Jungkook volvió a remover el contenido de su vaso mientras sus amigos hablaban animadamente. Empezaba a pensar qué tal vez Jimin no llegaría. No se le había ocurrido hasta ese momento que al mayor podrían no agradarle sus amigos, o los chicos de primer año en general. Si debía mirar en retrospectiva ni siquiera Jisoo parecía agradarle demasiado, por lo general solía verlo con personas de su generación o alumnos mayores. Realmente estaba intentando no sentirse decepcionado.
El castaño observó a Eunwoo voltearse otra vez hacia él. Y suspiró con pesadez.
—Si vuelves a decir algo sobre mi camisa juro que voy a patearte la cara.
El resto de la mesa rio mientras el aludido fingió disculparse con un gesto exagerado. Él sabía que no era el momento para empezar a abandonar la tonalidad de grises y negros, y tener a sus amigos molestándolo toda la noche no hacía más que demostrar que tenía razón.
—Solo digo que no es demasiado tu color.
Dio un sorbo final a su bebida mientras volteaba los ojos. Jisoo le frotó suavemente la espalda mientras decía algo como "Y qué, alguien esta mesa puede no tener la masculinadad frágil, no me parece un crimen". Pudo escuchar la risa de Teahyung a lo lejos y luego sus quejas, casi ofendido. Jungkook se excusó para ir a la barra y se puso de pie tan rápido como pudo. No recordaba que las noches con sus amigos fueran tan aburridas, y de pronto se encontró extrañando los chistes subidos de tono de Jimin, su estúpida habilidad para hablar de absolutamente cualquier cosa sin sonar aburrido. De pronto deseaba haber sido más convincente para que el mayor se presentara.
Cuando el barman le entregó su trago escuchó detrás de sí un pequeño escándalo. Algunos gritos de sorpresas, aullidos y después la voz de Taehyung volviendo aguda.
—¿Sorprendida perra? —Lo siguiente fue una agradable carcajada que había llegado a conocer tan bien.
Al darse vuelta Jimin terminaba de abrazar al pelinegro y parecía realmente feliz. Jungkook hubiera querido que la boca no se le secara de la forma en que lo hizo, porque luego se le hizo difícil encontrar una explicación razonable. El rubio vestía un jeans negros de cuero, una camisa blanca con el logo de Gucci en el pecho y una chaqueta negra que brillaba en sus hombros. El cabello rubio siempre bien ordenado se veía despeinado, pero en definitiva era a propósito. El menor no tendría de audacia de decir que un hombre jamás la había parecido atractivo, ni negar lo mucho que le atraían los chicos lindos, pero Jimin siempre lo hacía sentir como si todos los demás chicos, e incluso las chicas, hubieran sido una siempre ilusión que se desvanecía cada vez que lo tenía en frente. Se veía radiante. Jungkook comenzó a sentirse pequeño y fuera de lugar, como si no fuera capaz de caminar y saludarlo con normalidad, sin que su voz sonara extraña y sin que sus movimientos se vieran rígidos.
Y luego Jimin sonrió en su dirección y saludó moviendo la mano. Se sentó junto a Taehyung quien se puso de pie de inmediato y se dirigió a la barra.
—No quería ser yo quien lo dijera —inició luego de pedirle al chico detrás de la barra un par de tragos—, pero el gay panic que te agarró se notó hasta allá.
Jungkook frunció el ceño volteando a verlo. El pelinegro río recibiendo lo que el barman le entregaba.
—Asegúrate de poder caminar derecho.
El castaño caminó detrás de él sintiendo cómo su rostro comenzaba a calentarse. Una vez volvió a su asiento junto a Jisoo tomó un largo trago a su vaso escuchando como sus amigos lo animaban. Al dejar el vaso sobre la mesa se dio cuenta de que Jimin lo observaba con la cabeza vagamente ladeada. No pudo evitar tensarse. De cerca se veía...
— ¿Qué? —preguntó comenzando a sentirse mateado.
—Linda camisa —respondió Jimin encogiéndose de hombros.
El resto de los chicos en la mesa intercambiaron miradas hasta que estas llegaron a Eunwoo, quien se veía incomodo. Taehyung soltó un carcajada seguida por algunas risillas indecisas, luego agregó inclinado su cuerpo sobre Jimin.
—¿Ves, Eunwoo? No es tan difícil hacer dar un alago. Cuando tu amigo se ve lindo, se lo dices. No despiertas convertido en mujer por se amable, te lo juro.
Quizá Jungkook se hubiera podido unir al chiste si no hubiera estado tan enfocado en la forma en que la espalda de Taehyung se unía al pecho del rubio, y la forma en que Jimin sujetaba el brazo del pelinegro. ¿De dónde se conocían y por qué él no tenía idea? El mayor se llevó el vaso a la boca para evitar reírse de los comentarios de Taehyung y una gota se deslizó por la comisura de su labio. Jungkook tragó en seco.
La conversación solo duró hasta que las luces se volvieron bajas y la música empezó a escucharse más fuerte. Poco a poco sus amigos comenzaron a ponerse de pie y a dirigirse hacia la multitud de bailaba en el centro del local. El castaño se quedó en su asiento hasta que Jisoo lo jaló del brazo para que ambos se unieran a la pista. Jungkook volteó a ver a Jimin antes de que todas las personas que estaban de pie le bloquearan la vista. ¿Se veía aburrido?
Taehyung lo tomó de la chaqueta y lo jaló para que ambos quedaran cara a cara. Jimin lo miró con una ceja alzada.
—Si nos vamos ahora —dijo como si el tema fuera extremadamente secreto— aún alcanzamos los tragos gratis del Lux y puede que queden chicos sobrios.
El mayor esbozó una mueca sardónica.
—Me comprometí a venir —respondió como si fuera obvio. El pelinegro se quejó.
—No quiero aburrirme toda la noche porque quieres ver a Jeon. Ya lo ves lo suficiente cuando vas a casa de Yoo. Por favor —rogó alargando las últimas letras—. Además estás tanto o más aburrido que yo. Los hetero no saben como divertirse.
—Ah, pero el papel de hetero te sale fantástico.
— ¿De verdad? —preguntó entusiasmado.
—No, Taehyung. Huelo el glitter a tres cuadras.
El mejor bufó cruzándose de brazos. Luego de unos segundos se incorporó sorprendiendo a Jimin.
—No —dijo Jimin nada más darse cuenta—. Taehyung olvídalo.
—Oye, te digo que el closet no es un buen lugar. Ni siquiera Jeon merece quedarse ahí por el resto de la eternidad.
El mayor suspiró y le sostuvo la vista a Taehyung. Y entonces dudó. Qué era lo peor que podía pasar.
—Solo hasta que cierren la barra.
Taehyung se puso de pie de un salto, tomo sus cosas rápidamente y agregó casi llegando a la puerta "Apúrate, los espero afuera".
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SUGAR BABY | Kookmin [EN EDICIÓN]
FanfictionJimin es el chico de acompañamiento más solicitado de su empresa. ¿Qué pasará cuando se enamore del hijo de uno de sus clientes?