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22 | Mala situación

Chloe Andersson

Escucho gritos desde mi habitación, abro los ojos pero me volteo e intento dormir nuevamente pero la puerta de mi habitación se abre.

- Chloe, creo que debes de bajar, ha venido tu madre. - El rostro de Adrien se nota preocupado. - Andrew esta hablando con ella.

De momento a otro me siento en la cama y el sueño se aleja de mi.

- ¿Como que esta hablando con mi madre?

- Si... y mi madre quiere salir a golpear a la tuya, baja y ordena esta caos.

Saco las piernas de la cama y me pongo mis pantuflas para salir tras de Adrien de mi habitación, ambos bajamos las escaleras rápido pero yo me detengo a mitad de ellas a distinguir en especial unos gritos.

Mi madre esta aquí y esta furiosa.

Bajo los escalones que me quedan, paso de Amelie y abro la puerta principal de la casa encontrandome con Andrew hablando pacificamente con mi madre y ella, ella no esta nada pacifica con sus respuestas.

- ¿Se puede saber que demonios haces en mi lugar de trabajo?

- ¡Oh hija! ¿Tú lugar de trabajo? ¿y me recibes con esas fachas? ¿enserio piensas que me creere eso? Ya parenle con su jueguito de niñera y jefe, sabia que eras como yo, te convertiste en lo que odiabas ¿no es así?

Me acerco aún mas a ella.

- Explicate.

- Te acuestas con un millonario y a cambio obtienes todo lo que deseas, inclusive protección para tu padre.

Intento acercarme a ella pero soy detenida por unas manos sujetando mi cintura.

Las mismas manos, en el mismo lugar, pero distinta situación.

- No lo hagas, lo hace para provocarte. - la voz de Andrew logra calmarme por un momento.

Solo por un momento.

- Escuchame, no voy a gastar mi tiempo en decirte la verdad porque una persona como tú no lo merece, solo te dire que si intentas volver a acercarte a mi padre esto se volvera peor de lo que crees.

- Cuidalo ahora, visitalo ahora porque cuando acabe con él ya no podras y te arrepentiras.

- ¿Que demonios quieres con mi padre? Maldita sea. - intento soltarme pero Andrew no me lo permite.

- Callarlo.

Se escucha la puerta de la casa ser abierta y unos gritos acercandose a nosotros.

La señora Amelie ha sido soltada.

- ¡Acabaré con esa maldita!

Andrew debe de soltarme para ir a calmar a su madre y yo aprovecho el momento para acercarme a la mía.

- Será mejor que te vallas, las influencias que tiene tu adorado marido son una miseria al lado de las influencias que mueve esta familia. Largate y no vuelvas a aparecer por mi vida ni por la de mi padre.