Sentimientos Conectados [SasuSaku]

XXXIII

Desperté desnuda y lo primero que me coloqué fue la camisa de Sasuke tirada en el suelo, lo observé y él dormía plácidamente, se había quedado en mi apartamento ayer.

Fui hasta la cocina por algo para comer, me moría de hambre. Unas manos rodearon mi cintura.

-Buenos días- dije riendo por su tacto –

Sasuke hundió su cabeza en mi cuello logrando erizar mi cuello.

-¿Qué haces despierta? Ven a la cama – dijo en mi oído –

-Suena tentador pero tengo hambre...de comida – dije soltándome de su agarre para ir por la avena- ¿Vas a querer algo? –

-Solo un café –

Preparé el desayuno y fuimos hasta la mesa para poder comer. Sasuke estaba solo con ropa interior, estaba despeinado con su café entre sus manos, se veía tan relajado, tan libre.

-¿Por qué sonríes? –

-Porque me cuesta a veces creer que esto sea real, que tú seas real – le di un sorbo a mi café – Veo mi vida en retrospectiva y es increíble como todo ha cambiado –

Sasuke sonrió.

-Para mí también es una sorpresa todo lo que ha pasado, no te esperaba Sakura –

Ahora yo sonreí.

-¿Crees que nuestros sentimientos están conectados? – Le pregunté - ¿Crees que es así como debimos terminar, tú y yo juntos? –

-No sé mucho sobre cosas como esas, hilo rojo o lo que sea – dijo Sasuke observándome – Pero antes de ir a buscarte la última vez fui a ver a mi madre al cementerio –

La confesión de Sasuke me sorprendió, deje lo que estaba comiendo sobre la mesa y lo observé dándole toda mi atención.

-Fui hasta su tumba, no suelo ir seguido porque es difícil para mí y cuando llegué hasta allí habían flores secas que comencé a quitar para colocar las que yo llevaba y mientras limpiaba había una rama pequeña de flores de cerezo –

Abrí mis ojos sorprendida, no puede ser.

-No puede ser- dije –

-Sí, yo también me sorprendí, así que solo limpie su tumba y me fui hasta la clínica a buscarte, eso debió ser una señal, algo debió significar, no podía ser que esa rama estuviera allí porque sí–

Fui hasta donde estaba sentado Sasuke y me senté sobre él para abrazarlo. Hundí mi cabeza en su pecho y sentí como sus brazos de pronto me rodearon firmemente.

-Te amo – dije sin mirarlo – desde que eras el chico azul que invadía mi mente –

Sasuke besó mi frente y sé, sin que me lo diga que eso significa que también me ama. Nunca me había sentido segura, cómoda o que pertenecía a algún lugar hasta estar bajo sus brazos, volví a acomodarme en su pecho sintiéndome por fin en casa.

FIN.

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