25. Debilidad

166 20 12
                                    

~Salvatierra~

Después de mantener a Vanessa paralizada y electrocutada dentro de la cabina horas por mera diversión, la sacaron, ahora sin ninguna objeción por parte de la veinteañera, que parecía muerta en vida, pues no se movía más que para temblar con los ojos bien abiertos, y es que el trauma de pasar por el mismo sufrimiento, se presentó con mayor magnitud. El dolor de antes había sido nada comparado con el de ahora, y todavía lo padecía más al estar tan débil.

Pensó que por lo menos fuera de la cabina podía descansar, pero fue demasiado ingenua, porque ella ya sabía desde antes que ellos no le tendrían compasión. La volvieron a atar a la camilla de exploración ajustándola más de las extremidades, por consiguiente, dejándole lesiones en las muñecas y los tobillos.

Se pasó la lengua por los labios e hizo un ruido que dejaba notar lo sedienta que estaba, sentía las encías saladas, estaba mareada, no encontraba la capacidad de hacer nada.

Pensó en rendirse, en morir, pero todavía le aterraba pensar en si había un más allá, un limbo o un lugar donde pagar más penitencias, dudaba merecer una vida celestial, y concluía que si existía un infierno iría directo ahí. Aunque le aterrraba la idea de la inexistencia y la nada, concluyó que era mejor a su infierno en la tierra y el infierno del que de pronto oyó a los Caro hablar.

Y otra vez, no pudo dormir, las horas nocturnas se le hicieron eternas, y el dolor en las extremidades mucho más insoportable.

Cuando amaneció, sus primos, descansados y milagrosamente sin resaca, se prepararon para salir, siendo Sara Caro la primera en despertar e ir por cada uno de sus hermanos y primos, para continuar con lo que tenían planeado.

Mientras cada uno a su tiempo iba a su lugar de encuentro, Maia Caro se acercó a Ivan para explicarle que no iría con ellos de momento.

¡¿Cómo que no irás?! ¡¿Quién te crees para tomar esas decisiones?! —reclamó Ivan enojado a su prima Maia.

La que va a tener las mejores habilidades y las va a saber aprovechar. Mami me va a dar los dones de la bastarda en unas horas, así que tengo que estar aquí. En cuanto termine los alcanzo, estaré para cuando lleguen los Vengadores, no te preocupes.

Ivan se quejó y torció los ojos, no le parecía que tomaran decisiones sin su consentimiento, pero de cierto modo, sabía que si funcionaba, saldrían beneficiados, pues como Maia decía, ella sí sabría aprovechar las habilidades de Vanessa. Cuando Astor y Felix aparecieron, Ivan, sin volver a ver a su prima, llamó a los demás y exigió a su hermana pequeña Makenna, que estuviese ya lista, pues ella los llevaría a sus distintos destinos para empezar a generar su caos, para finalmente llegar a la capital del país, donde esperaban fuese su encuentro final con el equipo de héroes más poderosos de la tierra.

Estaban listos para ser la familia más poderosa y letal del mundo. Así pues, al estar todos, a excepción de Maia, pudieron irse a su primer destino, en el que no tardaron en obtener el resultado que querían. El tiempo de entrenamiento bajo más presión de los últimos meses había resultado bastante bien.

Su plan era bastante claro: hacer golpes de estado en cada sede gubernamental, hasta finalizar en la Ciudad de México, de una forma todavía más escandalosa y caótica, en la que también se tomarían más tiempo, para esperar a los Vengadores ahí.

De vuelta en el complejo de Salvatierra, Maia, caminó hacia el laboratorio con una gran sonrisa en el rostro, la sonrisa de una niña caprichosa que estaba por salirse con la suya.

Al llegar, observó como algunos trabajadores volvían a sostener a Vanessa para volver a ingresarla a la cabina. La chica estaba ya tan débil que no pudo forcejear ni hacer más que llorar en silencio, por saber lo que venía.

Nessa [•Pietro Maximoff•] (Anya universo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora