La luz del sol de verano pasaba por la ventana de la habitación, iluminando la estancia. En ella había una única cama, sobre la cual reposaba Yukiko, con los ojos cerrados. Si no fuera por las extrañas circunstancias en que Maruo había presenciado todo, habrían podido jurar que se hallaba plácidamente dormida.
Pero, desafortunadamente, no era el caso. Aquel doctor con cara de rana ya había hablado con ellos, simplemente diciéndoles que una enorme cantidad de estudiantes en Ciudad Academia habían perdido el conocimiento prácticamente al mismo tiempo.
Aunque Ishiki se hallaba destrozado, Maruo parecía incluso más afectado. El joven pelirrojo estaba sentado en un banco de madera, al lado de la cama de Yukiko. Sus ojos plateados la miraban fijamente, incapaces de reflejar nada. Para él, ella era como un miembro más de su familia, y ver el estado en que se encontraba en aquellos momentos lo destrozaba. ¿Y si jamás volvía a despertar...?
Sin embargo, Ishiki no era siquiera capaz de mirarla. La chica que habitualmente reía a su lado, se enfadaba, gritaba, ahora estaba en coma. Hacía solo unos días había arriesgado todo por salvarla, por evitar que le pasara algo malo... Y aún así, no pudo protegerla.
Apretando sus puños, se dio media vuelta. Cojeaba, pero no era importante en aquellos momentos. Simplemente no podía verla...
Charlotte lo observó mientras salía, pero incluso ella podía imaginarse cómo se sentía...
"Supongo que... es normal preocuparse tanto por amigos, ¿no?", pensó. "Jamás tuve un amigo... No hasta ahora. ¿Qué debo hacer? ¿Seguirlo y consolarlo? ¿Quedarme aquí y darle su espacio? Dios mío, esto es tan confuso..."
Optó por simplemente quedarse allí, en un incómodo silencio. No conocía muy bien a los amigos de Ishiki, por lo que tampoco podía decir que el estado de Yukiko le afectara particularmente. Aunque había sido ella quien la había cubierto cuando llegaron aquellos... ¿policías?
Dando un suspiro, se signó, juntando sus manos posteriormente.
Sabía que no podía utilizar su magia... Así que simplemente se quedó orando en silencio. No sabía si lo hacía por ella, o si lo hacía únicamente porque, por algún motivo, no soportaba ver a Ishiki tan mal... Aunque, muy en el fondo, sentía que también traicionaba sus propias creencias.
Al fin y al cabo, una novicia rezando por la salud de una habitante de aquella ciudad que había rechazado a Dios era algo nuevo para ella. Más cuando hacía solo unas semanas había estado a punto de destruirla.
Pero al pensar en los momentos felices que había tenido desde que llegó a Ciudad Academia como refugiada... Pensar en Ishiki, la hacía estar agradecida de haber fracasado en su misión.
——o——
Ishiki se encontraba en el piso inferior, frente a una máquina expendedora de bebidas. No quería tomar nada en específico, solo deseaba mantenerse ocupado. Estaba sacando su compra (una lata de café negro) cuando con el rabillo del ojo divisó una figura conocida.
Aquellas coletas eran imperdibles, haciéndola resaltar por entre la multitud pese a sus escasos ciento cincuenta centímetros de estatura. Miraba con un aire de tristeza y preocupación hacia la salida del hospital, como si recién se hubiera despedido de alguien.
Ishiki no pudo evitarlo. Se acercó cuidadosamente, asegurándose de no hacer ruido. No tenía motivo alguno para hacer aquello, simplemente seguía el primer pensamiento que su producía su cerebro, como una máquina carente de propósito. Al estar lo bastante cerca, levantó su mano libre, dándole una brusca palmada en la espalda a la chica.
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Toaru Kagaku no Magician; Volumen 02
FanficLas Carroñeras y la Segunda Railgun. Level_Upper_And_Two_Mages. Ciudad Academia. Una urbe que se adelantó treinta años con respecto al resto del mundo gracias a su tecnología y avances científicos. Un lugar donde los estudiantes se esfuerzan día tra...