Capitulo 43

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Leía los papeles que me había dado, estaba revisando su expediente.

—Encontraste algo—oír decir a Félix.

No le conteste hasta que algo me llamo la atención, se podría decir que eran dos cosas.

—Creo que encontré algo.

— ¿Qué cosa es?—pregunto.

—Mira por lo que veo tu tatarabuela tuvo un bebe que nació muerto después del nacimiento de Cristian Federico Guillermo de Dinamarca, tuvo otro bebe sobreviviendo este.

—Sí, pero después nacieron otros descendientes más.

—Exacto.

—Ósea no te entiendo —miré con su cara de confundido.

—Mira la foto de ella —lo enseñé en su cara.

—Ya, pero lo veo normal.

—Mira el lunar cerca de su labio.

Note que miro bien, parece que se dio cuenta.

—Y eso nos lleva...

—Que hasta ahora ninguna de la realeza lleva un lunar así —respondí.

Por fin se dio cuenta.

—Tienes un punto. Aunque creo que no sea hereditario.

—Tal vez, pero me resulta familiar —quería seguir investigando, hasta que me detuvo.

—Sé que quieres saber, pero ya es tarde mejor lo dejamos mañana y vamos a dormir.

Tenía razón.

Deje los papeles sobre mi mesa de noche y nos acostamos mientras sobaba mi espalda, poco sentí mi cuerpo pesado hasta quedarme dormida.

                                           ⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️

Estaba en la cocina pensando en lo de ayer en la noche, había algo ahí que no me dejaba dormir. Siento que suena mi celular, era el detective. Miro disimuladamente solo estaba Santiago, así que salí por un omento de la cocina poniéndome en un árbol cerca, conteste la llamada.

—Hola.

—Mia soy yo el detective

—Si dígame averiguo algo.

—Pues muy poco, dado que son papeles imperiales hice todo mi esfuerzo. Pero lo que pude averiguar es que ella tuvo un aborto —»bueno eso ya lo sabía» pensé—pero sabes...

—Dígame.

—Pues ese aborto no lo publicaron públicamente, ya sabe en esa época era mal visto. Además, descubrí que su bebe era un niño.

—Un niño.

—Sí... la partera que lo ayudo aquella vez jamás volvió. Al parecer, después del nacimiento de ese niño nació de la princesa Alejandra de Dinamarca, que era otra hija siendo una de las descendientes directas del emperador.

—El punto.

—Bueno, lo que quiero decir es poco después que el bebé muriera a los 20 años, se abrió un nuevo ducado en la capital, donde un hombre joven lo empezó a dirigir.

— ¿Un ducado?

—Si aquel ducado se ha mantenido vigente hasta la actualidad, es el único que queda. Es el ducado de la familia Coliguen.

—No es cierto.

—Si lo es, pero me falta investigar si descubro algo te lo diré.

—Bien, espero su llamada —corte la llamada

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