𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 , noah schnapp

27. Gogo Squeze

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 ¡!

𝗣𝗲𝗱𝗶𝗱𝗼 𝗵𝗲𝗰𝗵𝗼 𝗽𝗼𝗿: -WolfhardGirls

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 ¡!

—No, Noah, no podemos llevar mas Gogo Squeze, ya llevamos demasiados, ¿No te parecen suficiente una caja de cincuenta?— reproché viendolo al lado del estante lleno de paquetes de Gogos.

—Nunca son demasiados, mi amor. Además, son tambien para Joey— tocó con ternura la mejilla de mi hermana quien tomaba su jugo sentada en el carrito de compras.

—Joey ya lleva su caja de cincuenta juguitos de manzana— apunté a la caja rodeada de cosas necesarias que si necesitariamos en la casa.

Empecé a avanzar empujando el carrito con lentitud por el pasillo. Noah empezó a correr y tiro un Gogo en el carro, huyendo.

—¡Noah!.

—¡Lo necesito!— gritó a lo lejos mientras corría a la parte de fiambrería, rodeé los ojos diverida —¡Y tambien necesito queso!— con Joey empezamos a reir yendo detrás de el.

Luego de pagar Joey estaba sobre los hombros de Noah mientras el llevaba las bolsas, no quería que lleve nada.

—Estoy compensando lo de los Gogos... y lo del queso— puso todo en el baúl y sentó a Joey en su sillita, cerró la puerta, volteó a mirarme. —Lo siento— sonrió esperando respuesta de mi parte.

—Ok... pero lavarás y cocinaras por el resto del mes— sonreí satisfecha, gané.

—Pero eso hago siempre— me miró confundido. Recordé, mierda.

—Entonces...— lo pensé un poco y cuando se me ocurrió que decirle una sonrisa malevola se formó en mis labios.

—Oh no— se asustó —¿En que estas pensando, Mont?

—Peinarás a Joey por un mes— no hay peor castigo que ese, los berrinches de mi hermana al ver un peine frente a ella son desgarradoramente horribles, probanlemente desgarradoramente no exista pero esa es la palabra que le queda a la perfección.

—Pero...— lo interrumpí.

—Sin peros, cariño— sonreí y voltee el auto para sentarme en el copiloto, a los segundos llegó sentandose en el lado del conductor.

—¿Quien quiere escuchar musica?— sonrió mirandonos a ambas conectando su celular al USB del auto. Ambas empezamos a festejar.

—¡If you run away with me, i know a galaxy and i can take you for a ride!— empezamos a gritar-cantar Levitating de la diosa de Dua Lipa.

—¡You want me!— con Noah nos señalamos mutuamente —¡I want you baby!.

—My shugarboo— balbuceó mi hermana a lo que nos sorprendimos.

—¡I'm levitating!— podríamos entrar a un concurso.

Esta es una de mis partes favoritas cuando vamos de compras, ellos son mis personas favoritas, cantar y difrutar con ellos es algo tan especial. Por ellos dos haría lo que sea, son lo único que me queda.

Los miré a los dos riendo y cantando, siento que voy a llorar en cualquier momento, pero vamos, no es momento de llorar.

¡!

Llegamos a casa y Joey salió corriendo a su cuarto mientras Noah y yo bajabamos las bolsas, dejamos todo sobre la mesa y mi hermana entró a la cocina con sus muñecas en mano.

—Vamos a jugar— alzó sus jugetes.

—Claro, vamos— ambos se fueron al living y yo empecé a sacar los productos poniendo algunos en la alacena y otros en la heladera.

Al terminar cenamos pizza, la emoción de Joey al saber que comeríamos eso fue gracioso, la pizza es su vida, y la mía, la de Noah claramente son los Gogos.

—Bien, Joey, hora de bañarse.

—¡Si!—gritó corriendo a la habitación.

—Cuidado— advertí.

—Prepararé palomitas para ver una pelicula— sornió Noah dandome un tierno beso en los labios.

—Bien— sonreí devuelta y fui al baño para bañar a Joey.

¡!

Mi hermana quedó dormida arriba de Noah quien tambien estaba dormido plácidamente. Los mire a ambos y sonreí con ternura, mis padres murieron en un accidente cuando Joey solo tenía unos meses, yo tenía 17, en ese entonces yo era novia de Noah, pero eso no es todo, nuestros padres eran amigos y ellos tambien iban en el avión, los cuatro murieron ahí.

Con Noah nos encargamos de Joey desde entonces, ella tan solo tiene 3 y nosotros 20, somos como sus padres pero ella sabe que yo soy su hermana y Noah mi novio.

Con decir que lo amo es poco, el ha estado conmigo siempre, me ayudó con todo, actualmente vivimos en mi casa y así estamos bien.

Me levanté a apagar el televisor donde se reproducía La Sirenita, me senté en mi lugar poniendo mi cabeza sobre su hombro, cerré mis ojos.

—Te amo, Noah...— susurré.

—Yo más, Mont...

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