Lo Menos Que Puedo Hacer

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De la camioneta bajaron Tigres entre ellos uno muy conocido para Alex.

Dos de sus guardas tenían sujeto a otro tigre, uno que Adrián identificó por su cara y su olor, era el primer Alfa que intentó atacar a su Omega, eso lo hace gruñir, pero mantiene la calma no quiere perder el control antes de saber el porqué están allí.

–Se que no quieren verme–comenzó Juan Pablo–Pero creo que esto es lo menos que puedo hacer–le dio la señal a sus hombres para que se acercaran con él chico

–Explicate–ordenó Deimos

–El es el hombre que intentó atacar a tu cachorro–le aseguró–él confesó todo sobre el paln de Lira y cuanto le pagaron–aseguró y todos quedaron sorprendidos

Deimos miró a Alex este acarició su vientre y con un acentimiento entra a la casa ayudado por el Beta de siempre.

–Adelante señores–dijo Deimos haciendo una seña al interior de la casa

Jorge quien era el Beta que cuidaba de Apolo cuando este estaba en su territorio se acercó al Omega y lo saludo con cariño, después de todo el lo vio nacer, a él y a Dante, también ayudó a Alex a salir del territorio tigre e irse con Deimos, le tenía mucho cariño a esos chicos y le dolía lo que estaban viviendo ahora, por eso en cuanto se entero de lo que pasó y que el tiempo para juzgar a la chica se estaba terminando se lo comento a Pablo este de inmediato actuó y mandó a traer al Alfa que intento atacar a su hijo, bueno al que debió ser su hijo, pero despues de todo el daño que causó, el ayudar al cachorro era lo menos que podía hacer.

Al entrar el Tigre quedó encantado con la figura de Alex acariciando su vientre mientras se mesia en una silla.

Lo miró por un corto tiempo tratando de guardar esa imagen en su mente, entró a la sala de juntas, con sus hombres quienes tenían al atacante original sujeto por los brazos, el chico no hablaba ni se portaba violento, a ataba toda orden que le daban, se notaba arrepentido por eso aceptó ser quien se casara y marcará a la chica que lo contrato para el ataque.

–Muy bien Alfa tigre–comenzó Noha–que espera optener con este "regalo"–dijo haciendo comillas con sus dedos.

–Nada, no quiero nada–aseguró de inmediato

–Me es difícil creer eso–le respondió Deimos

–En verdad no quiero nada a cambio–continuó mirando a la pantera a los ojos

Deimos suspiro, pensó que el pedirá algo como ver a sus hijos o hablar con ellos, eso no podía negarselo si los chicos aceptaban, los gemelos siempre han dicho que no les importaría hablar con el pero que no quieren hacerlo.

–De acuerdo, se les permitirá estar en el juicio–anunció Deimos abrazando a Apolo quién como era su costumbre ronroneo ante el calor de su padre.

–Además al regreso de Apolo a mi teritorio tendrá atención psicológica–anunció J.P dejando sorprendidos a todos los presentes.

–¿A qué se debe tanta amabilidad Alfa?–preguntó Noha

–ya lo he dicho, es lo menos que puedo hacer–respondió bajando la cabeza

–Nos quedaremos en un hotel, supongo que a él lo encerrarán em las celdas–sacudió su cabeza mientras se daba la vuelta.

–Mis hombres los llevarán al hotel, el juicio será mañana ya que Apolo y Dante deben regresar a clases en dos días–anuncio Deimos dando la señal a sus hombres

Los abuelos de Dante y Apolo llegaron esa noche, el Omega se lanzó a los brazos de su abuela a llorar. Era en esos momentos que todos recordaban que Apolo era un chico de 15 años, que no tendría porque estar pasando por estas cosas, tendría que estar disfrutando de su Adolescencia en cambio, sufrió dos ataquen en menos de un año.

La mujer consoló todo el tiempo a su niño consentido, por su lado Liotari estaba ausenté de todo no entendía nada de lo que pasaba, solo sabía que sus abules estaban allí y eso significaba regalos.

Sonriendo llegó donde su abuelo quien le entregó una pequeña bolsa llena de chocolates, ella se la llevó feliz y se la mostró a Deimos quien la abrió para ella y se la regresó.

Apolo lloro en brazos de su Abuela hasta que callo dormido, Adrián lo tomó y lo llevó a su habitación donde lo aropo con cuidado dejando un beso en su frente para entrar al cuarto de baño y dar e una ducha rápida antes de acurrucarse a su lado.

Su Omega era tan tierno dormido lo abrazo por la espalda en cuchara y se durmió así,  abrazado al amor de su vida, cuando despertó Apolo estaba sacudeindise mucho en la cama y gritaba, esta era la sexta ocasión en la que eso pasaba, era una pesadilla de los acontecimientos, pero el ya sabía cómo tratarlo.

Lo tomó en sus brazos y lo despertó con cariño, Apolo lo miró con sus ojos llenos de lágrimas se aferro a su Alfa y este lo consoló hasta que quedó dormido nuevamente.

Cómo se programo se le  dio la condena a Lira, la marca se realizó frente a todos, la Alfa grito de dolor y molestia, Liduna trató de interferir pero los hombres de su esposo y los de Deimos la detuvieron.

Teo se recuperaba hasta ese momento mientras estaba en coma entró en paro, eso significó su muerte, del paro no pudieron regresarlo, era claro que el chico era el destinado de Lira y al ser marcada su lado animal no soporto perderla, murió horas después.

El final de la apuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora