VI

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Naruto se fue con Hinata mientras yo me quedé para pagar la cuenta. El mesero devolvió mi tarjeta de crédito y observé a Sasuke.

-Listo, podemos irnos –

Él me guio a su auto y subí al asiento del copiloto.

-Gracias por llevarme a casa, tengo auto pero no lo ocupo para nada, prefiero caminar – comencé a hablar para no ir en silencio absoluto todo el viaje – Siento la molestia –

-Hmp, gracias – dijo Sasuke sin despegar la vista del volante –

Sus palabras me hicieron observar su perfil, parecía concentrado en el camino y estoy segura que mi cara arde en este momento.

-¿Te gustó? – Pregunté emocionada – Soy bastante amateur en lo que respecta dibujar y pintar pero me sentí orgullosa de lo que hice ese día –

-¿Es común eso en ti? – Sasuke desvió su vista del volante para observarme un instante - ¿Conoces extraños y les envías pinturas echas por ti? –

Sonreí ampliamente, no somos extraños chico azul, tú sufres igual que yo.

-Bien eso de ser extraños es algo discutible – lo observé – Si de verdad te gustó la pintura pienso que como buena forma de agradecerme es invitarme a almorzar ¿quizá? Y si aceptas, eso ya nos hará un poco más cercanos no crees –

Sasuke soltó una carcajada.

-Eres rara – dijo Sasuke negando con su cabeza mientras conducía –

-Gracias – sonreí orgullosa –

-Aceptarlo como un cumplido te hace jodidamente más rara –

Eso me hizo reír.

-Es aquí – dije señalando el edificio donde vivía – ¿quieres mi número para lo del almuerzo? – le pregunté observándolo –

-Hmp, ya lo tengo – me dijo con una media sonrisa –

Abrí mis ojos con sorpresa ¿se había conseguido mi número?

-Nos vemos entonces Sasuke – le sonreí antes de bajar de su auto –

Cuando llegué a la consulta me sentía agotada, al parecer si tenía un poco de resaca del día anterior pero la sonrisa de mi rostro nada ni nadie podrá quitarla.

-Me siento fatal por dejarlas sola – dijo Ino – Revisando mi teléfono en la noche tenía casi 20 llamadas de Naruto –

-Sí, luego de darle algo de comer a Hinata llamé a Naruto para que fuera por ella y eso fue todo – dije levantando mis hombros – luego Sasuke me llevó a casa –

-¿Sasuke? – dijo Ino confundida –

-Sí, andaba con Naruto –

-Bien, te veo en el almuerzo – me dijo Ino saliendo de mi despacho-

El día transcurrió de lo más normal para ser un viernes, casi al terminar mi turno llegó un ramo de girasoles a mi nombre.

-¿Y eso? – me preguntó Ino curiosa –

Abrí el pequeño sobre que traían las flores.

"Cena a las 21:00 mañana, pasaré por ti.

PD: las rosas son demasiado comunes para alguien como tú"

-Es Sasuke – dije mordiendo mi labio inferior –

-¿Qué? –

-Es para agradecerme un cuadro que le envíe el lunes –

-¿Te gusta Sasuke? – El tono de voz de Ino era como si me estuviera dando la noticia más fatal del universo – No te puede gustar Sasuke –

-Ino – tomé sus manos – Sé que es muy loco lo que te voy a decir pero algo me conecta fuertemente a Sasuke y no sé qué es, pero desde lo que vi no dejo de sentir que tengo que estar cerca de él –

-¿Lo conoces de algo? – Ino me veía como si me hubiese vuelto loca-

-Solo lo sé, vi su rostro ese día en la exhibición de Sai y lo supe –

No quise explicarle lo de los dibujos porque ni siquiera es algo que yo sepa explicar.

-Solo te advertiré lo siguiente Sakura, te conozco hace poco más de un mes y a Sasuke toda una vida, él no es un chico al que puedas amar –

-Gracias – solté sus manos – seré cuidadosa –

Iba caminando a casa cuando una llamada entró al teléfono, era Temari.

-¡Estoy furiosa contigo! – Dijo de inmediato – No has contestado mis mensajes desde que te fuiste-

-Soy la peor amiga, lo sé – dije observando el cielo – Es solo que Japón está siendo una locura –

-Te oyes feliz – escuche a través de la línea decir a Temari –

-Estoy trabajando en lo que siempre quise, mañana comenzaré a estudiar dibujo y pintura y he conocido gente bastante simpática – dije describiendo todo lo bueno que me ha pasado desde que estoy en Japón –

-Gaara no deja de preguntar por ti, deberías enviarle un mensaje o algo –

Solté un suspiro agotador, supongo que Temari siempre me culpará por romperle el corazón a su hermano.

-Estoy bien, no sé si sea una buena idea enviarle un mensaje – dije dudando –

-¿No estás arrepentida de haberte marchado? – Temari sonaba incrédula –

-No- dije endureciendo mi tono de voz – Nunca, ni una sola vez –

-Bien, adiós – su voz se había vuelto molesta –

-Adiós – corté la llamada - 

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Sentimientos Conectados [SasuSaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora