Nessa [•Pietro Maximoff•] (Anya universo)

12. Comprensión y Empatía

En el amplio living del Complejo de los Vengadores, las miradas se dirigían hacia Vanessa Caro, no todas eran miradas juiciosas, sino que algunas mostraban compasión, y la mayoría, una gran incomodidad, puesto que veían a la chica sentada en el suelo y mirándolo con culpa, mientras que Tony Stark hacía un recorrido de ida y vuelta frente la mesita de centro una y otra vez. El rostro del multimillonario mostraba molestía, aunque ésta también escondía una gran preocupación, pero por ahora, dejaba mostrar gran severidad.

— ¡¿Es que cómo se te ocurrió?! —reclamó Stark a su hija.

—Yo... solo pensé en actuar en ese momento....—admitió la chica.

—En actuar... claro... ¡Nunca habías mostrado tus habilidades en público más que el día que te encontramos y todavía no las sabes manejar bien! ¡No pensaste en lo que ibas a provocar al no saber controlarlas como se debe! ¡¿Viste lo que pasó?!

—T-Tony, yo...—tartamudeó—. Quería ayudar... no quería y no pensé que alguien pudiera salir herido...

—Pues no, no pensaste en las consecuencias... ¡Tienes suerte de que nadie haya muerto! ¡Pero eso no quita que haya habido varios heridos! ¡Y eso no es todo!

Todos notaron la dureza en la que Tony le habló a su hija, y lo que le estaba afectando a ella, pues no lo habían escuchado así desde la vez en que discutieron por saber que eran padre e hija, y a la mayoría no le agradó escuchar eso, menos que Tony quisiese recriminarle sus errores cuando él no era precisamente el rey de la perfección, algunos entendían que como padre, era su labor reprender a su hija, pero a otros les pareció más bien hipócrita. Pietro fue uno de estos, y detestaba que Tony actuase así cuando Nessa parecía estar muy afectada.

— ¡Stark! ¡No tienes por qué hablarle así! —reclamó el platinado.

El millonario se detuvo.

— ¡Claro que sí, Maximoff! ¡Viste todo lo que pasó! ¡¿O qué?! ¡¿Te lo recuerdo?! —el millonario no esperó a que Pietro respondiera—. ¡Ella no entiende todavía las consecuencias de este trabajo! 

—Es que...—habló Nessa—. Yo... solo pensaba que si tenía estas habilidades y al ver lo que estaba pasando podía tratar de ayudar... y Spider-Man necesitaba ayuda...

— ¿Estás segura de eso? Porque por lo que yo vi, no lo parecía—siguió Tony—. Tú estabas perdida en ese combate, y Spider-Man fue el que tuvo que terminar de ayudarte y tratar de disimular el desastre de tu imprudencia y tus impulsos de “heroísmo”. Y perdóname que te lo diga, pero lamentablemente el entrenarte con Astor y con Ava hizo que no estuvieras consciente de la responsabilidad que conlleva tener las habilidades que tú tienes. Pero claro... no te criaron para que tuvieras cuidado, ni para que te importara lo que pudieras provocar.

Esas palabras, hicieron que a Nessa se le cristalizaran los ojos, le dolió escucharlas más de lo que podía imaginarse, porque era como si le dijese que ella era igual a las personas que la criaron, y que le hicieron tanto daño.