No me destruyas | hyunjin

ᴄɪɴᴄᴏ

Hace ya unos dieciséis días que no puedo dormir. No hablo del insomnio. El insomnio lo conozco muy poco. Una vez, cuando estudiaba en la primaria me pasó algo parecido, pero solo fue por que papá y yo nos habíamos desvelado jugando videojuegos. Que grandes recuerdos. Hago notar que esto es «algo parecido» por que no tengo la certeza de que los síntomas coincidan con los del insomnio. Supongo que, si hubieron ido al hospital, al menos habría averiguado si se trataba de insomnio o no. Pero no fui. Por que me daba la impresión de que no serviría de nada. Que seria inútil. De modo que no visite a ningún médico. Por que sabía que, si acudía a algún hospital, o algún médico terminaría en citas psicológicas. Y no me apetece estar ahí.

Llegaba la noche, me acostaba y me susurraba a mi misma. ¡Lorraine! ¡Vete a dormir!. Y, en ese mismo instante como si se tratase de un reflejo condicionada, se me iba el sueño y me quedaba despierta toda la noche. Cuanto más firme era, más me desvelaba. Cuando se acercaba el amanecer, al fin me adormecía. Pero, recordaba que tenía que ir al instituto así que solo esperaba a que mi alarma sonase para indicar que me levantara y así volver a empezar la misma rutina de siempre.

Como dicho anteriormente, mi alarma sonó y solté un gran suspiro, talle mis manos contra mi rostro y me dispuse a levantarme. Fui directo al baño de mi habitación y me quede como esqueleto viéndome. Mis ojos rojos, chicos, con lagañas y el moretón que me había hecho mi padre, volteé a ver mis brazos. Estos tenían moretones verdes y rasguños y uno provenía de Hwang Hyunjin quien, en la biblioteca me lo hizo. Saque mi blusa que traía puesta dejándome en ropa interior. Levemente me quite la ropa interior dejándome completamente desnuda, veía mi cuerpo, no me agradaba del todo. Giré mi torso dejando que yo misma viera las marcas que había dejado papá en mi espalda por los anteriores latigazos.

Me metí a la bañera, le abrí al agua y esperé a que esta calentara.

Ya que. Una vez estuviera caliente el agua metí todo mi cuerpo. Ardía, daba gritos ahogados y lágrimas salían de mis ojos. No podía, no aguantaba todo el dolor que me provocaba. No merezco vivir. O tal vez si, pero no de esta manera.

Termine de bañarme y salí ya cambiada, deje mi cabello húmedo iba a dejar que se secara solito ya que hoy, el día está muy cálido y bonito. Agarre mi celular y navegue por las redes sociales por un tiempo. Mientras veía fotos, me apareció el perfil de Hyunjin que, conscientemente le di entrar a perfil y "seguir". Al ver aquel acto mío me maldecía a mi misma.

—Oh no no no. ¡Lorraine que has hecho!— grite susurrando.

¿Debería dejar de seguirlo? ¿Le doy me gusta a alguna de sus fotos? Miles de preguntas aparecieron en mi cabeza, sin embargo, el sonido de la puerta me saco de mis pensamientos.

—Tu padre te quiere abajo, ahora— escuche a través de la puerta. Era mi madre.

—Y-ya voy— conteste.

—Alrato arregló este problema— dije guardando mi celular en mi mochila y esta colgándola en mi espalda.

Hice lo que me pidió mi madre o más bien mi padre ya que parecía que mamá era su pajarito mensajero. Baje y lo vi sentado sin ninguna expresión en su rostro. Sonreí de una manera amable pero se esfumó cuando oí a mi padre.

—Quita esa cara, me das asco— deje de sonreír. Se paró y ordenó a que me fuera al coche.

—Señorita Lorraine. ¡Señorita Lorraine!— desperté de un cabezazo.

Mierda, me había quedado dormida en clase. Y todo por culpa mía de no haber dormido los últimos días, de verdad no se que me este pasando, solo quiero estar en un lugar con total silencio y lleno de paz.

La librería, se me vino a la mente. Vi una mano agitándose frente a mi rostro, era la mano de la profesora. Al regresar a la realidad, volteé a ver a todo el salón, no había nadie.

—Señorita Lorraine, se quedó dormida en las últimas tres clases.— dijo sosteniendo su carpeta entre sus brazos.

—AGHH— deje caer mi cabeza sobre mi escritorio. —¿Segura que ha estado durmiendo bien, señorita?— pregunto la profesora. Yo solo negué con mi cabeza lentamente y la escuché bufar.

—Valla a la enfermería y duérmase un rato, a las seis toca tutoría conmigo. Tiene que estar presente ya que sus notas son bajas— dijo y sin más se retiró.

Bien, iré a la enfermería a dormir un rato tal y como me indicó la profesora. Salí con una flojera hasta los pies, los iba arrastrando haciendo que mis zapatos de piel rechinaran al caminar.

—¿Podrías dejar de hacer eso?— escuche una voz masculina. Volteé a ver quien era, Hwang, era Hwang Hyunjin quien me había pedido que dejara de hacer ruido.

Rodé los ojos y me dispuse a entrar a la enfermería, pero antes de entrar me agarraron fuerte de la muñeca donde estaba mi moretón.

—¡Ah!— jadee del dolor. Hwang al ver mi gesto quito levemente su mano y vio mi muñeca que estaba morada. —¿Y-yo te hice eso en la biblioteca?— tragó saliva en seco.

Volteé a ver mi muñeca y rápido jale mi manga para tapar toda mi mano.

—Ah no... M-me caí de las escaleras... en mi casa— dije.

—jajaja, ni caminar sabes— río. Y lo volví a fulminar con la mirada, como siempre.

—Ayuda— susurre.

—¿Mande?— pregunto alzando una ceja. "nada" susurre y entre rápido a la enfermería.

Camine hacia la canilla y mientras me sentaba deje caer mi mochila al suelo. Bufé y llevé mis dos manos a mi cara y las empecé a restregar como si me estuviera echando agua. Después de unos dos horas más o menos escuché que tocaron a la puerta fuertemente haciendo que despertara de mi sueño profundo.

¡Hola hola! Este capítulo está un poco más largo y, perdón si está un poco aburrido o si no está bien narrado.

¡En fin, gracias por las vistas! Ya somos 266 vistas, espero y llegar a más.

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