La complejidad de estar a tu lado || THIAM ||

¿Vivir juntos?

Ambos chicos bajaron de la camioneta y caminaron hacia el gran edificio donde vivía el pequeño junto con los dos adultos. Tocaron timbre y entraron hasta llegar a la puerta del loft. Derek abrió con una amplia sonrisa haciéndose a un lado dejando pasar a ambos chicos, entraron con cautela, sentían un extraño aroma en el aire que no supieron reconocer. Stiles se encontraba en el sofá, sentado bebiendo una taza de té, y algo perdido en sus pensamientos. Liam y Theo se sentaron en un sofá frente al humano sin comprender que estaba pasando.

-Oigan... ¿Está todo bien?. -Interrogó confundido el pequeño beta a su "madre" y al ex alfa.

-Sí, Liam, es solo que Stiles quiero hablar contigo de algo. -Contestó el mayor de todos con una sonrisa sentándose junto a su novio.- ¿No es así, Stiles?

-Em... Sí... -Suspira bajo el pálido pelinegro.- Liam... Creo es es hora de que te vayas de aquí... -Derek le dió un leve codazo en su costado haciéndolo bufar.- Bien, ya... Li, si tú y ésta quimera quieren irse a vivir juntos ahora yo... Bueno, nosotros y Scott e Isaac, estamos de acuerdo en que eso pase. Realmente tiene un compromiso admirable contigo y no podemos reprocharle absolutamente nada, vimos un cambio abismal en él y decidimos que si ustedes quieres eso, vamos a ayudarlos y a acompañarlos en lo que necesiten... Sólo queremos que seas feliz, Pequeño... -Concluyó su breve discurso el hijo del Sheriff muy apenado.

Ambos chicos se quedaron sorprendidos y en completo silencio, no sabían cómo reaccionar al respecto, no sabían si el otro quería hacerlo, dar ese paso tan grande y cambiar radicalmente sus vidas. Theo miró a Liam como si él fuera a darle una respuesta a su pregunta, Liam lo miró, esperando también una respuesta que no iba a obtener. Respiraron profundo sin dejar de mirarse fijamente a los ojos, hasta que la quimera decidió romper ese horrible silencio.

-Liam... ¿Quieres vivir conmigo?. -Preguntó nervioso el de ojos grises y cabello castaño a su novio.

-Sólo si tú quieres... -Contestó el pequeño con una sonrisa.

No hacía más falta hablar, eso era todo. Sus reacciones químicas de amor inundaron todo el Loft. Luego de una pequeña charla sobre que el beta tendría que ir mínimo una vez a la semana a cenar con sus "padres" y llamar por lo menos tres veces, dejó que los chicos vayan al cuarto a empacar la ropa y las cosas del menor. Ya solos en el cuarto acomodando las cosas, decidieron tener una conversación un poco más profunda, pero ésta vez fue el rubio quien rompía el silencio.

-Theo, ¿Como te sientes?. -Interrogó el joven con una pequeña sonrisa mientras doblaba su ropa.

-Creo que no podría sentirme más feliz... -Suspiró el mayor con una sonrisa acomodando los libros del menor en una caja.- ¿Y tú? ¿Cómo te sientes?

-Bueno... Yo... Creo que es el mejor día de mi vida..  -Susurra con una sonrisa terminando de doblar la ropa y comenzando a ponerla en la maleta.- Dime la verdad... ¿Crees que es difícil estar conmigo?

-Ay Cariño... La complejidad de estar a tu lado es lo que más me enamoró de ti... me hiciste luchar por tu amor, por tu cariño, por tu compañía, y si tuviera que hacerlo otra vez, lo haría. Pasaría por el infierno mil y un veces sólo para poder estar contigo... Te amo, Liam Dunbar.. -Contestó la quimera con una sonrisa mirando a su novio a los ojos.

-Yo... Yo también te amo, Theo Raeken...

Murmuró bajo el rubio para posteriormente correr hacia él y abrazarlo por el cuello como si no hubiera un mañana. Aprovechó la calidez de su novio para soltar unas pequeñas lágrimas que caían de sus ojos. Se quedaron así unos minutos, sintiendo la calidez del otro, a partir de ese día todo sería diferente para éstos chicos que comenzaron odiándose y terminaron amándose por completo.