Nessa [•Pietro Maximoff•] (Anya universo)

05. Cauteloso con Ella

La luz matutina ya cubría Ensenada para cuando Tony Stark perdió la respiración por el grito de Vanessa Caro, y los demás Vengadores, mantuvieron su atención en los dos, la mayoría sin entender el por qué de la reacción de Tony.

— ¡¿Eres... eres hija de Livia? —pronunció el millonario analizándole el rostro.

—De Olivia... sí...—dijo Vanessa aún agitada pero bajando el tono de su voz.

Luego de más de 20 años, parecía que sabría algo de ella después de jurar que no quería verla de nuevo, y por lo visto, Tony se había engañado hace años, porque al ver a la hija de ella, quiso saber inmediatamente qué fue de su vida después de que él mandara al demonio a su familia y por ende a ella también.

—Cambio de planes, señores, esta niña no irá a "La Balsa", se irá con nosotros—dijo el millonario, para posteriormente hacerle una seña a Fuerzas Especiales indicándoles que procedieran y que ya se podían llevar a Astor Caro por fin a "La Balsa".

Los Vengadores y Vanessa miraron a Tony Stark confundidos por su decisión.

—Stark... ¿Te habían dicho lo raro que eres? Nadie te entiende... ¿primero quieres mandar a esta niña a prisión y luego traerla con nosotros? —mencionó Sam Wilson.

Tony pareció ignorar dicho comentario y más bien miró a Vanessa.

—Yo no iré a ninguna parte...—negó la joven.

— ¿Qué prefieres? —cuestionó Stark irónico— ¿La prisión "La Balsa" con tu tío o un Quinjet con los Vengadores? Tienes dos segundos para escoger...

Vanessa dudó, pero al dirigir su vista hacia Pietro Maximoff, cuya mirada le decía que todo estaría bien, tomó una decisión, por lo menos sabía que había dos personas en el Quinjet de Los Vengadores, con las que estaría segura: Pietro y la mujer de largos cabellos pelirrojos que la defendió hace unos momentos.

—Bien, yo... iré con ustedes...—dijo mirando hacia el suelo.

Cuando se decidió, los rehenes que seguían en la bodega fueron liberados y agradecieron a los Vengadores y a la chica que los protegió y se negó a dañarlos. Tras verificar que los rehenes estaban a salvo, el equipo supo que su trabajo por ahora había concluido.

—Vámonos...—dijo el Capitán América.

Con pasos dudosos, Vanessa siguió a los Vengadores y Pietro caminó a su lado, notándola tensa y confundida, más que nada por las extrañas miradas de Tony Stark.

—Tranquila... vas a estar bien—le aseguró el platinado tocando su espalda intentando que Vanessa se relajara.

Y es que el sokoviano pudo darse cuenta de que él le inspiraba confianza a la chica, probablemente porque la defendió y la aceptó como aliada, sabía que no era seguro confiar en ella, pero algo en él, le dijo que sí podía confiar en ella, sobre todo, al ver su mirada tan triste y su disposición a proteger a los rehenes.

— ¿Para qué me quiere llevar Tony Stark con ustedes si no confía en mí? —le preguntó Vanessa, murmurando.

—No lo sé—admitió Pietro—. Como dijo Sam, es extraño... pero calma, aquí por lo menos tienes a un aliado, yo diría que 3, con Anya y con mi hermana...

— ¿Crees que tu hermana sí confíe en mí? —dijo Vanessa dudosa.

Pietro se encogió de hombros.

—Ella lee mentes y pudo decirme hace minutos: "no te acerques, no podemos confiar en ella" y en cambio parece abierta contigo...—dijo y bajó aún más el tono de su voz—. Creo que ya te descifró...