- ¿Ahora entiendes, Ishiki? -inquirió Charlotte, señalando un párrafo del libro de texto de Inglés. Llevaba, por fin, un atuendo diferente. Vestía una blusa de tela delgada y manga larga de color blanco, ligeramente holgada, junto a unos shorts de mezclilla. En aquel momento tenía unas zapatillas de color rosa pálido, ya que eran su calzado para interiores. Un moño de color negro coronaba su cabeza, dándole un aire elegante y tierno a la vez. Como había prometido aquella noche, Ishiki la había acompañado al Seventh Mist a comprar ropa, aunque esta vez sus amigos no habían podido acompañarlos. En su lugar había ido Kuroe, quien seleccionó un amplio guardarropa para la chica. Parecía estarse divirtiendo al hacerla probarse diferentes atuendos, como si fuera una muñeca.
- Hmm... Creo que entiendo un poco mejor ahora. Gracias, Charlotte -respondió Ishiki, quien llevaba una camiseta de color azul claro y unos shorts blancos. Pese a que el aire acondicionado estaba encendido, el calor del verano seguía siendo bastante intenso.
Apenas estaban comenzando a avanzar en serio con los trabajos de Inglés cuando oyeron a alguien aporrear la puerta con tanta fuerza que parecía que iba a derribarla. Charlotte ya había saltado, mirando a la puerta con ambas manos extendidas hacia los lados. Si era un enemigo, atacaría sin dudar--aunque no sabía si podría usar magia sin perder el conocimiento.
Sin embargo, no era ningún enemigo. Reconocieron la voz de Maruo en cuanto éste comenzó a gritar:
- ¡Issan! ¡Issan! ¡Necesitamos tu ayuda! Hitogata-chan... ¡algo le sucede!
Al oír el nombre de su amiga Ishiki se levantó también, corriendo hacia la puerta, aunque dando tropezones de vez en cuando, debido a su aún frágil condición. Tras abrir la puerta, el chico pelirrojo, con sus grises ojos llorosos, lo sujetó por los hombros con algo de agresividad.
- ¡¿Qué sucede con Yukiko?!
- Ella... ¡no se levanta! Comenzó a sentirse mal, hablaba entre dientes y de repente perdió el conocimiento... Hace un momento llegó una ambulancia a llevársela.
Ishiki palideció.
- Y no parece haber sido la única... -comentó Charlotte, observando la televisión, que había estado encendida todo el rato. El programa de variedades que tenían puesto como sonido de fondo mientras trabajaban había cambiado a un noticiero. La presentadora, visiblemente afectada, informaba de la situación que ocurría en Ciudad Academia.
Entrando nuevamente al apartamento, acompañados por Maruo, se quedaron atónitos al escuchar el informe:
- ... Esta tarde, miles de estudiantes de Ciudad Academia han sido reportados perdiendo el conocimiento simultáneamente. Incluso ahora siguen llegando ambulancias a las facilidades médicas. No parece haber un motivo aparente para que ocurra algo tan grave...
- Y-Yukiko ya está en el hospital, ¿verdad? -inquirió Ishiki, apartando la vista de la televisión, mirando a su amigo.
- Así es... Llamé a emergencias en cuanto vi que perdió el conocimiento... -aunque su voz sonaba más tranquila que antes, un tono de preocupación seguía marcando sus palabras.
Ishiki miró de nuevo el televisor. Pero no escuchaba a la reportera ni a su informe ya, sino que su mente estaba inundada por pensamientos y preocupaciones de lo que podría haber causado aquello a Yukiko. ¿Podría ser solo una casualidad? ¿Que simplemente sufriera de una hipoglicemia y se desmayara? Porque si no era así... ¿qué podría causar aquel caos en Ciudad Academia?
"Ya investigaré por mi cuenta... Los médicos deberían saber algo", pensó Ishiki, saliendo del apartamento. Maruo y Charlotte salieron tras él, cerrando esta última la puerta. Corrieron hacia el hospital, ya que los chicos no pensaban esperar por alguno de los autobuses automatizados. Además, seguramente Charlotte gritaría del susto al ver que un vehículo se estaba moviendo sin conductor, y no era el momento de explicarle que aquello era de lo más normal en Ciudad Academia.
Al llegar al hospital, preguntaron por el número de habitación donde estaba Yukiko Hitogata, y avanzaron por los pasillos tan rápido que Ishiki no notó a las dos chicas, ambas vestidas con el uniforme de Tokiwadai, que entraban a una de las oficinas de los médicos, llamados por aquel doctor con cara de rana.
Y de aquellas dos chicas, ya había cruzado caminos con la de las coletas antes. Como era de esperar, en aquel momento llevaba la banda de Judgment en el brazo derecho, e iba acompañada de una chica de cabello corto, bastante reconocida por ser la Tercera Nivel 5.
Sin embargo, la Railgun de Tokiwadai y el Mago de Ciudad Academia no se conocerían aquel día.
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Toaru Kagaku no Magician; Volumen 02
FanfictionLas Carroñeras y la Segunda Railgun. Level_Upper_And_Two_Mages. Ciudad Academia. Una urbe que se adelantó treinta años con respecto al resto del mundo gracias a su tecnología y avances científicos. Un lugar donde los estudiantes se esfuerzan día tra...