La situación se había vuelto ridícula.
Primero fueron las bromas de Yoongi, tan ácidas y grotescas como siempre. Comentarios a los que estaba tan malditamente acostumbrado que hubiera pasado por alto sin mayor esfuerzo, pero que por alguna razón se quedaban dando vuelta en su cabeza hasta entrada la noche. Luego el desconcierto en el rostro de Nam, como si el mayor pudiera ver a través de sus ojos y hubiera descubierto algo de lo que Jimin todavía no era consciente. Cuando la cosas no parecían poder ponerse peor, se descubrió a sí mismo demasiado enfocado en prestar atención a la presencia de cierto castaño, presentándose de oyente a clases de primer año, ansioso cada vez que se dirigía al departamento de Yoo.
Si el rubio hubiera tenido la capacidad de mentirse a sí mismo se hubiera justificado diciendo que no era más que curiosidad, pero cuando Min preguntó no fue capaz de hacer nada más que llevarse las manos al rostro y dejar salir un hondo sonido de frustración. ¿Qué demonios había cambiado en tan poco tiempo? ¿Y por qué de un momento a otro no podía dejar de pensar en aquel accidente en el ascensor? ¿Por qué seguía tan jodidamente obsesionado con el olor de su Shampoo?
—¿Te han dicho que eres terriblemente irrisorio?
Jimin retiró sus manos de su rostro apenas lo suficiente para poder observar el rostro de Yoongi, solo para encontrarse con una mueca burlesca.
—No es divertido.
—No. En definitiva no debe ser divertido querer meterte a la cama con un idiota que detestas —respondió viendo cómo Jimin dejaba caer la cabeza sobre la mesa.
El rubio lo miró sin cambiar de postura y fingió una expresión de indignación. Como si fuera posible sorprenderse ante los comentarios burdos que Min Yoongi era capaz de hacer con un par de copas más.
—¿Cómo que meterme a la cama? —pregunto aún metido en el papel—. Se dice coger. No te pongas dramático.
El mayor soltó una carcajada animado, y una vez que terminó fingió limitarse un par de lágrimas en el rabillo del ojo.
Jimin se enderezó y se frotó el rostro mientras percibía como los últimos rastros de risa abandonaban la voz del pelinegro. De nuevo, si él hubiera poseído la valiosa habilidad de mentirse a sí mismo, habría podido decir que el asunto se acababa ahí. Dejar de pensar en Jungkook hubiera sido tan fácil como rascarse la picazón, molestar un poco al chico, envolverlo alrededor de su meñique y simplemente acostarse con él. Un procedimiento sencillo. El problema era que no estaba tan seguro de que esa fuera la situación.
Quizá si no se sintiera torpe cada vez que el castaño estaba cerca, si no se sintiera incómodo cada vez que Yoo lo mencionaba, si no se sintiera mal de estómago cada vez que fingía no haberlo visto en el pasillo. Si tan solo pudiera olvidar lo vulnerable que se veía aquella noche. Si no se sintiera molesto cada vez que lo veía sonreírle a aquella pelinegra. Entonces él tal vez tuviera una excusa, pero no era así.
—De verdad me intriga saber quién te lastimó tanto para que te llegara a gustar alguien como Jungkook —comentó mirando su vaso a medio acabar.
—En primer lugar, no me gusta Jungkook. En segundo lugar, ¿quién me lastimó tanto?
Yoongi hizo una mueca graciosa antes de decir algo. Los chistes sobre el pasado de Jimin solo eran graciosos cuando el chico estaba de humor, y parecía ser que ese no era el día.
—Cierto, no te gusta. Solo quieres acostarte con él —dijo terminado de un solo sorbo el resto de su trago. Jimin lo imitó—. Digamos que estás siendo honesto. Entonces, ¿cuál es el problema?
El pelinegro volvió a ver al menor, pero Jimin miraba muy concentrado la servilleta sobre la mesa, con el ceño y los labios fruncidos. Pareció despertar antes que de Yoongi pudiera traerlo devuleta por sí mismo.
—¿Qué quieres decir con "alguien como Jungkook"?
—Creo que ya hemos tenido esta conversación antes —respondió en tono obvio, pero a Jimin seguía perdido—. ¿No?
El rubio negó lentamente.
—Bueno, ya sabes, heterosexual.
Jimin rodó los ojos exageradamente y Yoongi no pudo evitar comenzar a reír.
—Pensé que dirías que golpeaba perritos de la calle o algo. —Min siguió riendo hasta que notó que el resto de las mesas lo miraban.
—Deberías haber visto tu cara. Estabas aterrado, así de tanto te gusta un tipo hetero. Que horror.
—¿Quién dice que es heterosexual?
—¿Estamos hablando del mismo Jeon Jungkook, verdad? No creo que mi radar esté tan dañado. Estoy viejo, pero no soy ciego.
—¿Se puede estudiar humanidades y seguir siendo hetero? —preguntó Jimin genuinamente curioso. Tener días horribles y beber acaban por hacerle cosas extrañas a su cerebro.
Yoongi se encogió de hombros.
—Al menos durante el primer año. Pero no creo que seas tan idiota como para no notar que le gusta esa chica a la que siempre está pegado.
Jimin bufó, sentido como su humor se amargaba. El mayor llamó al camarero y pidió dos daiquiris más de fresa mientras el rubio volvía a apoyar la cabeza sobre la mesa. Él realmente quería estar menos enterado de las cosas. Podía ignorar los hechos en la facultad, después de todo no es que se topara tantas veces con el menor durante el día –o al menos las veces que ocurría de manera accidental eran pocas–. Pero no podía ignorarlo cuando Jungkook había adoptado la costumbre de pasar el rato con Jisoo en el departamento de su padre. Jimin comenzaba a preguntarse si el semblante tan lúgubre que había adopado Yoo las últimas semanas era su cumpla por ser un mal actor.
—Eso no quiere decir que sea hetero.
—¿Te dices eso a ti mismo mientras te masturbas?
—¿Por qué te importa lo que me digo mientras me masturbo? ¿Cuándo te volviste tan vulgar, Min Yoongi?
—Solo digo que, incluso si no es heterosexual, ya tiene una persona que le gusta.
—Puedo con eso.
—¿Por qué hacerse tanto problema cuando solo quieres acostarte con el tipo? —preguntó con un deje de molestia en la voz.
Cuando se dio cuenta de que la respuesta no llegaría, suspiró con un aire de culpa. Estaba molesto con la situación, con la idea de Jimin yendo siempre detrás de los tipos incorrectos, y había acabado por herir al chico sin siquiera quererlo.
—Lo siento.
—No, tienes razón —contestó sin mirarlo—. Solo hablemos de otra cosa, ya me jodí la cabeza lo suficiente.
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Holaa, lamentó no haber actualizado en tanto tiempo. Pero por diversas razones la inspiración se había ido y tampoco había tenido tanto tiempo para poder dedicarme a escribir. La semana siguiente tengo un receso de la universidad e intentaré preparar algunos capítulos más para ustedes.
Gracias a las personas que han seguido esperando capítulos y aquellas que se han ido sumando 🖤
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SUGAR BABY | Kookmin [EN EDICIÓN]
FanfictionJimin es el chico de acompañamiento más solicitado de su empresa. ¿Qué pasará cuando se enamore del hijo de uno de sus clientes?