Carta

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- ¿Estás bien?- preguntó un confuso Lang mirando de reojo al castaño que estaba repasando los planos de la máquina nuevamente.

- Si, ¿Por qué?- dijo al momento de volver a leer las hojas. Por más que quería no podía concentrarse.

- En estos dos días has estado muy distraído, como si te preocupara algo, ¿Es por la máquina?-

Y efectivamente Lang tenía razón, desde que había tenido aquella pesadilla hace dos días por más que quería no podía concentrarse, su mente no dejaba de repetir esas escenas en el transcurso del día. Se supone que al saber que sólo había sido una horrible pesadilla estaría bien, pero al parecer no era así. Los sentimientos de preocupación y remordimiento no lo dejaban en paz.

- Oh sí, solamente nos queda una semana para terminarla- dijo haciéndole creer a Lang que había acertado.

★★★

- Quiero que te graves muy bien en tu mente- habló al mismo tiempo que con su dedo índice apuntaba su cabeza- Que lo que me pasó no es tu culpa, yo te defendí porque quería hacerlo así que por favor ya deja de hacerte más daño hijo, no me gusta ver como todas las noches haces esos cortes, eso no solucionará nada, así que prométeme que ya jamás lo harás- lo tomó de las manos para mirarlo fijamente.

- Ya no lo haré nunca más, por fin estoy aquí contigo- sonrió determinado.

- No hijo- negó repentinas veces confundiendo al rubio- No puedes quedarte aquí, tienes que volver-

- ¿Qué?, No mamá, yo...-

- Aún no es tu tiempo, me encantó hablar contigo nuevamente y tenerte entre mis brazos, pero esto ya acabó, tienes que regresar, todavía tienes una larga vida por delante- poniéndose de pie hizo que su hijo hiciera lo mismo.

- Pero yo no quiero-

- Debes de hacerlo, ahí abajo hay muchas personas que te están esperando con los brazos abiertos, están muy preocupados por tí. Ya después cuando sea tu turno nos volveremos a encontrar para tener nuestro viaje infinito- dirigiendo una mano a su mejilla la acarició con cariño- Nunca pierdas la fé, verás que pronto todo ésto mejorará, sigue así. Y sobre todo no olvides cuanto te amo- atrayendolo, lo envolvió en un cálido y fuerte abrazo.

- No quiero dejarte sola nuevamente- contestó en medio del llanto.

- No tienes porque temer, estoy en un lugar feliz y estoy muy bien aquí. Quiero que te vayas sin cuidado, no te mortifiques más por un pasado que no vale la pena recordar-

- Te voy a extrañar- respondió aferrándose más a la mujer.

- Aquí te esperaré con los brazos abiertos el tiempo que sea necesario-

Y lo último que vieron sus ojos fue como la mujer que era envuelta en una reluciente luz le sonreía a lo lejos mientras se despedía con su mano... Y entonces todo se volvió negro.

Acostumbrando sus ojos a la iluminación que desprendía la habitación, los abrió lentamente.

- ¡Despertó!- oyó el eco de una voz a su lado derecho.

Luego a esta se le sumó el ruido de la puerta siendo azotada y del pisar de personas.

- Steve, ¿Me escuchas?- preguntó la voz de una mujer al tenerla enfrente, pero aún no sabía quien era ya que solamente podía ver su silueta- Revisa sus signos vitales-

Tu PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora