Juguemos *AyS* ¡BDSM!

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chico x chica

ALERTA CONTENIDO BDSM, POR TANTO VIOLENTO Y DEMASIADO EXCITANTE

Le deseaba. Le deseaba y aún le deseo. Probablemente lo hago desde que me paré a prestar atención a mi alrededor cuando se hablaba de él, o incluso antes, cuando el hecho de estar comprometida no le impedía a mi imaginación divagar sobre sus dedos, su lengua. 

Era mejor en persona de lo que le recordaba, con esas manos fuertes, esos tentadores brazos y esa espalda tan apetecible. Me moría por estar entre sus manos desde que le ví, y ni siquiera me molesté en disimularlo.

Después de un día de sutiles caricias, de comentarios calientes, me llegó un mensaje suyo.

>> Ven al baño. Ahora.

Dejé a mi amiga y me fuí con él, que nada más verme me cogió con fuerz del cuello, me alzó unos centímetros dejándome sin aire y me mordió con fuerza. Estaba caliente como nunca, pero se fué con un guiño de ojos. 

Cayó la noche y su sombra apareció en el umbral de mi puerta, tan fuerte y excitante. Se inclinó sobre mí, apoyando las manos sobre mi cabeza para no dejar caer todo su peso. La respiración se me aceleró al sentir su aliento tan cerca mío.

-Solo tengo dos normas; no me tocarás a menos que yo lo ordene, y serás mi sumisa, dispuesta para mí siempre que te desee.

A penas tuve tiempo de asentir cuando sentí sus labios en mi cuello. Deseaba que me marcase, que me hiciera daño. Con una de sus manos me inmovilizó de las mías, que por instinto se movían a su cintura, y me susurró tan cerca de mi oído que me estuviera callada, que había gente en la casa que no se podía enterar.

No sabía en ese momento lo complicado que sería reprimir mis gemidos de placer. 

Me lamió y besó el cuello con fuerza, pero no me besó en ningún momento. Deseaba que me besase. Se quitó la fina camiseta de tirantes que llevaba, dejándome ver su delicioso torso desnudo con la poca luz que nos envolvía. Me tenía abierta de piernas, mojada, y ahora amordazada. 

Besando mis pechos, bajando mi pantalón. Comiéndome el coño. Se veía increíble.

Con mis muslos le apreté la cabeza para que no dejase de penetrarme con su lengua, y sin poder evitarlo le arañé con fuerza cuando me corrí en su boca. Le toqué sin permiso y temí el castigo, pero no lo hubo. Se acercó a mí con el rostro mojado por mi corrida, lamiéndose los labios con deleite, y me penetró con dos dedos, con fuerza y hasta el final, haciendo que me tuviese que agarrar al cabezal y morder la camiseta para no gemir. Dolía, me ardía la entrada y eso me generaba un placer enloquecedor.

Podía sentirlo todo; la habitación a oscuras, la suave textura de su piel, el olor a sexo que desprendíamos, la adrenalina a ser descubiertos. Era demasiado para mí, pero a él no le importó.

Me agarró con fuerza el cuello, y me penetró con sus dedos, moviéndolos sin tregua hasta encontrar mi punto G. El frío de su colgante rebotaba con mi teta, su aliento caliente en mi cuello y sus jadeos de excitación me llevaron al límite en a penas unos momentos. 

Cuando intuimos que estábamos fuera de peligro, fuimos a su habitación, en una cama menos ruidosa, y allí empezó el verdadero juego.

Me agarró con fuerza, me desnudó y me arañó la cintura, haciendo que un quemazón me recorriese conforme la piel cedía a sus uñas. Se acercó a mis labios para morderlos con fuerza, tanta que pensé que me los arrancaría. Estaba tan excitado como yo, y él ni siquiera se había tocado aún. Me penetró con fuerza de nuevo por el mero placer de ordenarme que me callase, y me fue mordiendo el cuello y el pecho, dejando a su rastro marcas y moratones. Estaba cerca del clímax cuando se apartó. 

-Juguemos. A ver cuánto eres capaz de aguantar sin que te tiemble la respiración.

-No podré aguantar mucho... - Con un suave "shh" en mi oído me ordenó a callar. No me había dado permiso para hablar. 

Besó mi cuello con suavidad, mientras sus manos me acariciaban con deleite. Las uñas me arañaban con calma, y cada vez se acercaban a mi palpitante sexo. Entró un dedo en mí, y mi respiración empezaba a fallar por mucho que la intentase controlar. Pronto otro le hizo compañía, y antes del tercero me susurró:

-¿Alguna vez te han metido el puño entero, o seré el primero?

Lo mejor estaba por comenzar. 


¡HOLAA!

¿Cómo estáis? ¿Os ha gustado este capítulo?

Esta es una nueva pareja que os traigo, amo y sumisa, y ya está redactada la segunda parte, pero vosotros decidiréis por instagram cuando queréis que la suba, así que id a mi perfil (ladymblak) ahora mismo para votar ;)

Además recordad que desde allí, en mensajes privados aquí o en comentarios me podéis hacer pedidos, recomendaciones etc.

Conozco de primera mano a esta pareja, así que proponedme cosas sin miedo, y recordad que es BDSM, no apto para sensibles.

Muchas gracias por leer <3

Dulces PecadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora