Trastorno Explosivo Intermitente

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Tanto el beta como la quimera estaban completamente atónitos. No podían creer que el Alfa no esté defendiendo a su beta de esa chica que lo había atacado sin motivo.

-¿Scott que te pasa? Ella hirió a Liam y, ¿Tú no haces nada?. -Pregunta Theo con molestia sin soltar a Liam.

-Sí, no hago nada porque yo le pedí que lo hiciera. -Contesta el pelinegro sin ningún tipo de remordimiento en su voz.

-¿Tú qué? -Dijo el castaño molesto sin poder creer lo que estaba pasando.

-Bien, quería comprobar que tanto habías cambiado así que le envié un mensaje a Hayden, cuando se enteró de que ustedes estaban juntos quiso ayudar porque ella tampoco confía en Theo. Así que armamos todo ésto para ver tu reacción, si atacabas iba a tomar unas medidas y si reaccionabas bien y tranquilo tomaría otras. Ahora puedo comprobar que realmente lo amas a Liam y que él te ama a ti, dudo que hubiera reaccionado igual si tú no le importaras. -Concluyó el de ojos marrones con una pequeña sonrisa.

-Está enfermo. -Afirmó el beta con molestia comenzando a irritarse cada vez más.- ¿Y si ella lo hubiera lastimado? ¿Y si yo la hubiera lastimado?

El joven beta comenzó nuevamente a transformarse el lobo siento dominado por la furia, tenía un ataque de TEI, lo mejor que caracterizaba al pequeño, el Transtorno Explosivo Intermitente. Miró a su Alfa con molestia y comenzó a rugir con enojo, el chico comenzó a caminar rápidamente hacia Scott pero segundos antes de que éste llegara a tocarlo, Theo se puso delante de él frenando su voraz paso haciéndolo enojar aún más.

-Muévete. -Escupió el rubio con molestia y gruñendo con sus ojos amarillo brillante.

-No, Liam... No lo hagas... -Dice serio mirando al chico a los ojos.

La quimera no planeaba moverse de allí pero el de ojos cielos no iba a parar hasta golpear ferozmente a su Alfa. Intentó correr a Theo pero éste no se movía, en un rápido movimiento el mayor quedó en el suelo con su chico sobre él rasguñandolo con enojo. El ojigris cerró los ojos sin moverse unos segundos, no quería lastimar al amor de su vida, no podía darse el lujo de hacer eso. Puso sus brazos entre él y el rubio evitando que éste rasguñe su cara, al abrir los ojos éstos eran de color dorado intenso.

-LIAM!

Rugió con fuerza el nombre de su amado haciéndolo calmarse en instantes. El pequeño volvió a la normalidad mirando a la quimera a los ojos con tristeza. Sus ojos se aguaron al instante viendo a su chico lastimado por su culpa.

-Theo... Lo lamento... Lo lamento tanto... -Soltó con la voz rota el chico junto con varias lágrimas que sus ojos habían estado reteniendo. Abrazó al chico por la cintura sin bajarse de él.

Al ver aquél acto, el castaño correspondió el abrazo con ternura pasando una mano por la cintura del ojiceleste y la otra por su cabello comenzando a dejar suaves caricias en el.

-Li... No te preocupes... No fue tu culpa... No llores, peque... -Susurraba la quimera con ternura sin soltarlo ni dejar de acariciarlo.

-Sí lo fue! Yo te lastimé... Yo te hice eso... -Dió como respuesta el chico entristecido.

-Liam, basta. -Contestó Theo tajante.- No fue tu culpa y lo sabes... Yo también me enfurecí pero me preocupé por ti antes que por mí. No podía permitirme dejarte hacer algo de lo que ibas a arrepentirte... No sería la primera vez que me haces algo así, ya me has roto la naríz dos veces antes por lo mismo. -Comenta el chico entre risas.

-No... -Respondió el rubio. Al ver que el chico no entendía prosiguió.- No fueron dos... Fueron tres... -Agregó sonriente.

-Sí, tienes razón... Fueron tres... -Suspira bajo el castaño con una sonrisa viendo como su chico levantaba un poco la cabeza dejando el mentón en su pecho y mirándolo a los ojos.- Tienes los ojos más hermosos que vi en oda mi vida... -Murmura el chico con una amplia sonrisa.

El rubio, con una bella sonrisa de enamorado, se acercó un poco más al chico dándole un suave beso en los labios. Al separarse lo miró directamente a los ojos sin dejar de sonreír levantándose de él y estirándole una mano para ayudarlo a levantarse. Una vez estaban ambos parados, el besta miró al mayor con enojo.

La complejidad de estar a tu lado || THIAM ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora