Descontrol

597 67 11
                                    


Y ahí estaba él nuevamente como en el 33... Solo.

Dicen que no deberías sentirte solo si tienes a un grupo de personas a tu lado apoyándote en cualquier momento, pero aún así aunque tengas a todo el mundo a tu alrededor en el fondo te sigues sintiendo sin compañía.

A pesar de que tenía a todos los vengadores, a sus amigos con él, aún así se sentía vacío.

Era difícil para él sentirse así, porqué a parte de lastimarse, lastimaba aquellas personas que se preocupaban por él, y lo supo desde que empezó alejarlas de su lado cuando lo único que ellos querían eran apoyarlo.

Y ahí nuevamente... En aquella oscura habitación como todas las noches, se movía de un lado a otro por causa de una horrible pesadilla.

Se levantó exaltado con su respiración anormal, sintiendo como su calor corporal aumentaba... No otra vez.

Incorporándose recargó su espalda en la cabecera, tratando de meditar al sentir como un ataque de ansiedad estaba por llegar, en eso sintió una gran preocupación y desesperación que lo hizo levantarse de aquella cama.

Haciendo la sabana que lo cubría de lado, puso sus pies en el suelo tratando de buscar a tientas sus pantuflas, al hallarlas se paró y camino hacia el pequeño balcón que tenía el hotel. Trataba de que el aire lograra tranquilizarlo pero eso no ocurrió, su desesperación aumentaba, entonces ingresó nuevamente a la habitación y empezó a caminar de un lado a otro, no lograba calmar su ataque de pánico, y la desesperación y ansiedad aumentaba cada vez más.

En eso se detuvo abruptamente como si una gran idea se le hubiera venido a la mente, caminó rápidamente hacia su mochila que estaba en el pequeño sofá del lado derecho de su cama, busco por todos lados el diminuto objeto.

- No, no, no, no, ¡No!- mierda no la pudo haber olvidado.

Sacó todas sus pertenencias de ahí volteando su mochila para que estás cayeran de jalón al sofá, unas cayeron al suelo por el rebote que ejerció, pero no le importaba sólo queria el objeto.

- ¡Mierda no!- llevó sus manos a su cabello con frustración, ahora que haría.

Prendió las luces de la habitación, no pudo haberla olvidado tenía que estar sí o sí en algún lugar, aproximadamente tardó 5 min en encontrarla entre todas sus pertenencias que estaban regadas en el suelo y sofá, hasta que por fin la hallo, no tardó demasiado ya que tenía muy pocas.

Soltó un suspiro aliviado para después mirar todo el desastre que hizo por aquel objeto, luego se encargaría de ordenar su ropa. Apagó las luces nuevamente y se dirigió al baño donde ahora fue el turno de encenderlas ahí.

Recargó sus manos en el lavabo para mirarse en el espejo y fue donde pudo apreciar sus ojos bastante cansados por falta de sueño, esas ojeras que los adornaban y que con el paso de los días se hacían cada vez más visibles, su piel empezaba a verse un poco más pálida, su cara más delgada por la falta de comida, era todo un desastre.

Sonriendo débilmente a su reflejo, miró el objeto entre sus manos para luego suspirar y bajar la mirada a su abdomen, notando una cicatriz de hace días que el suero se encargaría de desaparecer. Si su madre estuviera aquí le recriminaría una y otra vez lo idiota que estaba siendo, y no suficiente hasta le metería una golpiza por atreverse hacer esa estupidez. 

Pero su madre no estaba así que podía hacerlo, no había forma de que alguien pudiera detenerlo, a nadie le importaba como para que éstos notaran lo que hacía... Bueno bucky fue el único, pero lo trató como la mierda al alejarlo cuando quería ayudarlo, pero no era momento de traer esos recuerdos... Tomando un bocado de aire grande, decidido de si, se desprendió de su camiseta para aventarla lejos importándole un carajo donde cayera, dirigió la pequeña navaja que tenía en sus manos para enterrarla por completo en su piel.

Tu PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora