Esta es nuestra historia - jamás contada - Jimin & Jungkook

Capítulo 7 - ¿Sólo con el amor basta? - JIMIN -

Desde el principio sabíamos que mantener una relación como la nuestra sería muy complicado, tomando en cuenta que ser idols ya nos pone en el ojo público y de alguna manera debemos cumplir ciertas normas sociales ante el público de Corea. Esto es algo que a Jungkook le costaba entender, era doloroso, lo sé, pero nuestra relación jamás podría confirmarse más haya de una amistad o una hermandad; y digo que a él le costaba entender, pues constantemente teníamos problemas por sus celos que en ocasiones él ya no podía controlar.

Los celos de Jungkook habían pasado de un simple gesto a discusiones incansables, que nos dejaban agotados. El se ponía celoso con todo y por todos.

Claro que con el paso del tiempo las discusiones dejaron de ser tan intensas y caóticas, es más juntos salimos de cada situación problemática que nos atormentó, pero en un principio esto no sucedía.

Yo comenzaba a cansarme de cada situación que a Jungkook le causaba celos, era molesto no poder abrazar ni siquiera a los chicos, porque luego de eso se venía un problema. Terminaríamos discutiendo hasta que Kookie llorara y me pidiera perdón por sus celos incontrolables o hasta que yo me alejara llorando hacia la soledad. Lo peor es que ya los demás sospechaban que algo pasaba entre nosotros, pues esas discusiones dejaban de ser normales, no podían serlo si solamente éramos amigos. Y comenzaban a sospechar aún más cuando luego de las peleas nos encerrábamos horas para "hablar de lo sucedido" y al terminar salíamos mostrando marcas en el cuerpo, resultado de no poder controlar la pasión arrasadora con la que concluía cada discusión.

Pero vivimos así por bastante tiempo y cada vez se volvía más y más agotador, el desgaste emocional era demasiado, tanto que nuestra relación ya rallaba en lo tóxico. Incluso terminamos en varias ocasiones, pero regresábamos. Estábamos lastimándonos.

- Ya no lo soporto Jimin, no puedo ver cómo sonríesy juegas con todos. Yo soy tu novio y no quiero que estés con otros haciendo lo que deberías de hacer conmigo –. dijo Jungkook en una de las tantas discusiones que tuvimos.

– Cariño, debes entender que siempre me he mostrado así, dejar de hacerlo de un momento a otro hará que la gente sospeche que algo me sucede, tú sabes que no es por mí –. dije con calma.

– Sí Jimin pero la gente ya sospechan que algo sucede entre nosotros –. respondió.

– Pero no podemos confirmarlo Jungkook y si tú te muestras cada vez más celoso sabes lo que puede suceder –.

– Ya no puedo Jimin, ya no quiero continuar así, me duele demasiado no poder demostrar que te amo y ver como los demás sí pueden coquetear contigo, estoy harto que ante cualquier movimiento Namjoon nos llame la atención, pero él si pueda abrazarte incluso delante de las fans –.

– ¿Otra vez con eso Jungkook?, se supone que ya lo habíamos arreglado, eso sucedió hace ya más de un año – .

– Lo sé Jimin, pero me da rabia, cada vez que sucede lo mismo, yo soy el único que no puede acercarse y eso que yo soy tu novio, es obvio que parece que queremos ocultar algo –.

– Pues si lo metes de nuevo, créeme que mostrándote indiferente ante las armys, no vas a ganar nada y sí puede traernos problemas para el grupo –. Dije ya molesto.

– Jimin, sabes que fue por celos... pero entonces ¿te parece que ellos sí puedan abrazarte y acariciarte y yo no? –

– No estoy diciendo eso Jungkook, entiende que no puedes ser tan celoso, necesito que lo controles, desde el principio hablamos de que esto así debía ser. No podemos confirmar nuestro noviazgo, debemos seguir pareciendo amigos que se coquetean y ya -

– Ya no puedo, ya no quiero... enserio Jimin ya no quiero -. dijo con voz seca.

- Esta bien Jugkook, entonces has lo que quieras, esto se acaba aquí, no me llames–. tomé mis cosas ,salí de la sala de ensayos y me fui a nuestra casa.

Una vez que pude estar completamente solo no pude controlar más las lágrimas. Eso dolió como los mil demonios, juro que sentía que podría morir, Jungkook era parte de mí y no podía imaginar mi vida sin él, aunque eso no sucedería porque estábamos juntos en el grupo, entonces no podríamos dejarlo, y menos en esos momentos, pues fue cuando por fin comenzábamos a tener éxito. Todos teníamos un sueño y debíamos continuarlo.

Creo que ya escucharon esta historia, la conté en el FESTA 2020.

Pero sé que a ustedes les gusta vivir nuestro drama, entonces les terminaré de contar:

Una vez que pude calmarme, me recosté unos minutos hasta que mi celular comenzó a sonar y sin mirar el teléfono contesté y la voz del otro lado habló:

– Jiminie hyung??- dijo una voz quebrada y llorosa

- ¿Qué quieres jungkook?, te dije que no me llamaras –

– Lo siento hyung, lo siento mucho –

Mi kookie siempre ha sido mi debilidad y esa noche estaba lloviendo y como logre escuchar la lluvia a través del teléfono, le contesté:

-  ¿En dónde estás Jungkook? –

– No lo sé Jiminie, tomé un taxi y no supe adonde ir –. dijo aquella voz que seguía llorando

– Tranquilízate, te mandaré la ubicación y ven a casa –

Tomé mi celular y se la envié; ya sabía cómo iba a terminar esto y aunque me sentía muy triste y enojado, no pude evitar sentirme emocionado y excitado, pues lo mejor de nuestras discusiones eran las reconciliaciones, sí, con toda razón y más una vez que ya habíamos comenzado a tener intimidad sexual.

Salí a esperarlo en la puerta y cuando vi a Jungkook bajarse del taxi, corrí hacia él y lo abracé. Mi pobre Kookie no paraba de llorar.

– Lo siento mucho Jimin, enserio lo siento mucho, no quiero terminar, no quiero estar sin ti, yo te amo, te amo demasiado, por fav... –

– Shh... yo lo sé Jungkook, yo también te amo y tampoco quiero que nos separemos, eres mi amor, mi todo -. Dicho esto nos comenzamos a besar, poco a poco subió la intensidad y tal como les dije fue difícil controlar esa pasión que comenzaba a arder en nuestros pechos.

Entramos al departamento y como pudimos comenzamos a quitarnos la ropa.

En un momento a otro ya nos encontrábamos en la habitación sin poder dejar de besarnos, eran besos intensos e insaciables, totalmente ardientes, que nos dejaban queriendo fundir nuestros cuerpos, uno en el otro.