SUGAR BABY | Kookmin [EN EDICIÓN]

02. Lo besó

Tarareaba mientras veía los números del ascensor aumentar de uno en uno con la misma velocidad de siempre. La caja de metal se detuvo en el último piso presentándole un panorama desconocido hasta entonces. Lo primero que notó fueron las luces bajas y los tenues destellos coloridos que aparecían cada tanto, confundiéndolo. Poco a poco el resto de sus sentidos volvieron a funcionar y fue sorprendido por un aroma dulce y música lenta, lo que lo hizo pensar que quizá debía volver por donde había llegado. Pese a ello, sus piernas decidieron actuar por cuenta propia, comenzando a moverse dentro del gran departamento de su padre, sumergiéndolo en una sensación que no lograba definir.

Una vez dentro su atención parecía estar en todas partes, en los hombres de traje, en los chicos y chicas de prendas provocativas que se paseaban tranquilamente por el departamento, en las parejas o tríos conformados y, por supuesto, no pudo evitar notar que en los platillos donde debía haber comida solo había diversidad de condones y dulces que parecían exóticos. Respiró profundamente cuando, después de mirar por un rato a los chicos que atiborraban el lugar, reconoció en ellos su edad, e incluso llegó a la conclusión de que algunos debían ser más jóvenes.

Siguió su camino una vez que salió por fin de la burbuja en la que se había sumido, una que no lograba identificar como pánico o simplemente sorpresa. A medida que avanzaba sintió que sus piernas perdían el vigor que habían tenido en una primera instancia, se volvían más y más débiles con cada sonrisa que recibía de aquellos hombres que debían tener, intuía, la edad de su padre.

Se detuvo en seco, confundido y con la boca seca, al llegar al living. Estaba más silencioso que el resto del lugar y estaba casi en penumbra, la música de fuera llegaba amortiguadamente y Jungkook no pudo evitar sentir que la atmosfera era demasiada intima. Quería irse. Pero entonces, aunque la habitación parecía repleta, su atención se enfocó en los cinco hombres reunidos en torno al televisor, cuya luz los iluminaba y donde se proyectaba un simple juego de baile. Todos ellos mantenían la mira fija en el chico de cabello rubio que bailaba siguiendo diligentemente los pasos del juego. Junto a él bailaba, con evidente menos gracia, un hombre de aspecto mayor.

Cuando por fin la canción terminó, el televisor se apagó por medio segundo y cuando se encendió nuevamente mostraba los puntajes del juego. El chico rubio saltó en su lugar sonriendo ampliamente, celebrando que había sido el ganador. Jungkook no estuvo preparado para ver a su padre levantarse del sofá, saliendo de la oscuridad en la cual había estado oculto hasta el momento. Una vez de pie se acercó al rubio, lo acercó a su cuero tomándolo por la cintura y lo besó profundamente.