Miedo

627 66 14
                                    

Prometo que estos capítulos tendrán más diálogo!

—Hola hermoso—dijo el mayor cuando Apolo estuvo dentro del auto.

El menor le respondió con un beso en la megilla. Adrián estaba muy feliz ese día tenía planeado darle un pequeño regalo a Apolo para continuar con su cortejo.

—¿Que quieres comer? —pregunto el mayor

—quiero carne, extraño la carne que prepara mamá—respondió con un puchero

Adrián condujo hasta un restaurante que encontró un par de días atrás. Preparaban carne de todo tipo y sabía que a Apolo le encantaba la carne de antílope, estacionó el auto y ayudó al menor a bajar de este

—¿Cómo van tus clases?—pregunto el Alfa mientras tomaba su lugar en la mesa.

—Adelante un poco, aun no tengo amigos pero si mucho tiempo libre—respondió con esa hermosa sonrisa que tiene siempre

—Hoy comopre esto para ti—le dijo dándole la cajita con el regalo

Una pequeña pulcra de oro blanco con dos letras del miemo material en en medio, A y A ambos nombres inician con la misma letra así que a Apolo le pareció graciosos y de inmediato le pidió al Alfa que se la colocara.

Sus platos de comida llegaron y mue tras comían hablaron de cosas tontas y chistes, en un momento los hijos de Apolo cambiaron a naranja, eso significa que Dante le estaba mostrando algo. Cuando sus ojos regresaron a la normalidad estaba riendo

—Mi hermano salió a correr con Guillermo y un zorrillo los rocío—dijo entre risas

—¿Me imagino que te enseñó todo lo que paso?—pregunto el myir al escuchar esa hermosa risa.

—Si, encontraron una madriguera y pensaron que era un conejo—se corto por la risa—así que Adrián intentó sacarlo pero al escarbar se topo con el Zorrillo y este sin esperar nada los rocío—terminó de contar ahora ambos reían

Terminaron de comer y salieron del lugar, como siempre fue Adrián quien pagó.

—¿Quieres regresar a la escuela?—pregunto el Alfa

—No, mejor vamos los dos a tu oficina, las ultimas clases las tengo libres—respondió y de inmediato Adrián giro el volante para ir a la oficina

Amaba tener a su Omega con el en el trabajo, en muchos casos lo ayudaba a resolver problemas entre empleados o problemas con algún producto.
Llegaron al edificio y entraron sin ningún problema, hasta que en el piso donde esta la oficina de Adrián se toparon con Wanda, ¿Que hace ese perra aquí? Se preguntó Apolo al verla.

—te traje el almuerzo—dijo la chica

—¿Cómo te dejaron pasar?—fue lo primero que pregunto el Alfa sin ponerle atención a la bolsa con estampado de flores

—Dije que tenía una cita contigo—respondió—Mira te traje carne de ternera—dijo antes de intentar sacar el toper donde estaba esa comida.

—Ya he comido—respondió Adrián bastante molesto por la insistencia de ese mujer.

La chica lo miró extrañada, ¿no se suponía que los co's no tenían tiempo de salir ni por un respiro?

—Pedire que te retires, mis guardias te acompañarán—dijo y de detrás de el salieron dos Betas que le pidieron ameblemenre que se retirara.
La chica forsejeo e intentó quedarse, pero en su vista se colo por fin Apolo quién abrazo al Alfa y dejó un corto beso en lo labios del Alfa, beso que este correspondió colocando sus manos en la cintura del menor, Apolo no podía estar más feliz

Como siempre todo en su vida se trataba de confianza y el sabia que podía confiar en su Alfa, Adrián jamás lo dejaría, despus de todo dejos a su mana para estar con él, aunque eso no le gustaba mucho y pronto vería la forma de arreglar esa citación estaba seguro que no lo cambiará por nadie más.
.
.
.
.
.
.
.
.
Deimos se encontraba en el patio de su casa jugando con su hija la bebé de 4 años ya corría como toda una pantera, sabían que no tomaría su forma animal hasta que cumplirá 15 o pude ser que un poco antes pero de algo estaba seguro sería una pantera como el, aunque no le molestaría su es una hermosa tigre a como sus hermanos y Alex.

La bebé corria detrás de su coenjo, ya un pesado animal de casi el dobre de su tamaño pero ella lo adoraba. El Alfa no podía estar más feliz, en ese momento Alex salió al patio a ver a dos de sus cuatro amores, dentro de poco cinco.

Salió y abrazo a Deimos por la espalda y le puso la prueba de embarazo casera enfrente. El Alfa lo miró sorprendido, su Omega estaba embarazado, por tercera vez, eso era magnífico
Otro bebé en esa casa, alegrando sus días.

Todos los cambia-forma a partir de los 25 años comienzan a envejecer más lento pueden tener 40 y parecer de 20.

Vería crecer a todos sus hijos, incluyendo a ese hermoso bebé que crecía en el vientre de Alex.
Les daría la noria a sus hijos cuando regresen en vacaciones.
Estaba seguro de que esos niños también estarían felices de tener otro hermano.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Dante despues de su experiencia con al zorrillo y su baño en jugo de tomate decidió ir a dormir a su habitación y ver si podía hablar un rato con su hermano, aun no se acostumbraba a vivir tan lejos de, pero en sus vacaciones lo tendría durante dos meses no se separara de el en todo ese tiempo.
Cuaundi pudo contactarlo ya era de noche y hablaron hasta que ambos se quedaron dormidos. De verdad se extrañaban muchiciso
.
.
.
.
.
.
.
.
.

—Buenos días amor—dijo una voz a su lado

—Buenos días Deimos—respomdio Alex acariciando los brazos de su esposo que el mayor mantenía en su cintura

Justo esa semana sus síntomas se intensificaron, tenía náuseas todo el tiempo, decidieron agendar una cita con el médico y era esa misma tarde.

Ya habían pasado cinco meses desde que mandaron a sus hijos a vivir por separado, cada uno en un clan distinto y segun les informaban sus respectivos cuidadores ambos se adaptaba muy bien a la vida sin el otro, pero seguían extrañandose.

Ya solo faltaban dos meses para que se vieran nuevamente y pasar una temporada juntos antes de regresar a cada uno al clan donde están viviendo.
.
.
.
.

.
.
.
.

.
.
.
.

Apolo caminaba por los pasillos de su instituto aun no había logrado hacer amigos y la vereda era que si lo intentó pero no podía, ninguno de los chicos con los que hablaba le parecían cinseros del todo, ya era hora de salir y Adrián estaba por pasar a recojerlo, pero el antes de salir quiso ir al baño, un gran error.

El final de la apuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora