Ayuda Millonaria © ✓ [EN EDICIÓN]

26 | Arriesgarnos

Andrew Kouzouni

Resulta que si pudimos hacer el traslado hacia Grecia, vienen unos medicos que se encagaran del cuidado del padre de Chloe de igual manera.

Chloe, ella se ha encontrado triste desde que salió del hospital hace una semana, las únicas veces que la vi sonreir ha sido cuando esta con Alice. Al parecer mi hija no solo me da alegria a mi sino que a ella también.

En este momento nos encontramos nosotros tres y el chofer llendo hacia la casa de mis padres aquí en Grecia, Chloe mira por las ventanillas fascinada de todo lo que nos rodea.

- ¿Te gusta? - tomo su mano, la cual se encuentra apoyada en el único asiento que nos separa.

Alice esta dormida placidamente en mi pecho, Chloe primero mira nuestras manos unidas y luego levanta la vista observandome con aquellos ojos tan grandes que me cautivan.

- Me encanta. - le sonrío y a ella le cuesta pero me devuelve la sonrisa.

Vamos preciosa, no es tan dificil esto, apostamos y ganamos o simplemente salimos del juego y perdemos.

- Y aún no has visto nada, en la noche saldremos a dar una vuelta así que alistate preciosa. - llevo su mano hasta mi boca y deposito un beso en ella.

- Andrew... no es necesario todo esto ¿lo sabes cierto?

- Lo sé pero yo quiero hacer esto para verte feliz. - vuelvo a sonreirle y noto nuevamente aquel hermoso sonrojo en su rostro lo cual agranda aún más mi sonrisa.

Cuando llegamos a casa de mis padres primero bajo yo con Alice aún dormida en mis brazos, luego rodeo el auto para abrirle la puerta a ella, no me resulta fácil pero lo logro con exito.

- Gracias. - me sonríe.

- Por nada preciosa...

Quiero agregar algo más pero llega mi madre e interrumpe el momento.

- Te mostraré la casa mi amor, quedaras encantada. - me mira por sobre su hombro.- Andrew hijo lleva a Alice a la habitación que se encuentra a un lado de la tuya, mande a que preparen algo para ella. - sin más entrelaza su brazo con el de Chloe y se adentran en mi antigua casa.

- Es oficial hermano, mamá ya no nos ama y hay que vivir con eso. - habla Alec a mi lado.

Sonrío y me acerco a mi padre.

- ¿Como va lo del traslado?

- Va perfecto, recién he hablado con el medico, tomaron en cuenta tu opinion de conectarlo en casa pero se negaron por lo que iran directamente al hospital central de aquí.

- Entonces los medicos se iran nuevamente ¿no?

- No, ellos quedaran aquí ya que hay ciertas cosas de las que necesitan encargarse, pero solo permaneceran un mes.

Esos doctores son de confianza, no conozco a los doctores de aquí y verdaderamente no quiero dejar al señor Andersson en malas manos.

》Sé lo que piensas Andrew pero aquí los doctores también son confiables, vamos, ve a llevar a Alice a su nueva habitación.

Asiento y subo los seis escalones que hay hasta llegar a la puerta principal de mi antiguo hogar, recuerdo todos los golpes que me di por intentar subir rápido.

Observo la sala con nostalgia, sigue todo igual excepto por las cortinas y la alfombra que se encuentra de un color beige cuando antes estaban de color negro.

Mamá siempre fue una fanatica de los colores oscuros.

Subo hasta el segundo piso y paso de mi habitación de cuando era niño y adolescente llendo directamente a la siguiente puerta que ahora esta pintada de un rosa pastel.