Capitulo 40

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Estábamos sentados frente a frente conversando de cualquier cosa, hasta soltábamos algunas risas de aquí para allá. Percatándome que no era tan arrogante o alguien malhumorado que se dejaba ver por fuera, ahora me parece un poco más simpático. No pensé que Meller fuera así.

—Para ya que en serio me voy a caer de la silla —dije entre risas y todo.

—Sucedió así —soltamos más risas. Seguro que nos votarían del lugar por ser tan escandalosos

A los pocos minutos nos calmamos y tomamos el café que nos dio sed.

—Sabes me hace recordar a mi amiga de la infancia que hacía reír así.

—En serio.

—Sí... bueno que tal, si no retiramos y vamos a caminar un poco —él asintió

Salimos del lugar, sonrientes.

Caminamos unas cuantas cuadras más, pero hubo un silencio cómodo y alegre, me agrado mucho este silencio. Al llegar vimos unos niños jugar en los juegos que había, si estábamos en un parque. Un poco más lejos de la cafetería, llegamos a unas bancas libres donde nos sentamos.

[.....]

En una camioneta negra Félix se encontraba hay mirando desde el asiento trasero juntos con Enrique e Isabel quien los acompaño, no le agrado nada cuando escucho la risa de Mia con ese fiscal. Félix quería ir donde estaban ellos y tirarle agua encima del fiscal, pero si iba tendría que dar una explicación.

—Yo sigo diciendo que te has vuelto un loco tóxico, mira a traer ese aparato para expiarla —Isabel movía su cabeza con negatividad—, eso no se hace primito.

—No exageras —hablo Enrique

—Tú no hables que tú estuviste a favor de este plan

—No sabía de ese aparato enana —contesto empezando a pelear esos dos.

Félix solo rodó los ojos.

La próxima vez no traería a esos dos con él, Félix se puso a reflexionar con las palabras de Isabel en su mente, su comportamiento no era el más adecuado, Mia confiaba en él. Solamente se quedaría unos minutos y se iba, nada más quería saber que quería realmente Meller con su novia. Se pararon cerca de ese parque que fueron, subió un poco el volumen de aparato que trago en el carro, antes callo a los de atrás que era muy escandalosos.

—Mia... te lo iba a preguntar, pero me arrepentí a último minuto.

— ¿Dime que sucede?

—Tú...me dirías como es tu tipo ideal de persona.

Los tres en la camioneta se miraron entre ellos y pusieron sus oídos para escuchar mejor.

—Pues en lo físico alguien alto, a mí mayormente me gustan los ojos rasgados, hace un tiempo me gustaban los asiáticos, pero eso era antes, ya no me importa en sí —soltó un suspiro—. Mientras que me muestre que interiormente es una gran persona. Me gustaría mucho entablar una buena relación, sobre todo tenerme paciente conmigo, casi sería mi tipo ideal.

Al momento de que Mia dijo de los ojos rasgados. Félix empezó mirar bien sus ojos, mientras que Isabel le dio un matoso en la cabeza y Enrique se reía de la escena.

—Vaya, lo has encontrado.

—No encontré a mi tipo ideal.

Félix al escuchar eso sintió un pequeño dolor en su corazón, mientras que le sobaban la espalda Isabel y Enrique.

—En serio.

—Sí... pero sabes casi nunca encuentras a la pareja ideal que sueñas, en cambio, encuentras a alguien que te haga feliz en todo, aunque al principio no se llevaran bien. —Mia cerro sus ojos mientras pensaba en Félix—. Te sientes muy feliz cuando estás con esa persona. Te llena tus días de alegría, aunque hay veces que tienen sus desacuerdos. Pero sobre todo sientes un calor cálido en tu interior que hace que no quieres irte, dé ahí jamás.

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