- Especial 900k -

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Chloe Kouzouni

Llevo el chupetin a mi boca para poder usar ambas manos y amarrar bien el trajecito de Alexander, sus manos están convertidas en puños a sus costados y no me deja colocarle el sombrero.

- ¡Andrew! - me quito la golosina - ven a colocarle el sombrero a tu consentido.

Mi esposo aparece en el umbral, aún lavando sus dientes y con el torso al descubierto, una toalla envolviendo su cintura.

- ¿Aún no estás preparada para repartir dulces? - me quita el sombrero de la mano para colocarselo a un Alexander de 6 meses enfadado.

- Alice ya está lista y está durmiendo, solo me faltaba Alex para comenzar a prepararme.

Mi princesa de dos años estaba disfrazada de Alicia (en el país de las maravillas) su cuento y película favorita. Mi pequeño gruñón está disfrazado del sombrero loco para hacer juego con su hermana.

Aunque claro, yo hubiera preferido disfrazarlo de Shrek por sus actitudes para conmigo.

- Pues ve a ducharte. - asiento y me quito el dulce de la boca para dejarlo en la suya.

(...)

Abrocho el corset y ajusto mi camisa, mi cabello ya se encuentra rizado y solo queda pintar mis labios.

- Eres una pirata sexi. - Andrew besa mi hombro.

- ¿Y tú garfio? - le miro las manos que ajusta a mi cintura y él comienza a repartir besos por mi cuello.

- Me lo pondré luego. - acerca aún más mi cuerpo al suyo y me permite sentir su erección en la parte baja de mi espalda, haciendo que lama mis labios y que mi piel cosquillee como la primera vez.

El amor que siento por él es enorme y no ha cambiado en nada en los pocos años que llevo conociéndolo, desde ese momento en el que entró a mi vida atropellandome y luego ofreciendome el trabajo de mi vida.

Comenzó siendo un simple empleo de niñera y terminé casada y con un bebé más.

Lo alejo de mi cuerpo y dejo un casto beso en sus labios, mis manos aferradas a su rostro y a su barba de un par de días.

- Tarde mucho colocándome el corset, me lo vas a arruinar, te conozco. Ve a por nuestros hijos y ponte ese garfio que bajo en cinco minutos y los quiero a los tres listos. - No disimula su decepcion haciendo un puchero tierno en mi dirección.

- Cuando regresemos ya verás lo que te espera. - sale de nuestra habitación dejándome con una sonrisa en el rostro.

Me pinto los labios de rojo antes de agarrar el resto de los accesorios y bajar, allí mi marido está como todo un padre luchón sosteniendo a nuestros dos hijos en sus brazos. Los mece de un lado a otro y Alexander intenta quitarle el garfio pero llego y lo tomo en mis brazos.

Mi gruñón se remueve enfadado antes de palmar mis pechos y levantar la mirada indicándome que tiene hambre.

- ¡Ha! Para eso sí quieres a tu madre, abusivo.

Alice se recuesta en el hombro de Andrew mientras él la pasea por la sala.

Saco mi pecho como puedo y se lo ofrezco a Alexander, quien no tarda en prenderse de él y succionar como el hambriento que me ha demostrado que es, aparte de impaciente.

Ayuda Millonaria © ✓ [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora