Parte 7¿Quieres jugar, Woods?

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Por fin era miércoles, el viernes a las cinco de la tarde tenía aquella sesión de fotos para la revista, y decía que por fin era miércoles porque en una hora estaría montada en el coche de Clarke camino Odessa, Texas. Eran las siete de la mañana, pero daba igual porque casi no había podido pegar ojo en toda la noche y la hora nunca llegaba. Las tardes se las pasaba organizando la ruta, le mandaba a la rubia opciones para pedir su opinión, joder es que estaba muy emocionada con aquel viaje en carretera, no era su primera vez, pero hacía tiempo que no le hacía tanta ilusión y a lo mejor era porque sería Clarke su compañera de viaje y con Clarke nada podía salir mal, Clarke convertía aquel viaje en algo apetecible igual que alejaba los demonios de su cabeza y por eso aquella combinación se le antojaba perfecta a sus ojos y su cuerpo reaccionaba en consecuencia. Tenía la maleta casi preparada desde el domingo. Clarke contestaba a sus mensajes con "Me fío de ti" "Si a ti te parece bien a mi también" y no le contestaba todo lo rápido que ella pretendía, por eso se impacientaba un poco, pero después, por la noche la llamaba y se pasaban horas comentando y decidiendo, por eso sospechaba que la rubia estaba ocupada adelantando trabajo u "Organizando su agenda" cómo decía ella para poder acompañarla en aquel viaje, aunque no se lo decía para que no se sintiera mal, porque le había dejado caer en un par de ocasiones durante el fin de semana que si iba a ser mucha molestia no hacía falta que lo hiciera, pero en el fondo y no tan fondo, le encantaba que estuviera haciendo eso por ella ¿Un poco egoísta? Pues a lo mejor un poco pero no podía evitarlo. Ya no se imaginaba aquel viaje sin ella al lado y su cabeza ya había imaginado miles de escenarios que no quería se se quedaran en el limbo. Unas veinticinco horas en carretera que no quería pasar sin ella, treinta horas a su lado en el coche, solo ellas dos y que seguro que se le hacían cortas, porque siempre le pasaba lo mismo, las horas volaban si tenían que ver con Clarke. Es que más que un viaje de trabajo aquello parecían unas vacaciones improvisadas y por una vez se alegró de tener fobia a volar. Recibió un mensaje mientras desayunaba sentada en la mesa de la cocina "Yo estoy lista ¿Tu estás lista?" Que le sacó una sonrisa de emoción, de impaciencia... de ganas. A la rubia le apetecía tanto como a ella, lo sabía y eso todavía hacía que a ella le apeteciera más. Joder, es que parecía una niña de ocho años cuando Papá Noel le trae lo primero de su lista. Le contestó "Más que lista ¿Vienes ya?" Y cómo le dijo, "Salgo en cinco minutos" unos nervios agradables aparecieron de repente ante la inmediatez de aquel viaje que desde el viernes de madrugada no se sacaba de la cabeza. Calculó aproximadamente veinticinco minutos, imaginando que no correría tanto cómo cuando la llamó llorando como una imbécil, todavía se acordaba de su cara y de lo que sintió cuándo se abrazó a ella, que se diera tanta prisa porque era importante para ella que estuviera bien, también le removía cosas por dentro.

¿Aún estás aquí? - Le preguntó su amiga en mitad de un bostezo adentrándose en la cocina -

Está al caer. Por cierto ¿Has visto mi gorro? No lo encuentro por ninguna parte

¿El azul de Vans? - Asintió, ese era su favorito y ya empezaba a hacer frío - Lo tenía en mi habitación y te lo metí en la maleta -

¿Seguro?

Que si ¿Qué te pasa? Pareces un poco acelerada - Le quitó su bol de cereales de enfrente, al aparecer era demasiado vaga para prepararse su propio desayuno, pero daba igual porque ya no tenía hambre -

Nada, es que tengo ganas de salir ya

Seis días a solas con ella...Si te la follas ¿Me contarás cómo lo hace? Para estar preparada

¿Eres gilipollas? - Le pegó con la mano abierta en la nuca y la imbécil sonrió - Ninguna de las dos quiere hacer nada, tienes una mente enferma

Lo que realmente le molestó fue aquel "Para estar preparada" significaba que seguía con la idea en la cabeza de acostarse con ella y cada vez le hacía menos gracia. No había tenido suficiente con meterse en la cama de su compañero de piso y después contarle a ella todos los detalles que ni necesitaba ni quería saber, pero los escuchó de principio a fin, y pensar que le detallaría de igual forma su polvo con la rubia le chirriaba por dentro y le provocaba malestar, joder es que no quería que se lo contara porque no quería que pasara. ¿Y si Clarke se alejaba de ella por culpa de eso? ¿Y si cambiaba algo? La sola idea le revolvía el estómago, Clarke no era de su propiedad y ellas eran adultas y no podía prohibirle a su amiga hacer nada si de verdad le apetecía, pero a la vez sentía aquella conexión con la rubia que creía mutua y que se tirara a su amiga sería extraño. Era como si ella tuviera más derecho que Raven en el sentido de "Yo la vi primero, no me lo estropees" porque con ella se pasaba horas hablando, riendo, haciendo el tonto y conociéndose de verdad ¿Qué había hecho con Raven? Tontear un poco y para de contar. Clarke no era de su propiedad pero sentía que le pertenecía más que a Raven, si quería follar había miles de chicas y de chicos más con quién hacerlo ¿Por qué tenía que empeñarse en que fuera la rubia? Qué Clarke pasara una noche follándo con su mejor amiga en lugar de pasársela hablando con ella le parecía injusto y bastante desagradable. No podían quitarle aquello, Raven no podía ser tan egoísta como para robarle a Clarke y arriesgarse a cambiar el equilibrio de su relación con la rubia, necesitaba que siguiera tal y cómo estaba. En el fondo sabía que tarde o temprano acabaría pasando, que follarían y tendría que ir haciéndose a la idea y pensando cómo iba a gestionar aquello mientras rezaba por que nada cambiara. Se le debió de notar en la cara lo incómodo que le resultaba sentir aquella opresión en la boca del estómago.

She is SpecialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora