que tragar muchos abusos de c...