Nessa [•Pietro Maximoff•] (Anya universo)

17. Decepción

Al momento de escuchar la voz de Nessa, Pietro sintió como la sangre que corría por todo su cuerpo, se le heló, y mientras Crystal se separaba para ver a quien la había interrumpido, él abrió los ojos totalmente asustado mirando a la chica de la que estaba enamorado, solo para notar como a ella se le estaba destrozando el alma por la forma en la que veía la escena... y él no supo qué carajos hacer... pero estaba seguro de que todo se iría a la mierda.

— ¡N-Ness... y-yo...—logró decir mientras nervioso se reincorporaba.

Vanessa quedó inmóvil durante unos segundos, sin saber qué decir, y sin poder evitar que las lágrimas salieran.

—Pe... perdón... no... no quise interrumpir—logró hablar la chica con voz quebrada y rogándole a sus piernas que se movieran para largarse de ahí.

Y Crystal comprendió perfectamente al ver la decepción de la chica frente a ella, los sentimientos que ésta tenía por Pietro. A los ojos de Amaquelin, Nessa no fue más que una chiquilla enamorada y es que al verla más cerca notó que la chica aparentaba de unos 17 a unos 20 años... entonces sí... solo era una chiquilla; miró a Pietro y también comprendió por la forma en que él la veía, que ella era la chica por la que pretendía dejarla, y le pareció un sinsentido, pues sí, al compararse con Nessa, Crystal notó que la pelinegra no tenía nada que hacer a su lado, sí, era guapa, pero no tan atractiva como lo era ella... lo de Pietro solo debía ser algo fugaz, y ella no tenía que perder lo que tenían por... sí, efectivamente una aparecida, así que este era el momento para dejarle su lugar bien claro... no podía ser tan difícil debido a lo que leyó en el lenguaje corporal de la chica.

— ¡Pues lo hiciste, niña! —reclamó la agente pelirroja subiéndose lentamente y con especial atención para que Nessa la viera, uno de los tirantes del vestido que por el movimiento se le había bajado— ¡Por Dios! ¿No ves que estábamos en medio de algo?

Acto seguido, trató nuevamente tocar a Pietro con la intención de volver a marcar territorio, pero él la miró demasiado molesto y por fin reaccionó, poniéndose de pie y tomando distancia de ella.

— ¡Crystal, cállate! —exclamó.

—Lo siento, mi error...—balbuceó Nessa con la inseguridad que la caracterizó cuando Pietro la conoció y por fin haciendo que las piernas le reaccionaran para moverse.

Trató de resistirse a berrear y se dio la vuelta para alejarse lo más posible de la habitación.

— ¡Mierda!¡No! —masculló el platinado, yendo tras de ella y con su velocidad, quedó frente a ella y le miró el rostro lleno de lágrimas, ella trató de no mirarlo y se abrazó levemente— ¡Nessa, te juro que no es lo que piensas!

Nessa no supo qué debía sentir en ese preciso momento, por un segundo pensó que debía estar furiosa, pero ahora no pudo encontrar esa sensación, por el contrario, lo que halló fue una tremenda decepción que le producía una tristeza demasiado grande, como hace tiempo no la sentía; pero esta tristeza y este dolor eran distintos a los de antes, sin embargo, igual desgarradores para ella, cosa que no se logró explicar del todo... ¿Cómo podía ser que lo sintiese tanto? ¿Por qué sentía como si le estuvieran atravesando el alma con mil lanzas?

Y con aquel dolor, le respondió al hombre del que estaba enamorada, pero que por lo que había visto, ella asumía, no compartía el mismo sentimiento por ella y es que claro... ¿Cómo podría?

Involuntariamente, a su mente vino la tía Ava, y la crueldad con la que siempre la trató y las palabras que a diario le repetía: "¿Qué te hace pensar que vales algo? Nunca nadie podría amarte... eres solo un error" y ante esta situación, la chica pensó que su tía y antes mentora, tenía completamente la razón.