𝐉𝐔𝐒𝐓 𝐒𝐄𝐗 ,, Draco Malfoy.

|07.

ELARA SE HIZO LA LOCA cuando vio a Ernie con una túnica que le quedaba pequeña. Por supuesto que era una casualidad que ella ayer hubiese cortado las túnicas de McMillan y hoy el llevase unas pequeñas.

Nadie sabía que había sido ella, tan solo había tenido que seducir a Justin Finch-fletchley y ya.

Cada vez tenían más deberes que hacer y la Black no quería hacer nada. Pero 'su obligación era estudiar'.

Un día, cuando ella estaba en la biblioteca, sí, ella en la biblioteca; Electra Malfoy se acercó a hablar con ella.

—Black, tengo que hablar contigo —le había dicho.

Elara no había preguntado de qué y la había seguido hasta la zona de herbología.

—Granger me ha dicho que Potter le ha dicho que te diga, que van a celebrar una reunión en Cabeza de Puerco en la salida a Hogsmeade este fin de semana. Qué estás invitada. Es confidencial, por cierto.

Así que ahora se estaba preparando para ir a esa reunión no porque le apeteciera, sino porque quería saber de qué iba la cosa.

El cielo estaba despejado pero el tiempo era ventoso. Así que Elara se hizo una trenza a un lado y se puso su gabardina color gris junto con unos vaqueros negros. También sus botas de nieve porque dudaba seriamente de que fuera a nevar.

Elara le dio su permiso a Filch para que le dejaran marchar. Se sentó en el carruaje con Pansy que sentada en frente de ella puso sus piernas encima de las suyas.

—Yo he quedado con Taddeo —mencionó Alyssa.

—Comprensible —mencionó—. Yo creo que voy a explorar el pueblo, y a ver con quién me encuentro.

Y así hizo. Cuando llegaron al pueblo cubierto de blanco. Se bajó del carruaje y echó a andar.

No tardó mucho en recorrer todo el lugar ya que era pequeño. Elara estaba a punto de entrar a Zonko cuando una cabellera rubia platina salió.

—Hola —saludó Elara a Draco—. ¿Qué has comprado ahí? —dijo señalando a la bolsa que llevaba en la mano.

—Cosas —rodó los ojos.

—Honestamente, si no me lo dices, no me entero —Elara siguió a Draco, que había comenzado a caminar.

—Escucha, ya sabes lo de Theodore y ese... Sallow. Ni se te ocurra decírselo a nadie.

—¿Por qué iba a hacerlo? —frunció el ceño— Theodore me cae bien y eso es cosa de él. Yo tan solo tenía curiosidad.

—Quería asegurarme —se encogió de hombros.

Un pequeño silencio se formó entre los dos.

Draco la miraba de reojo y entonces puso una mano para impedir que siguieran andando.

Se puso enfrente de ella y se acercó peligrosa y tentadoramente a su cara. Podía ver lo perfectas que eran sus facciones y sus pupilas grises dilatadas.

Justo cuando Elara iba a dar el paso cuando Draco levantó la mano y agarró algo de su pelo.

Era un diente de león. ¿Qué coño hacía un diente de león en esta época del año? No le importaba.

—¿Sabías que las pupilas se te dilatan cuando ves a la persona que te gusta o a la persona que odias? —comentó la rubia mientras se relamía los labios.

—¿Sí? ¿Cuál crees que eres tú? —dijo mientras sonreía pícaramente.

Elara iba a responder cuando una idea pasó por su mente. Pero no iba a decirla, no todavía.