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LOS RUMORES NO se conocen. Porque son solo eso: rumores.

Las cosas que se pueden conocer son la verdad y las mentiras, Elara sabía eso.

Pero debía ser paciente, muy paciente. Ella llevaba fingiendo que no notaba las miradas de sus compañeros y compañeras desde el inicio del curso.

El incidente en el callejón Diagón de hace semanas había seguido a Elara desde el momento en el que salió de Sortilegios Weasley. Así que, después de ver como todo el mundo la había mirado allí, quizás la gente no la tomaría por loca cuando quisiera mostrarle al mundo como era Cormac McLaggen en realidad.

Elara se encontraba en su habitación en las mazmorras, Electra Malfoy también estaba ahí, tumbada en la cama echando una siesta.

Esa mañana en el Gran Comedor le habían llegado un par de cartas, pero no había querido abrirlas allí. Desde que el pasado junio le había llegado una carta de Molly Weasley diciendole que la iba a ir a buscar Remus Lupin para sacarla de urgencia del colegio, supo que algo andaba mal.

La noche del 18 de junio había conseguido que ella ya no volviese a ser ella nunca más.

Su madre había fallecido. Su hermano había nacido y su padre había sido ingresado de urgencia en el hospital San Mungo como fugitivo. Ah, y ella había sido violada.

No había sido su mejor día. Elara había aceptado por fin lo que le había sucedido: ella fue violada, y no era su culpa. Por fin lo había entendido.

Elara, cariño, pasa le decía una nerviosa Molly Weasley. Se encontraban en el hospital, en el ala infantil.

¿Qué ha pasado Molly? ¿Le ha ocurrido algo a mi hermano? ella preguntó, sin mirar a los ojos a la señora. Notaba todavía su cuerpo temblar y el pantalón que llevaba puesto le rozaba la sangre seca de sus piernas.

Molly trató de sonreír tranquilizadoramente, pero en lugar de eso lo único que fue capaz de formar fue una mueca.

Oh no, él está bien Molly se quedó en silencio y Elara pudo ver como apartaba la mirada con los ojos cristalizados levemente. Es sobre tus padres...

Elara sacudió su cabeza abriendo el sobre que le había llegado por la mañana.

Querida hija,

Te escribo para decirte que Régulus ha comenzado a tomar papillas. ¡Papillas! ¡Qué asco! Pero en el libro que me dio tu madre decía que era bueno que se acostumbrase a diferentes texturas, ya sabes, para que en el futuro coma todo lo comestible.

Bueno, no solo te escribo por eso.

Esta mañana han venido unos tres aurores a casa. Y no, no era para arrestarme. Al parecer alguien les avisó de lo que pasó en Sortilegios Weasley, cuando me descontrolé y ataqué a ese bastardo.

Me han interrogado y están interesados en hacer lo mismo contigo, quieren estar al tanto de lo sucedido, me han puesto una pequeña multa por "escándalo público", ¡já! ¡Sus caras si que eran escándalo público!

Quería decirte que pienso que este es el mejor momento para poner la denuncia. Sé que esa decisión no me corresponde a mí, pero creo que es lo correcto. Mereces tener justicia. Creo que te enviarán una carta para concretar la fecha o algo así.

Espero que estés muy bien, o todo lo bien que puedas estar. Escríbeme pronto.

Saluda a Harry y a Georgia de mi parte, diles que están invitados a venir en navidad. Aunque bueno, Harry básicamente vive con nosotros.

𝐉𝐔𝐒𝐓 𝐒𝐄𝐗 ,, Draco Malfoy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora