|16.

6.6K 515 68
                                    

ELARA FUE APRISIONADA CONTRA la pared entre risas. Después, los labios de Draco Malfoy cubrieron los suyos. En medio del beso, la chica sonrió.

Notó las manos del rubio en su cadera acercándola más a él. Después, Draco tiró de la camisa de la rubia hacia arriba.

Continuaron con la sesión de besos mientras caminaban hacia la cama de la habitación del chico.

La ropa comenzó a faltar en el camino.

Elara cayó sobre la cama en un ruido sordo riéndose, Draco le sonrió antes de bajar la cabeza hacia el medio de sus piernas.

Ella escuchó el pantalón de Draco desabrocharse y después sintió una lengua en su intimidad. Mordiendo, succionando y chupando todo a su paso.

Elara no ocultó sus gemidos, se sentía tan cerca del clímax. Draco subió dejando besos por el cuerpo desnudo de la chica hasta que depósito uno suave en sus labios. Se alejó lentamente y Elara notó como el aire que tenía en sus pulmones se iba por completo.

Ese ya no era Draco.

Cormac McLaggen le sonrió ácidamente antes de agarrar sus cadera fuertemente y alejar las suyas más. Después comenzó a acercarlas peligrosamente, directo hacia su intimidad.

Elara ya no gemía, gritaba y lloraba del pánico y del terror, y justo cuando Cormac estaba a punto de penetrarla...

Elara abrió los ojos de repente al escuchar un llanto infantil. Su respiración era agitada y notaba el rastro de lágrimas secas en su cara.

Se destapó y se sentó en la cama, se puso unas pantuflas y comenzó a levantarse hacia la habitación de su hermano pequeño, Régulus.

Grimmauld Place estaba muy diferente a como había estado el verano anterior,  Sirius había hecho un gran trabajo reformándolo.

Las paredes que antes solían negras y grises, eran ahora de un suave azul, el piso ya no era de esa baldosa oscura, las baldosas seguían siendo las mismas pero eran de color crema.

Ella caminó hacia la habitación dónde se habían hospedado Fred y George Weasley el verano anterior, esa era la habitación de Régulus.

Cuando entró, la suave luz de la luna se colaba por la ventana, iluminando justo la cuna de su hermano.

La rubia suspiró antes de acercarse y coger a su hermano en brazos, tratando de calmarlo. Aunque quizá fue por los temblores de la chica, o porque el niño de apenas dos meses notaba su angustia, que Régulus lloró más fuerte.

Maldiciendo, Elara se acercó a la ventana para cerrarla. Debía de haber dejado la ventana abierta la noche anterior. Con razón Régulus lloraba, tenía frío. El niño era muy tranquilo, no solía llorar por las noches.

—¿Todo bien? —preguntó una voz desde la puerta. Elara se giró y observó a Sirius Black, que bostezaba. Se acercó extendiendo los brazos hacia el pequeño— Ya lo hago yo.

Elara le pasó a Régulus y se sentó encima de una pequeña butaca que había al lado de la cuna.

—He tenido de nuevo ese sueño —informó la chica mientras miraba la cara de su padre.

Sirius apretó los labios en una línea mientras dejaba a Régulus en la cuna, dormido de nuevo.

—¿Quieres hablar sobre el tema? —preguntó Sirius suavemente mientras se apoyaba contra la pared. Hizo una mueca de dolor.

—Papá, tienes que seguir las instrucciones de los sanadores si quieres recuperarte del todo —dijo la chica poniéndose en pie—. Vamos a la cocina, ya está a punto de amanecer.

𝐉𝐔𝐒𝐓 𝐒𝐄𝐗 ,, Draco Malfoy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora