Capitulo 5

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Me fui a la cocina después de mi plática con el príncipe Enrique, abriendo unos estantes, sacando un poco de chocolate, deleitándome con el sabor. Escuche un ruido atrás mío girándome, note que era Molly le sonreí inocentemente y ella solo se rio, me despedí de ella después de limpiar un poco mi cara.

Al entrar a mi habitación programé mi alarma muy temprano, sé que mañana todos estarán muy cansados, es lo mínimo que puedo ser.

Miré mi celular notando que faltaba pocos minutos para las doce, en mi mente le desee un "Feliz Cumpleaños", recordé que tenía que llamar a Charlie mañana para que no se moleste conmigo.

[....]

En un gran salón decorado tan elegantemente.

Se encontraban varias personas bailando y conversando entre ellos. En una esquina se encontraba un peli-castaño viendo al jardín mientras suspiraba teniendo una copa de vino en su mano, quería irse de aquí rápido, no le agrada estar con aquella gente.

Sintió como alguien toco su hombro girándose.

—No pareces divertido—observo notando que era su hermano con una copa de vino en la mano.

—Félix, sabes que no me gusta una fiesta con mucho lujo —respondió volviendo a mirar la ventana.

—Pero aun así en hermosa —tomando un poco de su vino.

—Para ti... sabes averigüé algo divertido estos días —habló bajo la atenta mirada de Félix— .... que cruel de tu novia lo que hizo Mia—dijo casi gruñendo— Hay hermanito debería ponerles límites

—Y tú, como lo sabes...no le llames por su nombre —argumento

Félix sentía que si su hermano la llamaba por su nombre lo molestaba, no quería que nadie de su familia se involucre con esa mujer.

—Me lo comento Atenea y la misma Mia me lo confirmó —afirmó el peli-castaño muy decepcionado de su hermano en el fondo, no crea que se haya vuelto tan arrogante y egocéntrico.

—No te tiene que importar lo que haga con ella —contesto casi gritando.

—Claro que si es mi amiga y como te dije ponle límites a la loca novia que tienes —demandó.

—Respétala —Félix se estaba cansado con todo, no le hacía gracia la actitud de Enrique.

—Claro que me incumbe, por años he visto como tratas a los servicios del castillo. Te he tratado de corregir y no me haces caso, así que aprende a respetar a Mia por lo menos—respondió cogiéndolo de la camisa fuertemente—así que mejor cambia tú.

—Mira... —fue interrumpido porque una tercera persona apareció.

—¿Qué pasa aquí?... cálmense los dos—interrumpió Atenea, quien estaba molesta.

La peli-castaña había visto lo que estos dos estaban haciendo a lo lejos, no quería que sus padres vieran el espectáculo que se iba a armar.

—Pues es él empezó —Félix dijo señalando a su hermano.

Enrique miraba molesto a su hermano resoplando.

—Aquí no es el momento de arreglar sus problemas, tenemos invitados o quieren que salga en los periódicos el tremendo escándalo que se va a armar por culpa de ustedes dos —Enrique soltó su agarre.

—Mejor me voy a dormir, estoy cansado —camino hacia la salida del salon

—No Enrique —tomó de su brazo—, espera ya casi son las doce, solo quédate un poco más —interpuso Atenea angustiada.

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