La complejidad de estar a tu lado || THIAM ||

Especial 1k: El comienzo II

P.O.V. THEO

Recuerdo que así fue el primer mes, no hablábamos de sentimientos, pero los demostrábamos. Al principio a tus padres no les cayó bien la noticia de que "saliéramos" pero una vez que me conocieron bien ya no querían que salga de tu casa, me invitaban a comer y a dormir todos los días. Tu padrastro me ayudó a conseguir un gran trabajo y hasta me ayudó a buscarme un departamento para que ya no durmiera en mi camioneta y tuviéramos un espacio para estar juntos. Recuerdo todavía la primera noche que dormimos allí.

-Tu departamento es muy lindo, me agrada, aunque le falta un poco de color, ¿Sabes? -Dijiste animado viendo las paredes de mi cuarto.

-Sí, lo sé, pero no lo pintaré de azul. -Te contesté comenzando una nueva pelea.

Al día siguiente estábamos pintándola de azul como tú querías. Recuerdo que derramé pintura en tu camiseta y te enojaste mucho ese día, tanto que no se te pasó hasta que te compré unas hamburguesas para cenar, y en esa cena fue donde hablamos de sentimientos la primera vez.

-Theo... ¿Puedo preguntarte algo?... -dijiste tan nervioso que admito que me diste intensas ganas de abrazarte.

-Claro, Li, dime. -contesté dándole un gran mordisco a mi hamburguesa.

-¿Que somos? -Soltaste sin más logrando que casi me ahogue con la hamburguesa.

-Bueno... Yo... -Suspiré bajo, tenía el corazón en la garganta, luego de pensarlo por varios minutos, me decidí a preguntar aquello que venía dando vueltas a mi cabeza hace ya un tiempo.- ¿Tú me quieres?...

-¿A que te refieres? -Preguntaste fingiendo inocencia, tú sí sabías de lo que yo hablaba.

-¿Me quieres como más que un amigo?. -Pregunté luego de varios segundos con el corazón en la boca.

-Ah, te referías a eso... Pues sí, te quiero, pero no como un amigo. ¡Ni siquiera eres mi amigo! -Admito que al principio esa frase me dolió un poco hasta que seguiste hablando.- No eres mi amigo porque nunca pude verte como tal, Theo... No sé en qué momento... Ni cómo... Pero pasé de odiarte con mi vida a... Bueno... Quererte... Como más que a un amigo...

Sonreí. Estaba feliz, no podía negarlo ni lo intentaría, tú escucharías mis latidos y sabrías que estaba mintiendo. Admito que allí supe que todo saldría bien si estaba contigo. Luego de unos minutos decidí responderte, creí que te merecías una respuesta.

-Bueno... Entonces es momento de decirte algo... -Te dije algo nervioso para luego seguir intentando no atragantarme con mis propias palabras.- Yo también te quiero... Realmente te quiero... Y quiero salir contigo... Lo llevo pensando desde hace un tiempo pero nunca encontré el momento ni las palabras para hacerlo... Te quiero en serio, y no creí que tú pudieras enamorarte de un monstruo como yo...

Solté casi sin pensar, tenía miedo de lo que me dirías. Solamente me sonreíste, y fue la sonrisa más hermosa que vi en toda mi vida. Esperaste un poco y me diste un pequeño, pero tierno, beso en la mejilla y, debo admitir que en ese momento, sentí como mi corazón se aceleraba a mil kilómetros por hora. Esperé tu respuesta porque, aunque ya la tenía en acciones, quería oírla en palabras. Necesitaba oírlo y creo que me leíste la mente porque seguido a eso decidiste hablar.

-Theo... Por dios... No eres un monstruo... Ya no lo eres y lo sabes. O al menos no conmigo... Me gusta como eres, siempre estás cuando te necesito, nunca me dejas solo, me dejas pasar varios días en tu casa para que no esté solo y es realmente fantástico pasar tiempo contigo. Estoy enamorado de ti, realmente enamorado de éste idiota al que a veces quiero romperle la naríz, más de tres veces. -Dijiste con una sonrisa para obligarme a soltar la hamburguesa y tomarme de las manos con una sonrisa hermosa en tus labios. Tus faroles celestes traspasaban mis ojos grises, como si pudieras leerme por completo.- Quiero salir contigo, Theo "Testarudo" Raeken...

-Yo también quiero salir contigo, Liam "Bomba de Tiempo" Dunbar...

Luego de eso el tiempo que pasamos juntos fue realmente hermoso, todo iba bien hasta nuestra gran discusión. Yo sólo quería ser tu novio, poder ir agarrados de la mano en público, estar en las reuniones juntos y no tener que fingir siempre que llegaba tarde para que nadie notara lo nuestro. Quería que todos vieran que yo era el dueño de tu corazón, y de que tú eras el dueño del mío, pero no cedías ante la idea de que Scott lo supiera, en el momento no lo entendía y me confundía, ahora, muchos meses después, lo entiendo. Esa pelea creo que fue la más difícil de mi vida, ambos nos dijimos cosas hirientes, nos lastimamos, pero todo acabó como siempre. Yo comprando comida y en la cena hablarlo de forma más civilizada.