Dos Más Uno Son Tres

539 54 12
                                    

Cuando Apolo despertó miró a Adrián como siempre dormido dejando ver sus orejas peladitas, sonrió recordando cuando era niño, el mayor lo dejaba jugar con estas sentado sobre sus piernas y cada mañana cuando despertaba en las acariciaba con cariño para despertar al Alfa con una sonrisa.

Estaba por estirar su brazo cuando la puerta se abrió de golpe y su hermano entró detrás de Jano quien gruñó furioso al notar el olor de Adrián en el cuarto del menor, Dante le gritaba al otro Alfa que saliera, estaba invadiendo el espacio de su hermano y que eso era una falta de respeto para un Omega, a la pantera le importo poco y comenzó a deshacer el nido de Apolo jalando las prendas cuidadosamente acomodadas.

Adrián gruñó por el alboroto y se lanzó contra la pantera en su forma animal, logrando herirlo, Apolo no podía salir de su nido ya casi destruido porque no tenía más ropa que sus boxecers, un Omega por muy rudo que sea no podía mostrarse casi desnudo ante dos Alfas marcando territorio era como echarle leña al fuego, Dante se acercó a su hermano y le dio su bata, el menor se la puso y salió del destrozado nido acercándose a Adrián quien no deja que Jano se levantará del suelo.

Tomó la cabeza del animal y con cariño le pidió que lo acompañará, el Alfa aceptó y se fue con el menor al baño, Dante le dio la ropa para Adrián que el Omega aún guardaba en sus cajones, Jano sólo los miró molesto pero dejó que el Alfa loco se cambiará al igual que Apolo, cuando el menor salió del baño este miró su nido y suspiro, tendría que hacerlo de nuevo. Cosa que no le gustaba mucho.

Jano lo miró molesto pero esta vez fue la voz de Dante la que se escuchó.

–No puedes reclamar nada, destruiste su nido–gruñó el Alfa menor

–Eso en esta familia es un insulto contra el Omega que cortejas–continuó Mimir

–No es algo que se perdone fácil, hacer eso quiere decir que no respetas el espacio de tu Omega por lo tanto tampoco a él o ella–terminó Adrián, se sabía esa regla de memoria

–Yo puedo hacer lo que quiera con el, por algo es mi Omega–gruñó molesto

–En eso te equivocas–le respondió Apolo– en esta manada hasta que yo no tenga tu marca en mi cuello no soy nada tuyo mas que tu novio–continuó mientras sacaba la ropa y sábanas que ya no usaría en su nido

Todos los Alfas presentes gruñeron con intención de echar al intruso en esa casa, Jano miró al menor enojado, desde que el menor aceptó ser su novio ya lo veía como su Omega dirigiendo la manada con el pero sabía que tenía Alfa, que corría peligro de ser remplazado por este, pero su Alfa le decía que ese es su Omega pude que se este equivocado.

–Jano, yo no te engañe nunca, te dije que tenía Alfa, que si bien ya no estábamos juntos mi Omega lo necesitaba–le dijo Apolo suspirando

–Tú sabes que mi Alfa te llama como su Omega, sabes que madre luna no se equivoca, ella decidió que yo fuera tu nuevo Alfa–Gruñó Jano

–De ser ese el caso yo ya no sentiría el lazo con Adrián y no es así, aún estoy conectado a él, eres tú el que se está equivocando–Aseguró el Omega aún débil, acomodando su nido con nueva ropa y sábanas

–Jano, pasaste la línea entraste al nido de un Omega sin su permiso, eso aunque seas su pareja, novio lo que quieras, es una falta de respeto, más si es el hijo del líder de las panteras–gruñó Mimir ayudando al menor a colocarse una sudadera ya que estaba nevando afuera

–Por hoy Jano te pido salgas de mi casa, te prometo que hay una explicación por la cual creas que yo soy tu destinado pero no es momento de explicártelo, hay cosas más importantes–le pidió Apolo mientras dejaba que Adrián le colocará su gorro para nieve

