Sentimientos Conectados [SasuSaku]

XXII

Sasuke me dejó en casa después de la boda de Naruto, le di un corto beso en los labios y sin mirarlo fijamente descendí de su auto.

Le había dicho las palabras prohibidas, y peor aún, él no había dicho nada. Decidí sin embargo que iba a presionarlo, ni volver a repetirle mis sentimientos por él, sé que siente cosas por mí y por ahora eso me es suficiente.

No he dormido en más de 24 horas pero aun decido con las pocas energías que me queda, entrar en mi cuarto de dibujo, sacó un bastidor de tela y comienzo a dibujar y posterior a eso pintar una reversión del cuadro que le di a Sasuke

Él seguía de espalda, pero ahora no solo lo rodeaba el azul que para mí significaba tristeza y soledad, ahora había matices dorados entre todos los matices de azul, porque lo amaba con todo mi corazón.

Y comencé a llorar, llorar desconsoladamente, era un llanto amargo, había felicidad porque había encontrado a mi chico azul pero también tristeza porque lo amaba y no sé si seré correspondida algún día.

Sin fuerza y luego de un par de horas me quite el vestido de la boda de Hinata y me recosté en la cama abrazando mis piernas, me gustaría desaparecer.

El sonido de la puerta me despertó, el atardecer ya había llegado, me coloque una bata y rápidamente fui a abrir la puerta, era Ino.

-Sakura ¿estás bien? –

Negué con mi cabeza y volví a llorar, Ino entró de inmediato y se sentó conmigo en el sofá.

-¿Es Sasuke? –

Asentí.

-Le dije que lo amaba –

Ino cubrió su boca con sus manos.

-¿Él que te dijo? –

Negué con mi cabeza.

-No dijo nada – limpie mis lágrimas – Para la boda de Itachi e Izumi él dijo que estaba sintiendo cosas por mí pero tengo miedo de que no me corresponda –

Ino negó con la cabeza y puso sus ojos en blanco.

-Sí sí, me lo dijiste – dije auto regañándome –

-No Sakura – dijo tomando mis hombros para obligarme a verla – No voy a ser esa perra que te dirá "te lo dije" así que pon atención, conozco a Sasuke desde que tenía 5 años, siempre fue una persona fría y luego de morir su madre aún más y desde que llegaste a su vida frecuenta más a sus amigos, decidió hablarle a su padre, te llevó a la boda de su hermano y tiene demostraciones de afecto para contigo, así que no puedes tener miedo de que Sasuke no te amé porque quizá ya lo haga y ni él mismo lo sepa –

Las palabras de Ino me hicieron llorar aún más pero me dieron esperanza, tenía razón, Sasuke necesitaba tiempo y yo tendría toda una vida, me había tardado casi 10 años en encontrarlo, no lo iba a dejar ir tan fácil.

Nos servimos una copa de vino y luego de consolarme comenzamos a hablar de lo que veníamos planeando hace un par de semanas, nuestra clínica psiquiátrica. Ino dijo que su padre se había ofrecido a hacernos un préstamo que jamás nos iba a cobrar para que pudiéramos abrir la clínica y eso me volvió loca.

-Tenemos que ver todo lo legal para crear la sociedad, Sasuke nos puede ayudar – dijo Ino –

-Sí, se lo diré – dije sin poder asimilar todo aún - ¡No puedo creer que tendremos nuestra propia clínica psiquiátrica ¡ -

Abracé a Ino fuertemente, porque en casi 6 meses se había vuelto en una amiga incondicional, casi en una hermana.

Ino se fue a su casa a altas horas de la madrugada y observé mi teléfono, un mensaje de Temari acababa de entrar.

¿Estás despierta?

Rápidamente respondí

Sí

Una llamada entró en mi teléfono, contesté.

-Siento que sea tan tarde pero hay algo que debes saber –

Su tono de inmediato me alertó.

-¿Qué ocurre? – dije preocupada –

-Es Matsuri, está saliendo con Gaara y tiene miedo de decírtelo porque piensa que rompe un código de amigas ¿te molesta? –

-¿Qué? ¿Matsuri y Gaara? – Dije confundida – Claro que no me molesta ¿son novios? –

-Algo así – dijo Temari pensativa - ¿No te molesta entonces? –

-¡No! – Dije aun sorprendida - ¿Son felices? –

-Sí, Gaara esta emocionado –

Eso me hizo sonreír.

-Bien, estoy feliz también por ellos – admití sincera – Solo debemos continuar con nuestras vidas –

-¿Tú ya continuaste con la tuya? ¿Decidiste quedarte allí entonces? ¿No volverás? -

-Sí, también estoy conociendo a alguien – admití – y no tengo planes de volver –

-Si te hace feliz también me hace feliz –

-Te adoro, dile a Matsuri que no estoy enfadada y que sigue siendo mi amiga igual que siempre, nada tiene que cambiar –

Cuando llegué a Japón estaba dispuesta a romper mis lazos con todas las personas que había dejado en Corea, pero eso es imposible, no puedes romper lazos con quienes amas o amaste alguna vez.

La llamada con Temari terminó y fui a ducharme para acostarme a dormir, a pesar de haber dormido toda la tarde seguía agotada.

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