Yukiko estuvo casi toda la tarde sentada en su habitación, frente al escritorio. Se quedaba observando la pantalla de su computadora fijamente, aunque su mente estaba en otro sitio. Una y otra vez recordaba aquella carta, tratando de adivinar a quién pertenecía.
Por la letra y el pequeño dibujo sabía que no era ni de Maruo ni de Ishiki. Consideraba que podría pertenecer a alguien de su clase, ya que la carta decía que la habían estado observando por un tiempo. Sin embargo, algunos chicos de su salón ya estaban en una relación con alguien, ya fuera dentro o fuera de su clase.
Entre más vueltas le daba al asunto, más difuso era todo. ¿Quién se estaba fijando en ella? Y más importante aún: ¿por qué? Ella no era especialmente talentosa, ni especialmente inteligente. Es cierto que sabía que no era fea, pero en su clase había chicas muchísimo más hermosas que ella.
Yukiko no solía relacionarse mucho con los demás chicos, aparte de sus dos amigos. Pero sí que solía hablar bastante con las demás chicas. Incluso tenía una relación de amistad bastante cercana con algunas de ellas.
Entonces cayó en la cuenta de algo.
"¿Y si fue una chica de la clase quien escribió la carta?".
Claro. Eso explicaría el exceso de katakana en la carta, la caligrafía sencilla pero curva, e incluso el dibujo del pequeño conejo. ¡Además de que tenía en mente algunas posibilidades sobre la identidad de la autora de la nota!
- Ahora que lo pienso, esto podría hacer las cosas más fáciles... -dijo la chica para sí misma-. Sólo tendré que decir que no estoy interesada de esa forma en las chicas.
Yukiko no pudo evitar sonreír. Sentía que se estaba sacando un peso del pecho. Era mucho más fácil de aceptar para esa persona el que ella no estuviera interesada en chicas que el que simplemente no la quisiera a ella como pareja.
Ahora que ya tenía su mente más despejada, finalmente volvió a centrarse en la pantalla del ordenador. Decidió procrastinar en su web favorita un rato antes de pensar en cómo actuaría al día siguiente. Había varios encabezados nuevos que llamaron su atención.
"'El tren sin rumbo que nadie ha visto detenerse'. Esto suena interesante, aunque para mí que es sólo algo sobre un tren fantasma, seguro es falso. ¿Oh? 'La misteriosa habilidad capaz de cancelar otros poderes'. Guardaré este artículo para leerlo mañana. Hmm... ¡Ah! ¡Este realmente me intriga! 'Clonación de un Nivel 5 en Ciudad Academia'. Suena a mito lo veas por donde lo veas, pero esta clase de conspiraciones me encantan. ¡Oh! También guardaré este sobre el misterio dentro del Edificio Sin Ventanas del Distrito Escolar 7".
Estuvo un buen rato guardando varias leyendas urbanas y leyendo los comentarios que dejaba la gente. Había un usuario llamado Saten_koRui, con quien había intercambiado comentarios de vez en cuando. Le parecía una persona bastante divertida, aunque tenía una forma peculiar de expresarse, con un descaro muy inusual.
Mientras navegaba por el sitio se encontró con más comentarios sobre la leyenda urbana más famosa de Ciudad Academia en aquel momento: el Level Upper. La gente discutía sobre si funcionaba o no, si era un virus o una estafa.
No obstante, Yukiko simplemente sonrió una vez más. No sabía cuántos lo habían utilizado, pero ella podía asegurar que funcionaba.
Incluso en aquel momento, su teléfono tenía descargado el archivo. No lo había borrado en caso de que lo necesitara nuevamente, pero bastó escuchar aquel audio una vez para obtener la habilidad que tanto había anhelado adquirir durante tantos años.
***
La tarde y la noche transcurrieron con relativa normalidad. Charlotte ya dominaba bastante bien el regulador de temperatura de la bañera, así como la lavadora y la secadora de ropa. Sin embargo, el televisor seguía confundiéndola, y tras haber dañado tres discos de la cocina Ishiki decidió que ella tendría prohibido tocar el electrodoméstico. Al final la chica optó por mirar lo que mismo que su compañero de cuarto en la televisión, o practicar su lectura del idioma japonés con unos libros de texto de primaria que Ishiki tenía guardados. Al menos ya no estaban acumulando polvo.
En cierto modo, ambos comenzaban a sentirse menos incómodos al compartir el lugar. No eran los mejores amigos, para nada, pero al menos estaban en mucho mejores términos que el día anterior. Quizás se debiera a la paciencia que Ishiki había demostrado tenerle para explicarle cómo se utilizaban los electrodomésticos, o quizás era porque sabía que estaba gastando el doble de dinero en comida por ella, pero Charlotte había aprendido en cierto modo a convivir con él. Se sentía agradecida, y aunque tenían sus diferencias, se sentía un poco más como en casa.
La mañana del 18 de julio transcurrió igual a la anterior. Ishiki se levantó del futón, se cepilló los dientes y se puso el uniforme. Tras preparar el desayuno de ambos y dejar el de Charlotte junto a una nota que indicaba a qué hora debía estar lista para acompañarlos al Seventh Mist, Ishiki salió con su silla de ruedas hacia su escuela.
Sin embargo, apenas hubo cerrado la puerta cuando sintió que alguien lo sujetó del hombro. Con un grito y un sobresalto, Ishiki volteó a mirar a quien lo había asustado.
- ¡Buenos días, Kishi-kun! -dijo Yukiko, colocando sus manos sobre los mangos de empuje de la silla de ruedas y llevándolo por el pasillo. Estaba inusualmente alegre aquel día, lo que era particularmente extraño dado el estado de ánimo que había tenido el día anterior.
- ¡Y-Yukiko! ¿Qué haces aquí?
- ¡Pues llevarte a la escuela! Quería sorprenderte hoy -respondió la chica, ruborizándose un poco.
- Me podrías haber avisado. ¿Qué tal si hubiera salido antes de que llegaras? -exclamó Ishiki.
- ¡Por favor! Si siempre duermes lo más que puedas. Creo que nadie tiene tantas llegadas tardías como tú.
- Tampoco falto tanto... -respondió el chico, ruborizándose. Yukiko tenía razón en eso. Gracias a sus constantes ausencias había sido tachado como delincuente, y haber estado en la lista de búsqueda de Anti-Skill no mejoró nada su reputación. Era hasta ahora que formaba parte de Judgment que podría comenzar a limpiar su nombre, borrar y reescribir la reputación dañada que tenía.
Siguieron conversando con la normalidad de siempre mientras la chica llevaba su silla de ruedas. Al llegar al primer piso, se encontraron con Maruo, quien tenía la camisa mal abotonada debido a que tuvo que vestirse con prisa.
Mientras los tres amigos iban hacia la escuela, la visitante de Ishiki apenas se estaba levantando, de un humor mucho más agradable que el de los últimos días.
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Toaru Kagaku no Magician; Volumen 02
FanfictionLas Carroñeras y la Segunda Railgun. Level_Upper_And_Two_Mages. Ciudad Academia. Una urbe que se adelantó treinta años con respecto al resto del mundo gracias a su tecnología y avances científicos. Un lugar donde los estudiantes se esfuerzan día tra...