El Alfa pantera se fue derrotado, todo era muy confuso para el pero era verdad cometió una falta al destrozar el nido de Apolo, salió de la mansión por la puerta del jardín por donde entró

Adrián miró a su ex-Omega el estaba durmiendo en el nido a petición del menor, decía que su lado animal lo necesitaba pero que eso no significaba que lo perdonará todavía el pequeño seguía enojado con el por lo que pasó anteriormente, ya tenía que regresar a su casa de entrenamiento igual que Dante pero aún no podían ninguno del los dos Dante por descubrir a su hermano perdido y Adrián por no dejar solo a su Omega, su lado animal le pedía que logrará obtener el perdón del chico lo quería y necesitaba pero sobre todo lo amaba, nunca podría perdonarse toso lo que le hizo a un ser tan dulce, fuerte, guerrero e inteligente.
Amaba la independencia del chico, no dependía de ningún Alfa, fuera su hermano, padre o amigo, el podía defenderse solo de lo que fuera, se lo demostró aquella vez que fue atacado por la pareja de su hermana ese pobre chico que murió por seguir los consejos de su madre, ese chico no merecía una muerte así pero sus decisiones lo llevaron a eso.

–Adrián podrías ayudarme con unos libros ¿por favor?–pidió Apolo al mayor señalando dos libros en la repisa más alta, el no podía bajar la escalera con libros tan pasados en manos

El Alfa encantado subió los peldaños tomando el primer libro y dándoselo al menor pera después subir por el segundos y hacer lo mismo, el menor sonrió y se fue a la mesa grande al centro del lugar con los dos libros en sus brazos, Adrián y el estaban en una relación de silencio, compartían tiempo juntos pero ninguno hablaba a no ser que fuera necesario, eso lastimaba al Alfa pero en tenía que él tenía la culpa y era su deber solucionarlo ya que el chico que es la luz de su vida pero se dio cuenta demasiado tarde nunca lo traicionó, fue el quien lo engaño, aun cuando le temía a los leopardos por culpa de su madre y hermana, se adaptó a vivir, aunque no dormían juntos o incluso no podía hacer bromas con él menor para no asustarlo, años les llevo que el menor confiara en el, y lo traicionó, lo engaño ¿Por qué? Solo por estar frustrado, solo eso algo tan vano y tonto como el no poder tomar a su Omega. Las consecuencias de todo eso... Ahora Apolo solo lo mantenía con el porque su lado animal lo necesita, no porque el menor quiere
Ha estado durmiendo en el nido del menor pero este se levanta antes que el, no lo despierta como antes, extraña los mimos del menor pero haría lo mejor para tenerlo con el de nuevo.

EN EL TERRITORIO TIGRE

–Mamá ¿Cuándo atacaremos?–preguntó el Omega abrazando a su madre

–En una semana cariño y el territorio de los tigres regresará a mi familia–respondió la mujer con rabia besando la frente de su "hijo"

–Madre ¿Puedo salir a correr?–pregunto emocionado

–Claro que sí cariño pero no regreses tarde–respondió la mujer saliendo de la habitación

Ades salió de casa corrió hasta llegar a  la frontera donde se aseguró no lo siguiera nadie, se contactó con sus hermanos, sus ojos amarillos mientras parecía dormir desprendían un brillo peculiar, estaba alerta a lo que pasaba listo para huir de ser necesario.

Ades nunca supo porque sus"padres" lo nombraron así, sabía que sus hermanos eran Apolo y Dantepero a él lo llamaron Ades, un nombre poco común y muy extraño. Sonriódespidiéndose de sus hermanos listo para regresar en unos días más estará consu verdadera familia, solo un poco más

Se comunico con sus hermanos aun no era muy bueno en controlar sus poderes, pero poco a poco lo lograría además de que a tendría el apoyo de su verdadera familia estaba tan contento y listo para lo que vendría en una semana su escape, su libertad e conocer su verdadero yo, ya no estaría encerrado en esas cuatro paredes. 

 


El final de la apuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora