Capítulo 1.2

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    - M-Mis disculpas, Kōrihi-sensei... -exclamó Yukiko, mirando primero a Kuroe y luego a Ishiki, cuya cabeza humeaba ligeramente.

    - No te preocupes, Hitogata-san -respondió la mujer-. Es culpa del idiota de mi hermano por no cuidar apropiadamente cosas que no le pertenecen.

    - ¡¿En serio?! ¡Ya me disculpé! Además, una alumna acaba de atacar a alguien que recién sale del hospital.

    Kuroe se quedó pensativa un momento, cerrando sus ojos para concentrarse.

    - Bueno, es cierto... -dijo finalmente, abriendo uno de sus ojos y mirando a Yukiko, quien dio un respingo.

    >> Pero, dado que hoy no estoy trabajando, supongo que puedo pasarlo por alto -añadió, sonriendo ante la cara de sorpresa de su hermano.

    - ¡¿Acaso están conspirando en mi contra?! -gritó Ishiki, iracundo. Sus ojos emitían una peligrosa chispa rojiza.

    Justo cuando su mano derecha parecía estar a punto de hacer ignición, Ishiki sintió que una mano pequeña tiraba de la manga de su camisa. La distracción bastó para evitar que causara un incendio allí mismo. Después de todo no podía encender el oxígeno a su alrededor si su mente no se centraba en el sitio que quería incendiar en primer lugar.

    Mirando en la dirección de la cual provenía el leve tirón, su mirada se encontró con la de una niña pequeña, de alrededor de ocho o nueve años.

    - Disculpe... ¿Es usted de Judgment? -inquirió la pequeña.

    - Em... Algo así. ¿Qué necesitas? -respondió Ishiki, tratando de sonar lo más calmado posible.

    Desesperada, la niña señaló hacia un grupo de personas en la calle, a unos cinco metros de ellos. Allí se veía a dos chicos bastante corpulentos que parecían estar extorsionando a un chico de contextura delgada. Ishiki asintió, llevando sus manos a las ruedas de su silla y movilizándose por su cuenta hacia el grupo de gente. Conforme se acercaba, pudo oír fragmentos de la conversación que tenían.

    - Vamos, vamos. ¿Quieres usarlo o no? Son solo diez mil yenes.

    - ¡E-El trato decía mil yenes! ¡No tengo más que eso! -exclamó el chico delgado-. ¿Saben algo? Prefiero retirar el trato...

    - ¿Oh? ¡Entonces serán cien mil yenes por hacernos perder el tiempo! -gritó el otro chico corpulento, empujando al chico-. Esta pieza musical vale cada segundo en oro, ¿sabes?

    - ¡Por favor! ¡Haré lo que se--GAH!

    El chico fue interrumpido por el intenso golpe en el lado izquierdo de su cabeza que le había dado uno de los chicos corpulentos, lanzándolo al suelo.

    - ¡Alto ahí! -gritó Ishiki, tirando de la manga de su camisa para mostrar el estandarte de Judgment a los chicos corpulentos. Mirando primero el escudo y luego la silla de ruedas de Ishiki, ambos estallaron en carcajadas.

    - ¿En serio esto es lo mejor que pudo traer tu hermanita? -dijo uno de ellos, observando al chico que se levantaba del suelo-. ¡Un tullido!

    El otro chico se acercó a Ishiki con semblante burlón. Era tan alto y corpulento que su sombra lo cubría totalmente. Mirando a la niña que lo había llamado, le hizo una seña para que esperara con Kuroe y los demás. Una vez que la pequeña se hubo refugiado detrás de la profesora, Ishiki miró a los ojos a su oponente.

    - ¿Qué es lo que quieres, enano? ¿Quieres que te rompa los brazos, para que combinen con tus piernas? -dijo el chico, apretando los puños.

Toaru Kagaku no Magician; Volumen 02Donde viven las historias. Descúbrelo ahora