El tiempo pasa

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El tiempo pasa para todos, y más para éstos dos. Hoy se cumplían ya tres años desde que los chicos estaban viviendo juntos y Theo tenía un regalo muy especial para su novio. Había preparado la cena y decorado todo el apartamento con rosas azules y algunas grises, la mesa la adornó con un mantel rojo y platos celestes con dos copas, a ambos lados dos jarrones con ramos de rosas mixtas, algunas azules y otras grises. Aprovechó que el beta tenía que acompañar a su Alfa para que éste le comprara un regalo a su pareja por sus cuatro años juntos y su primer aniversario como esposos. La quimera cocinó algo simple, unos spaghetti con salsa bolognesa, compró un vino tinto Malbec ya que era el favorito del pequeño. El castaño de ojos grises se vistió con una camisa blanca y unos pantalones de mezclilla color negro junto con unas vans grises, se peinó el cabello hacia atrás con un poco de gel. Al terminar de cocinar escuchó la puerta abrirse, agarró un ramo de flores rojas y camino fuera de la cocina encontrándose con su chico algo confundido.

-Buenas noches, mi amor. -Dijo de forma coqueta la quimera extendiéndole el ramo de flores a su novio.

-Theo, ¡Ésto es impresionante! Te ves muy elegante... -Suspiró el pequeño agarrando las flores y dándole a su pareja un suave beso en los labios con una sonrisa.- Feliz aniversario...

-Feliz aniversario... Ahora ve a cambiarte, preparé la cena y tengo una sorpresa para ti. -Soltó alegre el ojigris para volver a la cocina.

El pequeño suspiró bajo viendo todo para luego caminar hacia el cuarto, una vez allí se puso una camisa azul con unos jeans blancos y unas vans negras, se peinó el cabello ligeramente sin dejar de sonreír. Salió del cuarto con una pequeña cajita, se acercó a su novio y la abrió frente a él. Era un delicado collar de plata que tenía un dije del mismo material con detalles en oro y las iniciales "TR&LD" grabadas. El mayor se lo puso con delicadeza para posteriormente darle un beso levemente efusivo a su novio. Al separarse, el pequeño lo miró a los ojos con una sonrisa.

-¿Te gusta?. -Preguntó el menor de forma inocente tomando las manos de su novio.

-Me encanta, Li... -Susurró feliz el chico guiando a su pareja a la mesa.

La cena fue tranquila, bueno, lo más tranquila que se pudo ya que ambos se hacían bromas entre sí estallando en carcajadas cada cinco minutos. El terminar la cena un Theo muy nervioso se levantó con cuidado para, acto seguido, ponerse de rodillas frente al beta. Sacó con cuidado una cajita pequeña de su bolsillo abriéndola frente a él, dentro de ésta un anillo de plata con un diamante sobresaliendo de éste.

-Sé que no soy muy bueno con las palabras pero... Liam... Éstos últimos años me has hecho darme cuenta de lo mucho que te necesito en mi vida. Siempre estás ahí para mí y pretendo hacer lo mismo contigo... Desde ese día en el que te encerré en ese ascensor del Memorial... Dónde tuve que luchar contra los jinetes fantasma sólo para evitar que te lleven... Hasta hoy que sigo pensando que fue la mejor decisión de mi vida. Te amo, te amo con todo mi corazón pequeño y quiero... Quiero que estemos juntos hasta el último día de nuestras vidas... Liam... Mi amor... ¿Quieres casarte conmigo?

Preguntó la quimera con un nudo en la garganta sonriente viendo a su novio a los ojos. El pequeño beta, envuelto en llanto, se arrodilló frente a su pareja para besarlo con efusividad y alegría. El mayor correspondió el beso dejando caer unas lágrimas, al separarse el de ojos azules miró a su chico sonriendo y sin parar de llorar.

-¿Eso es un sí?. -Interrogó el chico alegre.

-Sí... ¡Sí! -Contestó con alegría y firmeza volviendo a abrazar a su novio.

La complejidad de estar a tu lado || THIAM ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora