Parte 22 Macarrones con queso y una fotografía eterna

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Buah que pereza tan brutal tener que moverse siquiera para parar el maldito despertador, no quería imaginarse lo que sería levantarse de la cama, ojalá el colchón la engullera y no la escupiera nunca. "Solo una copa más, mi vida" y ella bebiendo de todas las que se suponía que era la última una y otra vez solo porque Lexa no quería irse del Lax aquella noche. Hacía tiempo que se había dado cuenta de que haría siempre lo que Lexa quisiera, era su puta debilidad. Es cierto que en aquel momento no se quejó, en aquel momento le pareció hasta bien, porque se la llevaba a bailar y la besaba con muchas ganas ¿Quién coño querría irse de allí? Su sitio favorito con su mujer favorita. Celebraban que hacía un par de semanas su novia había abierto por fin su propio estudio. Joder, les había costado un poco de sudor y alguna lágrima, sobre cuándo cuándo Lexa se agobiaba porque decía no iba a salir bien. Se ofreció para ayudarla en lo que fuera, aunque no hiciera falta tener que decírselo, pero su novia respiraba un poco más ligero si lo hacía así. Entre las dos se encargaron de casi todo y sus amigos cada vez que podían les echaban una mano. Lincoln iba al "Proyecto de estudio" para escapar de su mujer y descansar de su vástago, porque si, al final se habían casado y ahora tenían un precioso bebe de cinco meses, ella todavía estaba flipando con eso, al parecer no fue buscado del todo, pero ahora, con la sorpresa, se les caía la baba a todos sin excepción. Su amigo de padre no le encajaba por ningún sitió, pero luego lo veía con Kylian y hasta parecía hecho para aquello.

El caso es que tenía una resaca de que te cagas, porque la cosa no acabó al salir del Lax aquella madrugada, Lexa estaba en todo lo alto, al llegar a casa se bebieron dos chupitos cada una entre medias de comerse la boca y ponerse cachondas, Lexa tenía una facilidad pasmosa para ponerla cachonda y sabía perfectamente como hacerlo, así que además de beber y bailar toda la noche, también follaron un poco brusco, porque el cuerpo se lo pedía así, sobre todo a la morena, que parecía desatada, sabía que estaba feliz y Lexa feliz, en la cama... Uffff que tampoco se iba a quejar, vamos, pero estaba reventada, es que se durmió por puro agotamiento. Se movió perezosa sobre el colchón. Madre de Dios, se mordió el labio sin querer y sintió aquella sensación agradable de calor en el bajo vientre cuándo vio a su novia desnuda boca abajo en el colchón. Enserio, la vida con Lexa era maravillosa, hasta se le pasó el dolor de cabeza de golpe. La tía ni se había enterado de que había sonado el despertador. Ojalá pudiera volverse a dormir, ojalá no tuvieran que salir de casa aquel día, pero los padres de Lincoln venían a ver a su nieto y si ellas no aparecían por allí se lo tendrían encuentra toda la vida "Antes nos querías, Clarke" Y los quería mucho, pero la vida la ocupaba de una forma que le dejaba poco margen, el trabajo, su segundo libro y Lexa ocupaban todo su tiempo y no por ese orden.

Llevaban casi tres años viviendo en aquella casa, los tres mejores de toda su existencia, a veces le daba rabia no haberla conocido antes, como por ejemplo al nacer. Cuándo llegaron a casa después de decirle que sí a eso de vivir juntas, su novia la arrastró a su habitación y se metió con ella y el ordenador en la cama, tenía varias páginas de inmobiliarias abiertas en el buscador, la miró con una cara que le hizo importarle una mierda lo que hubiera en aquella pantalla, le valía cualquier antro si lo iba a compartir con ella. Los dos meses siguientes se los pasaron eligiendo y yendo a ver sus posibles nuevos "hogares" A Lexa la emoción se le desbordaba y se la pegaba a ella. Vivir con el amor de su vida... pues no estaba nada mal que quieres que te diga, no tener que separarse de ella para nada era una consecuencia de puta madre, compartir su vida con esa mujer lo mejor que podía haber soñado nunca. A veces pensaba "Gracias Cloe" y se reafirmaba en lo retrasada mental que fue dejando escapar a esa chica, a la que se convirtió en la suerte de su vida. No se explicaba con razonamientos lógico cómo alguien podía querer estar separada de ella tan solo medio segundo. Ella particularmente se moriría, se moriría si quiera teniendo que pensar en estar lejos de ella un día, su vida estaba condicionada a que Lexa estuviera en ella y exactamente de aquella forma. Por Dios ¿Quién en su sano juicio renunciaría a despertarse con ella cada mañana? Una cosa la mantenía, se alegraba de no haberse enamorado nunca antes, aunque era imposible que pasara, porque ella estaba hecha solo para amar a su novia, pero de haberlo sido, de existir la remota posibilidad de que ella hubiera podido sentir algo por alguien, hubiera vivido engañada con eso de saber lo que era el amor, se hubiera creído cualquier sucedáneo de sentimiento y hubiera vivido completamente ciega y engañada, prefería no haberlo sentido nunca a que le tomaran el pelo, porque amor, con todas las letras y todo el significado solo existía con ella, sentir aquello y sentirse así solo estaba a su alcance si iba dirigido a aquella morena de ojos verdes y se hubiera arrepentido de dejarse sentir otra cosa diferente por otra persona cuándo podía tener aquello desde el principio.

She is SpecialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora