Liam Payne
Habíamos pasado toda la semana ensayando aquella coreografía en nuestros ratos libres y por las noches cuando llegábamos a casa después de los compromisos con la banda. Nos salía algo mejor que el primer día, no estaba perfecto ni mucho menos pero al menos no nos tropezábamos.
- ¿Estáis ya listos? –grité cansado de esperarlos desde el sofá. Miré el reloj.- No, si encima de que vamos a hacer un ridículo espantoso, llegaremos tarde.
- Eh, tranquilícese, señor Payne.-dijo Louis poniendo una mano sobre mi hombro.
- Eso, no va a pasar ninguna de las dos cosas.-dijo Harry animado, llegando al salón también.
- Bueno, lo de llegar tarde puede que no pase.-dijo Zayn peinándose el tupé con la mano por enésima vez.- Pero lo de hacer el ridículo, casi seguro.
- Podemos irnos ya.-dijo Niall saliendo de la cocina con una bolsa de gominolas.
Salimos los cinco y tras unos veinte minutos en coche, llegamos a la universidad. Aparcamos en frente de la entrada a la residencia y nos quedamos en la entrada. Habíamos quedado con ellas en la sala de baile pero había un problema: no teníamos ni idea de dónde estaba. Por suerte, había un cartelito donde indicaba con flechas las diferentes salas y aulas que había en la residencia y tras caminar por un largo pasillo, las vimos sentadas en las gradas, en frente de la sala. Nada más vernos, vinieron a saludarnos.
- Genial, ni siquiera hemos hecho nada aún y ya se están riendo.-nos dijo Zayn.
- Esto va a ser divertido.-dijo Mel.
- Muy graciosa, Pecas.-dije yo.
- Bueno venga, va, no perdamos el tiempo.-dijo Ann.
- Queremos nuestro premio.-dijo casi canturreando Vic.
- Ya vamos, ya.-dijo Niall.
- ¿Hay un ordenador por aquí? –preguntó Harry.
- Allí.-le indicó Ann.
- Ala, venga, señoritas, tomen asiento y disfruten del espectáculo.-dijo Louis y ellas se sentaron en el suelo riendo, al fondo de la sala mientras Harry buscaba la canción.
Empezó a sonar la música, Dj got us falling in love, de Usher y nosotros empezamos a movernos lo mejor que supimos, intentando recordar la coreografía que la chica del video enseñaba. Ellas reían y nos aplaudían, silbándonos, haciéndolo todo muy exagerado. Nos colocamos los cinco de espaldas para volver la cabeza y quedar mirándolas cuando sonara la última nota de la canción pero al girarnos, ellas no estaban allí.
- ¿Dónde están? –preguntó Niall.
- Ni idea.-dije encogiéndome de hombros.
- ¿Tan mal lo habremos hecho? –preguntó Louis riendo.
- ¿Chicas? Venga, salid ya de donde estéis.-gritó Harry mientras Zayn las buscaba con la mirada por la sala pero ni rastro de ellas.
- ¿Qué hacemos? ¿Vamos a buscarlas o las esperamos aquí? –preguntó Zayn.
- Vamos a mirar fuera.-propuse.
Salimos fuera y empezamos a buscarlas, mirando alrededor de la sala. A los pocos minutos escuchamos música y volvimos inmediatamente dentro y allí estaban las cinco, empezando una coreografía al ritmo de Crazy in love.
Gabriella Blair
Empezó a sonar la música y los chicos empezaron a bailar. Se veía que habían estado ensayando pero aun así, el baile no era lo suyo, estaba claro. Hacían algunos movimientos graciosos, otras veces intentando hacer movimientos sexys de caderas con los que las chicas y yo empezábamos a gritar, como si fuéramos fans enloquecidas y nos moríamos de la risa. La verdad es que mi atención estaba totalmente captada por cierto rubito irlandés, que desde hacía unos meses me volvía loca y con el que no sabía bien cómo actuar. Era adorable conmigo pero a veces parecía que solo éramos amigos, otras en cambio parecía que incluso le gustaba tanto como él a mí y ya no sabía qué hacer. Había pedido consejo a las chicas y me habían dicho que se lo dijera, pero no me sentía con la suficiente confianza en mí misma, no me sentía preparada para aceptar que su respuesta fuera un “lo siento, Gab, para mí solo eres una amiga más”.
Seguí mirando cómo bailaban y no podíamos para de reír, era inevitable con esa poca coordinación que mostraban. La canción estaba a punto de acabar y por suerte para nosotras, se dieron la vuelta. Con cuidado de no hacer ruido, nos levantamos rápidamente y salimos de allí. Se nos había ocurrido darles una sorpresa bailando para ellos después. Escuchamos que la música terminaba y nos metimos en el vestuario para cambiarnos de ropa mientras escuchábamos sus voces preguntándose dónde nos habíamos metido. Nos vestimos de manera parecida a como lo hicimos en la fiesta de Niall, unas mayas negras y camisetas básicas, cada una de un color distinto y las zapatillas a juego con la camiseta. Cuando escuchamos la puerta cerrarse, salimos de los vestuarios, Mel encendió la música y a los pocos segundos, los chicos volvieron a aparecer, mirándonos algo incrédulos.
Niall Horan
Escuchamos música y decidimos volver a la sala para ver si las chicas estaban ahí. Ya lo creo que estaban y empezando a bailar como aquel día en mi fiesta de cumpleaños. A juzgar por las sonrisas en sus rostros, nuestras caras debían de ser de auténticos idiotas pero supongo que fue inevitable. Nos sentamos como habían hecho ellas antes, y no pude evitar que mis ojos fueran a parar solamente a ella. A Gabriella. A sus labios, sus ojos, su sonrisa, sus movimientos, en definitiva a ella entera. Llevaba unas semanas dándole vueltas a algo sencillo, según los chicos, pero bastante complicado para mí: cómo explicarle que cada vez que la tenía cerca me ponía nervioso y me invadían unas ganas enormes de besarla. Estaba decidido a decírselo hoy y mientras la veía bailar seguía pensando qué palabras serían las adecuadas para ello. Terminaron su coreografía y no sé qué fue lo que me impulsó a hacer aquello pero lo hice: me levanté rápidamente del suelo, fui hacia ella y sin dejarla decir absolutamente nada, la acerqué a mí de la cintura y la besé.
- No te dijimos que lo hicieras así, Nialler.-escuché la voz de Harry y risas por parte de los demás. Pero para mí en ese instante no existía nadie a nuestro alrededor, tan solo ella, yo y nuestros labios que se resistían a separarse.
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Take Me To Another World (L.T.)
FanfictionAparentemente su vida era de lo más normal: tenía unos padres a los que adoraba más que a nadie en este mundo, tenía buenos amigos que hacían que viviera feliz cada segundo, cada minuto y cada hora de los días que pasaba junto a ellos y también habí...