Andrew Kouzouni
Un alivio recorre mi corazón al sentir el cuerpecito de Alice a mi lado al momento de despertar, hay veces en las que llora tanto que no me queda otra alternativa que hacerla dormir junto conmigo. Siempre con el miedo a tirarla de la cama y por ello me alivia tenerla al lado.
Me levanto lentamente intentando no despertarla, la acomodo bien al medio de la cama, rodeando su cuerpo con almohadas antes de comenzar a alistarme para mí día, seguramente de mierda, en el trabajo.
Todos los días son de mierda al no tener con quien dejar a Alice, pasaron tres meses desde su nacimiento y desde que Hannah murió, en estos meses hice malabares entre el trabajo y ella. Me cuesta equilibrar las cosas aún.
Mi mujer es algo que extraño y pienso en las noches, Alice es una manera de estar con ella ya que es un pedacito de ambos. La dulzura de Hannah es algo que quedó impregnado en nuestra hija.
Al momento de salir del baño, solo con una toalla alrededor de la cintura, soy detenido de mi camino al vestidor por un llanto.
Bufo entre risas ya que es algo muy normal en ella, no me deja hacer nada prácticamente. Dirijo mis pasos a la cama para calmar a mi pequeña.
— Tranquila cariño, papi esta aquí. - la alzó y acomodó su cabeza en mi hombro antes de mecerme con ella en mis brazos.
La familia de Hannah también trabaja, no tengo con quien dejar a mi hija en absoluto. Hubieron veces en las que la deje con el ama de llaves, que obviamente es de mi mera confianza, pero es claro que no puede estar al tanto de los asuntos de la casa al mismo tiempo que atender las necesidades de mi hija.
Sobretodo cuando la casa es tan enorme y hay tanto por hacer, tiene ayudantes pero siempre tiene que estar vigilando.
Me dirijo al vestidor y la acuesto en una pequeña cuna portátil que se encuentra ahí, hay de estás esparcidas por toda la casa.
El olor de su pañal provoca que frunza la nariz y recuerde que la primera vez que se lo cambie creí que era sencillo cuando era todo lo contrario.
Las mujeres de los video tutoriales del internet lo hacían ver demasiado fácil.
Supongo que con el tiempo te acostumbras.
Me visto para el trabajo y luego me dedico a prepararla a ella, sus cosas están junto a las mías y lo hago en un tiempo récord, usualmente soy de tardar bastante en prepararla, sobretodo cuando se mueve tanto.
La tomo en brazos nuevamente y ambos bajamos a desayunar, su biberón ya está esperándome en la mesa junto a mi desayuno, mido la temperatura y se lo doy, a su vez intento desayunar. Debo de hacer malabares y no mentía con respecto a ello.
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Ayuda Millonaria © ✓ [EN EDICIÓN]
Romance[COMPLETA] Luego de la muerte de su esposa, y quedando a solas con su pequeña hija, el millonario Andrew Kouzouni se ve en la necesidad de buscar una niñera. En el proceso se topa con Chloe Andersson, una mujer liberal que está un poco loca pero se...