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ATENCIÓN: Este capitulo puede herir la sensibilidad de algunos lectores, se recomienda discreción.


CUANDO EL EXAMEN DE historia de la magia terminó, Elara salió hablando con Alyssa y Pansy.

—¿Qué creen que le pasó a Potter? —preguntó la Dolohov.

—No sé, pero no me da buena espina, tengo un mal presentimiento —respondió Elara.

—Quizás deberían de olvidarse de eso —sugirió Pansy—. ¿Cuál era la respuesta de la pregunta tres?

—Era Cantankerus Nott —dijo Theodore, bostezando—. Mi abuelo. Él fue quien escribió el directorio de sangre pura en 1930. Deberías de saberlo, Pansy, nos lo enseñan antes de saber andar.

Theodore y la pelinegra siguieron discutiendo un rato más sobre las costumbres sangre pura y cada quién se fue a su habitación a descansar.

Elara tomó una siesta, y por la tarde, salió a buscar bebida alcohólica a las cocinas. Winky, una elfina con problemas de bebida, le daría algo seguro.

La rubia bebió whisky de fuego hasta que le costaba caminar, y por la noche, salió de la cocina tambaleándose y susurrando palabras tontas.

Elara decidió que iría a ver a Draco, él había dicho algo de celebrar... Eso sonaba tremendamente bien, hacía varias semanas que él y ella no intimaban como era debido.

Sin embargo, no pudo lograr su cometido. Cuando Elara estaba pasando por el pasillo que daba al patio interior del castillo, se encontró con un muchacho.

—Vaya, el destino nos une ¿no, Black? —dijo Cormac McLaggen con una pequeña sonrisa traviesa.

—Que t-te den Cormac —respondió Elara, tartamudeando por la borrachera. Cuando terminó de hablar se tiró un para nada sofisticado eructo.

—Buenas noches para ti también —respondió él, acercándose. Le puso una mano en la cintura y Elara se removió incómoda—. ¿Por qué siempre huyes de mí? Aquel día, en la lechucería, el día de la huída de Fred y George Weasley...

Elara rio como una tonta ante la mención de George. Tendría que escribirle más tarde al pelirrojo.

—¿Sabes qué? Ya me he cansado de estar persiguiéndote, ya no te vas a escapar.

Elara no estaba dándole toda la atención que disponía de ese momento a Cormac, porque la rubia reaccionó cuando él la aprisionó contra la pared y agarró sus manos con fuerza por encima de la cabeza.

—¿Qué haces, Cormac? —preguntó ella en un tono asustado, tratando de zafarse de su agarre.

Mas había bebido demasiado alcohol y Cormac le ganaba en fuerza y altura.

Jadeó con sorpresa cuando notó la mano de McLaggen haciéndose camino por debajo de su falda, pues Elara no llevaba túnica. Ella se removió más, pero era inútil.

—Cormac... por favor... Déjame en paz. Cormac suéltame —susurraba Elara mientras notaba picor en los ojos. No podía estar pasándole eso a ella. No a ella. Ni a nadie.

El chico hizo un movimiento para sacar su varita y Elara levantó la rodilla, pero no le dio en los testículos como esperaba la chica, McLaggen gruñó de dolor cuando recibió el rodillazo en la pierna. Después Elara recibió tal bofetada, que incluso giró la cabeza hacia un lado.

—Iba a ser considerado para que disfrutaras también —dijo con enfado y Elara sintió ganas de vomitar —. Pero ya que no quieres colaborar, lo pasarás mal.

𝐉𝐔𝐒𝐓 𝐒𝐄𝐗 ,, Draco Malfoy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora