La complejidad de estar a tu lado || THIAM ||

El fruto del amor I

Ya habían pasado dos años desde su casamiento, la pareja estaba muy feliz, tenían una hija pequeña, se llamaba Tara, como su difunta tía. La pequeña tenía los ojos grises de Theo y el cabello rubio de Liam, era de risa fácil como el menor pero con el temperamento del mayor. Para la pareja esa niña era la prueba de su amor porque había salido de amabos...

El día anterior se había cumplido ya un año desde que se habían casado. El pequeño beta se sentía un poco mal del estómago, en la madrugada había vomitado más de una vez, el mayor había pasado la noche en vela cuidando de su esposo pero ese día decidió llamar a Deaton para ver que si sólo era un empacho o que le pasaba. Al llegar, el veterinario y druida le hizo unas preguntas al chico para determinar que era, posteriormente a eso sonrió mirando a la pareja.

-Felicidades, Liam está embarazado.

Felicitó a los chicos con alegría. Al oír aquello, la quimera palideció mirando con miedo a su pareja, temía que éste reaccionara mal pero sólo estaba en silencio, no entendía que estaba pasando.

-Pero... ¡Soy hombre! ¡No puedo embarazarme siendo un chico!. -Atinó a decir el joven asustado y extremadamente confundido.

-Pero también eres un sobrenatural. Cuando dos sobrenaturales hombres se enamoran perdidamente encontrando en el otro su mitad, su alma gemela, se convierten en eso, haciendo que, uno de los dos, normalmente que hace de mujer en la relación, biológicamente se convierte en mujer logrando que éste pueda quedar en cinta. Como es éste caso, Liam es la chica de la relación y por eso puede embarazarse. -Explicó el moreno con una sonrisa.

Ambos chicos estaban en silencio. Theo le agradeció al mayor por haber ido y luego de hablar un poco, el doctor se fue dejando solos a los chicos. El pequeño tomó suavemente la mano de su esposo mirándolo a los ojos, ambos estaban asustados, tenían miedo de ser malos padres y realmente no esperan poder serlo tan pronto.

-Theo... Estás... ¿Estás feliz?... -Preguntó el de ojos celestes con miedo.

-Claro que sí, amor... -Susurró el chico con un sonrisa.- Estoy formando una familia con el hombre que amo... No podría estar más feliz!. -Contestó la quimera para posteriormente abrazar a su pareja. -¿Tú estás feliz?. -Preguntó en tono suave con ternura.

-Viéndolo así... Sí, estoy feliz de formar una familia contigo... Pero si es niña le podemos ponerle Tara... Como su tía... -Dice el pequeño de forma dulce sin dejar de abrazar al chico.

-Claro, me encantaría... -Dijo el mayor alegre suspirando.

Los primeros meses eran exhaustivos para el mayor, debía correr de un lado al otro por los antojos de su chico. Liam estaba con muchos cambios de humor que alteraban un poco a su esposo pero él aún así lo amaba y lo soportaba. Todo iba bien, Isaac y Stiles le hicieron el baby shower, les regalaron muchas cosas, entre ellas la cuna, pañales, ropa y varios juguetes. Lo peor pasaría el día en que naciera su pequeña princesa.