Parte 20 Te prometí un "Para siempre"

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Conforme iba pasando el tiempo estaba siendo más consciente de la realidad y cómo consecuencia de eso sentía todo lo que había odiado sentir, porque la destrozaba por dentro, volvía a no tener ganas de comer, le costaba respirar, moverse era un esfuerzo que no tenía ganas de hacer, solo podía llorar porque era lo que no podía controlar. Era lunes, se suponía que empezaban sus vacaciones y todo el tiempo del mundo para estar juntas y las ganas de escribirle o escuchar su voz le quemaban por dentro y había vuelto a la vieja costumbre de pasarse horas mirando sus fotos aunque sabía que no debía hacerlo, ella había tomado la decisión esta vez y tenía que hacer las cosas diferente. ¿Pero cómo? Si le estaba doliendo más, dolía mucho más porque lo que tenían era perfecto de verdad, Clarke era perfecta y la hacía sentir cómo si ella también lo fuera, dolía mucho más porque se había enamorado de ella cómo nunca lo había estado antes, descubrió lo que era poder sentirse así de la mano de la rubia, creyó haber encontrado a la persona con la que pasar el resto de su vida, pero no podía pasar por alto a terceras personas, es que se la imaginaba con aquella chica del bar y se revolvía entera por dentro, aparecía esa sensación horrible de vacío y lloraba más. ¿Cómo podía estar haciéndole aquello? ¿Por qué no tenía el valor de decírselo a la cara? Tenía la frialdad de mentirle en las narices. ¿Cuándo? ¿Cuándo se la follaba? ¿Antes o después de decirle que la quería? ¿Después de pedirle un para siempre? ¿De decirle todas aquellas cosas que ella quería oír? ¿Por qué lo hacía, joder? Si ella no era suficiente al menos tenía el derecho a saberlo

Estaba rota, tirada en su cama, arrepintiéndose de la conversación que había tenido con Clarke, porque estaba enamorada de ella y no quería acabar con aquello, no quería alejarla, ella quería todo lo contrario, quería una vida con ella y dejar a alguien estando completamente enamorada era la acción más horrible que tendría que hacer y soportar jamás. Dolía no poder tenerla y se convencía de que aquello había sido lo mejor para las dos. Clarke no entendía nada y ella se lo estaba dando a entender lo mejor que podía, pero no quería entrar en reproches porque lo que tenían no se lo merecía y no quiso contarle la razón concreta de aquello porque no necesitaba escuchar excusas ni justificaciones, ninguna le iba a servir y solo conseguiría cabrearse con ella y echárselo todo en cara, tal vez le debía una conversación cuándo las cosas se calmaran un poco, cuándo pudiera controlar lo que sentía porque no quería perderla del todo, aunque no sabía que era lo que podría retener y eso la angustiaba bastante. Seguramente Clarke no querría volver a saber nada de ella ¿Podían ser amigas? Era algo que casi se descartaba solo. Es que lo estaba perdiendo todo en contra de su voluntad.

Raven volvía a estar constantemente encima de ella y tenía que escuchar cosas cómo "Esta vez si he perdido al amor de mi vida" "No se cómo voy a seguir adelante sin ella" "La amo Rave" y su amiga solo intentaba hacerla sentir mejor, diciéndole que había hecho lo mejor y que todo termina pasando. Una vez pasó, pero no era Clarke, así que en esta ocasión no lo tenía tan claro. Una vez creyó que le costaría volver a sentir, que no podría enamorarse otra vez cómo lo había estado y encontró a Clarke desmontándole aquella teoría de un plumazo, porque no solo sintió lo que perdió antes, es que sintió y lo multiplicó, no se había enamorado cómo lo había estado, aquello era cierto, se había enamorado mucho más.

El chocolate quedó prohibido en aquella casa, por eso su amiga le había llevado un zumo de naranja. Estaba tumbada junto a ella cuándo empezaron a tocar el timbre de forma exagerada y aporrear la puerta prácticamente a la vez. Ambas se miraron. Se escuchó gritar "¡Abridme la puerta!" Y distinguieron la voz de Lincoln.

No vamos a abrir, puede que sea peligroso - Comentó su amiga -

Ve a abrir Rave... va a tirar la puerta abajo

Lexa...

Rave por favor... cuanto antes le dejemos entrar, antes se irá, no tengo fuerzas para discutir, así que se marchará rápido.

She is SpecialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora