23. Reclamos en Desesperanza

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Sin señal alguna de Vanessa, Tony Stark cayó al suelo de rodillas, en estado de shock, tratando de hacer sentido en su mente de cómo carajos perdió contra Astor y su familia, y no solo él, sino el “Equipo de Héroes Más Poderosos del Mundo”. El nombre debía ser un muy mal chiste, porque no fueron capaces de vencer a los Caro, y más importante, Tony Stark, el gran Iron Man, no fue capaz de mantener a su hija a salvo y eso lo estaba matando. Astor tuvo razón, el daño que ellos podían causarle a Vanessa, era dolor que él sentiría también. Y le destrozó pensar que ellos ya la tenían y piedad no era un concepto que ellos conocieran.

Los demás vengadores estaban igual que Tony.

Wanda, que con ayuda de Vision se levantó, soltó un jadeo y localizó a su gemelo con la mirada, apresurándose a llegar a él. 

Pietro tenía los ojos bien abiertos y miraba hacia el suelo, negando una y otra vez con la cabeza, al tiempo que todo su cuerpo temblaba. No podía creer que no había podido llegar a tiempo, que ellos se la hubiesen llevado, pero él tenía que remediar las cosas, no podía rendirse, no podía permitir que Vanessa sufriera todavía más. Aunque el velocista estaba callado, su corporalidad denotaba cuán mal y desesperado estaba. Antes de que Wanda llegara hacia él, se sintió mareado y con la vista borrosa, además de que lo invadió una migraña casi insoportable y un calor que fue aumentando cada vez más, un calor similar al de una alta fiebre, y pese a cómo se sentía físicamente, se mantuvo rígido y sin desviar su pensamiento.

La gemela de Pietro se angustió de inmediato al verlo en ese estado y notar que en su mente, el recuento de los todos los hechos desde que él estaba con Nessa en el muelle hasta después, pasó por su mente una y otra vez, tan rápido que de solo tratar de leerlos, Wanda sufrió una terrible jaqueca también, que la hizo fruncir el ceño y apretarse el tabique de la nariz unos segundos. Era como si la mente de Pietro empujara a los invasores con rapidez, como si su mente se empezara a proteger de ser descifrada, pues cuando Wanda desistió de leérsela, la jaqueca de ella se esfumó. Ahora sí, se acercó a su hermano, notando que por segundos, ni siquiera respiró.

— ¡Pietro! —exclamó la sokoviana preocupada .

Al escuchar la voz de su hermana, el platinado reaccionó.

—No voy a dejar que ellos la lastimen—masculló, para salir corriendo del Complejo.

Corrió, alcanzando casi la velocidad del sonido, superando su marca más alta hasta ese entonces, que había sido de 450 millas por hora, en ese momento, sin cronómetro, sin indumentaria, sin nadie que lo evaluase, había logrado 730 millas por hora, decidido a recorrer cada rincón existente si era necesario para encontrar a Vanessa. Y buscó, buscó en cada lado posible, sobre todo deteniéndose en México y siendo más minucioso en Salvatierra, en el lugar que Tony Stark presumió era la antigua sede de los Caro, pero aunque con su fuerza rompió la puerta y buscó por todo el terreno y el viejo complejo, no encontró nada... y luego en la Capital del país tratando de buscar algo que le diera indicios de los Caro, pero no halló más que noticias alertando que el antes influyente Astor Caro había escapado de prisión y las búsquedas para tratar de volver a atraparlo no paraban, y es que tras descubrirse lo que él y su familia eran, se dio pie a un pánico colectivo hacia el grupo de alterados, sobre todo, desde el lado político, aunque ninguno de los funcionarios lo admitía, sus gestos los delataban, al menos, eso notó Pietro en las notas imágenes que había en las notas del periódico que leyó fugazmente. Pero no hubo absolutamente nada que le diera la respuesta que quería.

Rincón tras rincón buscó por todos lados, fuera de México en otros países del continente, corriendo por la superficie de los océanos y si hubiera sido capaz, la habría buscado también por los cielos.

Pero en ningún lugar en el que buscó estaba ella y ni repitiendo lugares la encontró. 

Desesperado, al sokoviano solo le quedó una idea: ir al lugar donde la conoció, pero al llegar a esa bodega donde vio aquellos ojos cafés por primera vez, solo encontró decepción, pues ella no estaba ahí. Y enojado, desilusionado y frustrado, retornó al Complejo, llegando a su mismo punto de partida, con aquel mareo haciéndose más fuerte.

Nessa [•Pietro Maximoff•] (Anya universo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora