Stay with me

Capitulo 29

Estaba en una cafetería a unos cuantas cuadras del castillo, con nada menos que con los tontos y locos de mis amigos que estoy mirando mientras hablaban de un partido alrededor de media hora.

—Fue tan genial —hablo Harry

—Vaya —respondió Charlie

—Dinos Mía y ¿Cómo te va en el castillo? —dijo Louis cambiando de tema.

Jajá ya se cansó del tema, te entiendo cariño

—Bien todo, cariño —miraba a otro lado—. En orden.

— ¿Qué ocultas?—pregunto Charlie.

—Porque —titubee un poco.

—Ya no te hagas, queremos saber sobre la novia, ese de tu crush que se fue a la cárcel

—Félix...—alce mi ceja.

—Sí...—asistió con la cabeza.

Que recuerde, no sabía que su ex estaba en la cárcel

—Amor no es él —le dio un manotazo en el hombro—. Nicolás, su hermano, es la que tuvo esa novia —hablo Louis.

—Ahh eso sí, es cierto yo estuve mirando todo el show el fin de semana que acaba de pasar—sonreí.

Toda orgullosa respondí.

—Así dinos cuéntanos

—Bien, todo sucedió...—empecé a narrar lo sucedido.

Como media hora estuve contando sus expresiones eran de asombro, parecían niños felices al contarles eso cuando cuentas un cuento.

—Eso es todo—termine y tome un sorbo de mi vaso.

—Guau que loco—expresó Charlie sorprendido.

—Qué mala mujer —dijo Harry.

—Y cómo estás después que te hirieron —habló Louis.

—Bien ya no duelen tanto —alegue sobando un poco la venda que tenía.

—Pero bien merecido se lo tenía —Charlie sonrió burlonamente.

—Sí... pero saben ya se acerca la coronación —dije mirando el vaso que tenía al frente.

—Bueno, todo el país tienen que saber la verdad. Todos en esta mesa tenemos miedo con que algo te suceda —hablo Luis.

Los tres tomaron mis manos, sonriendome.

Me fui poco a poco despreocupando de lo que sucedería estos días.

—Gracias, chicos.

Justo en ese momento vibro mi celular, miré dándome cuenta de que era un mensaje de Max

<<Ahí voy>>

Le escribí

<<No demores>>

— ¿A quién escribes? —preguntó Harry, queriendo mirar mi teléfono.

—De eso les venía a contar en esta reunión —trague algo de saliva—. Conocí a alguien

— ¿Quién?—preguntó Charlie

Sonó la campanita del lugar.

Me gire dándome cuenta de que era él, vestido con un pantalón casual, con un polo blanco y con una chompa atado en el cuello se nos acercó hasta llegar a nosotros

—Hola chicos.

Sus caras de sorpresa era entendible, lo habían conocido en fotos y les había contado todo.