She is Special

Parte 10 Celos

Aquel viaje en carretera había sido perfecto y a la vez un desastre, había sido un desastre porque había sido perfecto. Cuándo se descubrió a si misma buscando su brazo para dormir, algo en su interior le preguntó "Oye Clarke ¿Qué es esto? ¿Por qué no lo habíamos sentido nunca antes? Me gusta" y ella le respondió "Cállate joder" porque no podía gustarle. Sabía que ya estaba jodida simplemente por sentir aquello, los sentimientos lo estropeaban todo y por eso huía de ellos "Te ha ido bien Clarke, no la cagues" Pero tampoco nunca había aparecido nadie que le despertara todas aquellas cosas, llegó a pensar que no existían y que la gente exageraba, pero apareció Lexa y sonó la alerta roja ¿Qué tenía de especial la única chica con la que no podía tener nada? A simple vista una cara bonita con sus ojos y sus labios perfectos, pero que en el interior escondía mucho más y aquello era realmente lo que la tenía así de jodida, porque el conjunto era perfecto de verdad. Lo bueno es que se había dado cuenta pronto y podía ponerle solución, no había que dramatizar antes de tiempo. La gente decía "Lo mejor es alejarse" y estaba de acuerdo, a ella le había ido bien alejarse como método de prevención, pero esta vez no le estaba resultando tan fácil. Le estaba costando demasiado hacer algo en lo que se consideraba una maestra semanas atrás. Consiguió poner excusas para no verla los días posteriores al viaje, pero por la noche se pasaba horas hablando con ella igualmente, lo necesitaba, al menos escuchar su voz y su risa a través del teléfono, que le contara cómo le había ido el día y lo que le diera la gana, y volver a sentir aquello en la boca del estómago, lo necesitaba pero no lo quería, o lo quería pero prefería no quererlo y mucho menos necesitarlo. Y de ahí surgía el mayor de los conflictos internos hasta la fecha, seguir con su plan de los últimos 15 años o dejar crecer aquello a ver dónde la llevaba a pesar de saber que no era a buen puerto, pero era adictivo sentir todas aquellas cosas y la sensación que se le quedaba después, y las adicciones no eran fáciles de controlar ni de superar.

Tenía unos documentos sobre el escritorio, debería de estar trabajando en ellos pero no se concentraba lo suficiente, porque Lexa le había escrito "¿Estás bien?" Después de que ella le contestara de forma muy escueta durante todo el día, y se debatía entre contestarle o no y si lo hacía en que narices le iba a decir, porque no quería mentirle pero tampoco podía decirle la verdad y le sabía mal que pensara que pasaba de ella o que no estaban bien. Así que optó por contestar una verdad objetiva.

Clarke: Si, solo estoy algo estresada

Lexa: ¿Por el trabajo? Esta semana estás trabajando demasiado, quizás deberías desconectar un poco

Clarke: No se cómo - No se cómo desconectar de ti -

Lexa: Tal vez y pueda ayudarte ¿Por qué no vienes mañana a casa y probamos a meditar cómo te prometí? A mi me funciona

Clarke: No se Lex... no creo mucho en esas cosas

Lexa: ¿Pero crees es mi? No pierdes nada por intentarlo, yo te enseño, además te echo de menos, han pasado tres días y todavía no nos hemos visto. Dos por uno ¿Qué te parece?

Me parece la mejor idea de todas y la más horrible a la vez. Porque se moría de ganas de verla y no debería de ser así. Decir echar de menos era quedarse cortó ¿Se podía echar de menos hasta la forma de respirar de alguien? Porque ella echaba de menos cada pequeño detalle. Los grandes y los medianos también, cada gesto y la forma en que su sonrisa se mezclaba con el verde de sus ojos en su cabeza cada vez que pensaba en ella. Su tacto y su calor los echaba especialmente de menos y que su cuerpo se revolucionara al completo y exagerado cuando rozaba su piel o la morena le sostenía la mirada. Por eso debía decirle que no, inventarse otra excusa o reutilizar alguna. Su interior se quejaba cada vez que lo hacía porque se había acostumbrado demasiado rápido a todo lo que le provocaba. Era la primera vez que le pasaban cosas así, después de descubrir que existían a su organismo le sentaba fatal cada vez que ella decidía que no podía ser. Debía excusarse, pero después de varios segundos decidió que necesitaba estar con ella un poco más. No podría alejarla de golpe, ni ella misma aguantaría aquello porque lo hacía en contra de su voluntad, tal vez sería mejor hacerlo poco a poco porque no quería perder la relación que podrían llegar a tener cuando a ella se le pasara, no quería que saliera de su vida, se había convertido en alguien esencial.