No me destruyas | hyunjin

ᴛʀᴇɪɴᴛᴀ ʏ ᴅᴏs

—Estas pálida, ten, tomate estas pastillas— le entregue una pastilla al igual que el vaso con agua. Puso la pastilla en su lengua, y seguido de eso, tomó agua, dejó el vaso en la mesita de noche y sonrió, estaba muy mal.

—Gracias cariño, por siempre cuidar de mi.

No dude en dedicarle una sonrisa sin mostrar mi dentadura, me acerque a su rostro y plante un beso húmedo en su frente, me separe y volví a sonreír.

—Duerme, necesitas descansar, estás muy frustrada estos últimos días.

Desde ese día, en el que la estaba violando, mi padre se había esfumado, no había regresado, mi madre me había avisado que el no había vuelto y esa noche la pasé con Hyunjin, ya que era muy tarde como para regresar a casa y me dio hospedaje, yo regrese a mi hogar a primera hora dejando una notita de agradecimiento en su mesita de noche.

—Tu también descansa, no sabemos a qué hora vaya a regresar o cuando así que prefiero a que descanses.

Asentí dándole una respuesta, suspiré y me levanté de la cama para salir de su habitación, apagué la luz y salí. Cerré la puerta y a medio pasillo me dejé caer, estaba cansada, pero no de sueño, sino cansada de toda la situación, mi padre se volvió agresivo, ¿razón?, no lo sabemos, no podemos hacer nada, amenazadas nos tiene y sepa que es lo que nos puede pasar si lo demandamos, no sabemos quién tiene tras de él para que siga destruyéndonos.

Solté una gran bufido mientras escondía mi cabeza entre mis piernas.

—Tengo tantas cosas por hacer.

La escuela se estaba volviendo una pesadilla, tareas por todos lados, proyectos, exámenes y la mente no la tenía despejada como para poder hacer algo estando tranquila.

Aquel usuario seguía mandándome mensajes, uno cada semana y me tenia asustada y alerta.

Te tengo vigilada.
Ten cuidado con tus actos.
No lo toques o tendrás consecuencias.
Aléjate de el.
No quieres que te sigamos destruyendo, ¿o si?.

Miles de preguntas se hacían presentes, mensaje tras mensaje, foto tras foto y con eso no podía lidiar, algo o alguien me tenía vigilada, ¿quien? No lo se pero se que algo raro está pasando aquí.

Hyunjin me contó que Yeji dejaba de asistir a la escuela y llegaba a casa hasta muy tarde, ellos por el momento vivían solos así que la única cosa que tenía que hacer Hyunjin, era cuidar de su hermana, aunque fuera mayor, el tenía que cuidar de ella ya que no es tan madura como parece ser. Cada vez su comportamiento era más distante con el, más de lo normal, si antes casi ni hablaban, ahora está de peor en peor.

—Bien empecemos por asear la cocina— soltó un gran bufido para después pararse e ir en busca de los productos de limpieza.

Una vez teniendo todo a la mano, empezó a asear la cocina, empezó por la mesa, quito todo y la limpio, seguido de eso lavo los trastes con un buen humor ya que estaba escuchando música, uno de sus pasatiempos favoritos. Termino de lavar los platos y siguió por la barra y la estufa. Y a lo último dejo lo más importante, que era el piso. Lo primero que hizo fue barrer todo y juntar en un mismo lugar un buen boché de polvo y papeles tirados, recogió todo con el recogedor y por último trapeo todo el piso.

—Fiuw, una hora para limpiar todo este desastre, nada mal— se quito los guantes y los dejo en el lavadero.

Estaba por ir a darse una ducha pero su celular vibró en la mesa de cristal provocando un ruido nada agradable.

—Mierda— susurró ya que pensó que ese ruido pudo haber despertado de la buena siesta de su madre.

Agarró su móvil y vio varias llamadas de números desconocidos más tres mensajes en su bandeja de entrada. Frunció su ceño al ver los mensajes, uno, ella no tenía amigos así que nadie sería capaz de mandarle algún mensaje o más bien nadie la toma en cuenta como para amigar o mandarle algún mensaje y dos, quería saber de quién provenían aquellos mensajes, pero lo que más le sorprendió, fue al ver una foto de ella haciendo al aseo en su casa y, bajo de esa foto un mensaje.