Jungkook comenzaba a entender ciertas cosas sobre Jimin. La actitud altanera que solía tener, la arrogancia con la que se expresaba cuando algo le disgustaba, la ferocidad con la que defendía sus opiniones. Había estado ahí, había presenciado como aquellos hombres lo miraban, y se dijo que era una coraza lo suficientemente fuerte como para defenderse de ellos. Pero también debía ser una coraza difícil de quitarse de encima. Tal vez estaba sobrepensando demasiado, pero después de un par de semanas simplemente tenía sentido. Estaba evitando pensar en ello tanto como podía, porque tenerlo presente implicaba que la imagen que tenía de Jimin se desvanecería poco a poco hasta convertirse en nada. Sin embargo, Jimin estaba ahí todo el tiempo. En los pasillos, en la cafetería, en las clases de Filosofía. Todo en él le recordaba el incidente de la fiesta. Sus expresiones, la forma en que movía las manos, la manera en que reía. Los comentarios descarados, la sutil manera que tenía de avergonzar a sus compañeros sin que ellos se dieran cuenta de que habían sido avergonzados. Cada detalle lo llevaba de vuelta al momento en que su padre salió de las sombras para besarlo profundamente. Era algo en la forma en que vestía, casual y a la vez elegante, algo en la forma en que el collar que adornaba su cuello brillaba cada vez que movía la cabeza, algo en la forma que los pantalones se ajustaban a sus piernas a la perfección.
Negó para sí mismo, porque sobre todo empezaba a entender los murmullos, los rumores, las miradas que Jimin solía recibir en la universidad. ¿No se lo había dicho Eunwoo en la fiesta de bienvenida? Desde el día de la fiesta sus palabras se repetían con una nitidez repentina que lo sacaba de quicio. Yo no me fiaría demasiado de él. Había dicho. Y luego: Te enteras de muchas cosas si prestas atención. Algo sobre acostarse con un maestro. Algo sobre un bar nudista. Pensó que era ridículo. Nada en Jimin gritaba escort1 más de lo que lo haría una pila de periódicos viejos. Recordarlo le molestaba. Lo hacía sentir ingenuo e inocente, como si fuera incapaz de ver más allá del rostro de la gente. Y tal vez lo era, porque, a través de la ira que se asentaba oscura y pesada profundamente en su pecho, seguía pensando que se trataba de un personaje. Nadie podía decir lo contrario después de ver el miedo en los ojos de Jimin luego de ser descubierto.
Y pese a ello no pudo evitar recordar a Jimin rechazando su invitación a desayunar porque sería "poco ético". Pensó con amargura en todas aquellas cosas que parecían poco éticas desde esta nueva perspectiva y bufó por lo bajo. La comprensión rápidamente se convirtió en molestia. Sin embargo, observó a Jimin con detención, sopesando sus sentimientos y emociones, y se dijo a sí mismo que no estaba siendo razonable. La vida del mayor no era su problema, no lo era ahora y difícilmente podría convertirse en su problema en el futuro. Sí, el tipo estaba acostándose con su padre o algo parecido, pero de todas formas él tampoco se relacionaba mucho con Yoo. Y entonces Jimin rio ante la pregunta de un compañero, y la llama que luchaba por apagarse en el pecho de Jungkook volvió a encenderse, viva y furiosa. Debió hablar en voz alta, porque Jimin lo miraba con atención e incredulidad. Estaba apoyado al borde del escritorio del profesor Min, con los brazos cruzados sobre el pecho y el cuerpo relajado.
— ¿Podrías repetirlo? —preguntó Jimin mirándolo fijamente, en un tono monótono. —Debió ser una idea brillante para que me interrumpieras.
Habló soltando los brazos para luego apoyar las manos en el escritorio que estaba detrás de él. En su rostro se plasmó una sonrisa sardónica que hizo a Jungkook tensar la mandíbula. Quizás él sabía cosas sobre Jimin que no debería saber, cosas que dejaban a Jimin en una muy mala posición, pero no parecía que eso hiciera a Jimin ser menos soberbio de lo que solía ser. Quería ponerse de pie y decirle que se fuera a la mierda, qué no entendía como una persona tan poco respetable podía sentir tanto amor propio, y eso lo hizo sentir enfermo. Hace tan solo unas semanas se había sentido indignado ante los comentarios de Eunwoo, y ahora estaba dispuesto a vomitarle encima al mayor solo porque, por alguna razón, estaba molesto con él. Molesto con el chico con quien no había cruzado más de veinte palabras. Cuando decidió hablar, Jimin aún lo miraba atentamente.
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SUGAR BABY | Kookmin [EN EDICIÓN]
FanfictionJimin es el chico de acompañamiento más solicitado de su empresa. ¿Qué pasará cuando se enamore del hijo de uno de sus clientes?