24. Secretos Familiares

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Ava Caro no quitó su sonrisa satisfecha mientras que veía que Christian y Alexander la colocaban en una cama de exploración de metal del enorme laboratorio que estaba aún más escondido.

Disfrutó ver a la bastarda tratar de luchar y ser liberada, pero sin la capacidad de hacer algo al respecto y solo agotando fuerzas al intentar resistirse, efectivamente, sin sus poderes, la chiquilla no era nada. Soltaba ruidos de frustración y trataba de gritar, pero de nada sirvió, ya que contra el ágil Christian y el súper fuerte Alexander, no podía hacer demasiado. La amarraron de ambas manos y pies, para que no pudiera escapar y no le quitaron la mordaza, pues por ahora no tenían ganas de escuchar sus gritos, estaban cansados y fatigados por haber ido por ella hasta Nueva York y solo querían descansar y beber para relajarse. Pero antes, Alexander no perdió oportunidad de abofetear a Vanessa una última vez

Ivan rió al ver el acto de su primo y se acercó a su madre, rodeándole la cintura con la mano y tratando de quitarle el trago que traía en la mano, rápidamente la mujer movió el vaso.

Sírvete tu propio trago, mi niño—dijo con severidad.

El joven torció los ojos sin dejar de sonreír y se fue con los demás a buscar alcohol para beber como pozos sin fondo, a su parecer se lo merecían después de tanto trabajo, todo lo demás que vendría sería pan comido, que podían realizar hasta con resaca.

Pocos trabajadores trasladaban algunos aparatos más avanzados, algunos parecidos a los que Vanessa había visto en la sede vengadora, otros desconocidos y uno más que Vanessa reconoció bastante bien: la cabina donde después de un insoportable proceso, se le otorgaron sus poderes. Aunque Vanessa no tuvo tiempo de analizarlo, supo por qué estaba la cabina ahí: para ahora quitarle lo que una vez se le dio. Sintió un fuerte escalofrío de solo pensar que volverían a meterla ahí y que iba a ser un mayor placer para ellos, por lo que la harían sufrir todavía más.

De lo fuerte que Alexander la sostuvo, le dejó marcas en las muñecas, y mientras se sofocaba en sus gritos inaudibles, peleaba sola, trató de zafarse hasta que se quedó sola en el lugar y perdió toda fuerza física, entonces, sintiéndose derrotada soltó lágrimas desesperadas y pensó: "Perdóname Pietro".

Horas después, de madrugada y ella débil, sedienta y hambrienta, alcanzó a escuchar que Astor y Ava se acercaban y al parecer, estaban discutiendo.

¿Por qué jodidos no has quitado esa maldita foto? —reclamó la mujer.

¡Ya te dije que es para ocultar el acceso hacia acá! ¡¿Por qué chingados no lo entiendes?!

¡Quítala y pon otra cosa! ¡No tengo por qué ver fotos de esa zorra cada que quiera salir de aquí!¡Suficiente tengo con que su maldita chiquilla esté aquí de nuevo!

Vas a torturarla ¡¿No?! ¿Que no te estoy dando ese gusto, mi vida?

Es lo mínimo que me merezco después de lo que me hiciste con la puta de Olivia.

Al escuchar el nombre de su madre, Vanessa alzó la cabeza confundida, más por el tipo de conversación que oía.

¡¿Cuántas veces tengo que decirte que ella me provocaba?! ¡Estoy hasta la madre de está eterna discusión! ¡Llevas 20 años reclamándome lo mismo! ¡Y te he tratado como una reina desde que nos casamos!

Pero eso no ablandó a Ava, que en el pasillo se cruzó de brazos.

Da gracias al cielo que su pinche chiquilla no es tu hija, porque si lo hubiera sido los mataba a los 3—respondió Ava entre dientes.

Esas palabras confundieron todavía más a la joven, que sintió un retortijón al pensar que de no haber sido por Tony, Astor pudo haber sido su padre. Y eso le dolió, pero no tanto como el llegar a las conclusiones que llegó respecto a su madre.

Nessa [•Pietro Maximoff•] (Anya universo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora